Presentación a las narrativas por el COVID-19
María Claudia Duque Páramo PhD 1, 2
“…Para que pueda ser he de ser otro, salir de mí, buscarme entre los otros, los otros que no son si yo no existo, los otros que me dan plena existencia… ”
Octavio Paz en el poema Piedra de Sol
Hacia las 7:30 de la noche del 26 de julio del año de la pandemia generada por el COVID-19;
Finalmente logré tener el tiempo y la disponibilidad para leer y hacer comentarios a las narrativas que Luisa Fernanda Núñez, Secretaria Académica de la revista Actualizaciones en Enfermería, me había enviado el 17 de junio. Ella proponía la tercera semana de julio como fecha para enviar mis conceptos sobre esos escritos. Aunque generalmente acuso recibido y doy respuesta a esos mensajes el mismo día en que los recibo, esta vez, en el mensaje que envié con mi respuesta, casi una semana después, afirmé: “Confío enviar los conceptos antes de la fecha propuesta”, intención que no logré realizar en el tiempo que imaginé en ese momento.
Desde el 16 de marzo, como muchas personas en Bogotá, he pasado la cuarentena en mi apartamento sin salir a la calle, la mayoría del tiempo dedicada a cocinar, limpiar, hacer y recibir pedidos, hablar y compartir mensajes en WhatsApp con mi familia y amigos, cuidar a las gatas, cuidar de mí, orar y aprender a manejar Zoom para participar en algunos eventos académicos y espirituales.
Después de vivir con incertidumbre, miedo y ansiedad, ahora siento con alegría y paz que ha sido un tiempo que he tomado como un gran retiro espiritual, en el que mi relación con Dios se ha fortalecido. Como el alfarero amoroso que es, Él me ha ido transformando y me ha enseñado a tener paciencia y humildad.
A las 11:30 de la noche sigo leyendo las narrativas de Luisa Fernanda sobre las experiencias de cuidado de enfermería con personas enfermas de COVID-19 en la Fundación Santa Fe de Bogotá (FSFB), y empiezo a comprender con asombro y admiración la fuerza de la sinceridad dentro de mí, así como el compromiso con el trabajo y el amor a la enfermería que expresan las autoras y el autor en cada una de las narrativas. Rosa y Rita, las gatas compañeras de mi vida actual, se despiertan y me miran como preguntando qué pasa, cuando ya es la tercera vez que me levanto a caminar y a respirar con calma, en medio de las emociones y los recuerdos que me inundan.
Se entretejen imágenes y voces de diferentes tiempos y escenarios. Las reuniones del comité editorial de la revista, en las que recomendamos darle espacio a las voces y experiencias de las enfermeras de la FSFB.
En varias ocasiones había ido al departamento de Enfermería de la nueva FSFB, pues, como una de las enfermeras cuenta en su narrativa, yo también soñaba con trabajar allí. Una vez, Gloria de Pavía pasó enfrente de mí, me miró y de pronto dijo: “¡Ay! Usted otra vez acá, venga a que la entrevisten”, y así entré a trabajar con el segundo grupo de enfermeras en febrero de 1983… Los recuerdos de trabajo con colegas solidarias del área de neonatos y otros servicios, de quienes aprendí tanto, se mezclan con mi gratitud y reconocimiento hacia varias enfermeras y enfermeros –algunos de ellos a quienes conocí como estudiantes al ser su profesora– que cuidaron a mis hermanas en los nacimientos de alto riesgo de dos de mis sobrinos, a mi papá en sus cirugías y hospitalizaciones, a mi mamá en sus múltiples hospitalizaciones, hasta su muerte allí mismo, y a mí, como familiar y también como paciente.
(Lea También: Partir en Soledad en Tiempos de Covid-19)
De acuerdo con algunos textos que gracias al liderazgo y apoyo de Luz Estella Aragón y de Sandra Marcela Cortés trabajamos con un grupo de colegas, en un taller sobre narrativas en enfermería en mayo de 2018, el poder de las narrativas en la enseñanza, la investigación y la práctica de la enfermería son reconocidos por diferentes autores.
Como estrategia de investigación, sirven para estudiar diversos fenómenos de la enfermería desde la perspectiva de los actores sociales (Bailey, 2013); como estrategia de enseñanza, animan a los estudiantes a reflexionar críticamente sobre los escenarios, en formas profundamente personales. Asimismo, en la práctica de enfermería nos capacitan a través de las narrativas para identificar y responder más efectivamente a las necesidades de los otros; además, porque pueden ayudarnos a desarrollar conocimiento y respeto por los diversos roles que adoptamos las enfermeras, ayudan a romper barreras, supuestos y estereotipos que clasifican a unas enfermeras como buenas y a otras como malas, son un método poderoso para descubrir, empoderar y transformarnos a nosotras mismas como individuos y grupos y, también, contribuyen a que se involucre a los pacientes y sus familias en su atención y cuidado (Wadsworth et al, 2017).
Hacia la 1:30 de la mañana del 27 de julio, en el mensaje con mis comentarios sobre las narrativas, le escribo a Luisa Fernanda:
“En conjunto, las diferentes experiencias y reflexiones logran dar una idea sobre lo que ocurre allá donde todos confiamos no tener que llegar.” Es increíblemente bueno saber que allá, en la fundación, hay enfermeras y enfermeros sensibles, personas y profesionales que, al mismo tiempo que son capaces de reconocer sus temores y vulnerabilidad, tienen la formación, el interés y la fuerza para cuidar a pacientes y familiares con cariño, calidad y eficiencia.
Gracias enfermeras y enfermeros por su trabajo serio, amoroso y comprometido, y porque en medio de su trabajo y vida familiar le han dado espacio y tiempo a su deseo de compartirnos sus experiencias y la de sus pacientes y familiares. ¡Dios los bendiga!
Bibliografía
- Bailey, P. H., Montgomery, P., & Mossey, S. (2013). Narrative inquiry. In C. T. Beck (Ed.), Routledge International Handbook of Qualitative Nursing Research (pp. 268-281): Routledge.
- Wadsworth, P., Colorafi, K., & Shearer, N. (2017). Using Narratives to Enhance Nursing Practice and Leadership: What Makes a Good Nurse? Teaching and Learning in Nursing, 12(1), 28-31. doi: https://doi.org/10.1016/j. teln.2016.08.001
Autor
1 María Claudia Duque Páramo. Investigadora y consultora. mcduque@javeriana.edu.co
2 Agradezco a mi colega y amiga, Esperanza Peña Torres MSc por sus comentarios que ayudaron a enriquecer esta presentación.
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