Una Aproximación a la Ciencia y el Arte: El Arte de Envejecer
José Félix Patiño Restrepo**
“… la certeza de una vida bien gastada y el recuerdo de tantas buenas acciones proporcionan una satisfacción inmensa.” Cicerón, La vejez
Vivo en esa soledad que duele cuando se es joven pero que resulta deliciosa en los años de madurez.
Albert Einstein
Resumen
La edad avanzada, la senectud, tiene los aspectos positivos que traducen los párrafos de Cicerón en su inmortal tratado, La vejez, o de Alberto Einstein, una de las mentes más brillantes de todos los tiempos, cuya productividad intelectual continuó intacta hasta su muerte casi a los 80 años de edad.
Palabras claves: envejecimiento, senectud, edad avanzada
Abstract
Advanced age, senility, has the positive aspects expressed by Cicero in his immortal treaty, Old age, or of Albert Einstein, one of the most brilliant intelligences of all times, whose intellectual productivity remained intact until his death when reaching almost eighty years of age.
Key words: Ageing, senility, advanced age.
La población del mundo tiende a envejecer. En la Europa del siglo XVIII la mayoría de los niños moría antes de los 15 años, y alcanzar la edad de 25 años era un logro, según el demógrafo Jean Fourastié, citado por Fukuyama ( 1). En la última década del siglo XX más del 83% de la población tenía esperanza de llegar a los 65 años, y más del 28% seguiría viva a los 85 años.(1)
Según un informe del New York Times de junio 30 de 2006, en China la gente envejece: actualmente el 20% de la población de Shanghai es por lo menos de 60 años, y se estima que este segmento de la población habrá de representar la tercera parte de la población total en el año 2020.
En Colombia se observa un fenómeno similar. La figura 1 ilustra el cambio en la pirámide demográfica entre los años 1905 y 2005, según el DANE(2). Se observa cómo las edades correspondientes a la niñez y la adolescencia, hasta los 19 años, y luego la edad adulta productiva representan un porcentaje cada vez menor frente a la población total, mientras crece la proporción de personas de edad avanzada, aunque sin llegar todavía a los niveles que se registran en los países del mundo occidental y de China y Japón. El cambio en la estructura demográfica colombiana estimado para el año 2025 por el U.S. Census Bureau, International Data Base.
Estructura de la Población por sexo y grupos de Edad
Figura 1. Cambios Demográficos en la Población Colombiana entre los Años 1905 y 2005. DANE Boletín, 2006 (Disponible en: www.dane.gov.co)
De continuar esta tendencia, como lo señala Fukuyama, (1) profesor de Economía Política Internacional en Johns Hopkins, las personas vivirán y trabajarán normalmente con sesenta, setenta, ochenta y hasta 90 años, y entonces la pirámide demográfica se transformará en un trapezoide o incluso un rectángulo. “La tendencia natural de una gene ración a apartarse para dar paso a otra nueva será sustituida por la existencia simultánea de tres, cuatro y hasta cinco generaciones.”
Como lo ha expresado James V. Maloney (3), como médicos tenemos que ver con dos dimensiones de la condición humana: la duración de la vida y la calidad de la misma. Los seres humanos tienen una expectativa de vida determinada y dependiente de las condiciones familiares y socioeconómicas y de los patrones de mortalidad prevalentes en la respectiva región. Así, la pirámide, que conforma la población en sus diferentes edades, varía sustancialmente entre la de una sociedad subdesarrollada, donde las enfermedades de la pobreza son causa de mortalidad infantil y de mortalidad prematura en la población adulta productiva (Figura 2), hasta la de las sociedades industrializadas, donde la pirámide ya se ha convertido más bien en un trapezoide, o casi un rectángulo, por cuanto la enfermedad ha sido eliminada (la resultante es la estructura “ideal” de población), debido a que las causas de muerte prematura son escasas: sólo se registran las “muertes inevitables”, principalmente representadas por los accidentes (Figura 3).
Población Millones
Figura 2. Pirámide Población en un País en Vía de Desarrollo como India. >
La Atención de la Salud debe Evitar las Muertes Prematuras para llegar a Conformar la estructura “ideal” de Población que Aparece Som breada en Gris.
Tomado de: Maloney JV. The limits of medicine. Ann Surg 1981; 194:247-255.
Figura 3. La Estructura “Ideal” de Población se Logra con la Eliminación de la Enfermedad. Las Muertes Prematuras Residuales se Deben a Causas Inevitables, como Accidentes. Se Logra una Edad Pro medio Máxima de 82 Años Tomado de: Maloney JV. The limits of Medicine. Ann Surg 1981; 194:247-255.
Población
Tanto en la sociedad su1bdesarrollada como en la industrializada, la duración natural de la vida está genéticamente determinada aunque, según la teoría caos, (4) en el marco de lo impredecible que es el comportamiento biológico de un ser tan complejo como el ser humano. Si no ocurren accidentes o enfermedades mortales prematuras, las personas que alcanzan en estado saludable los 70 años empiezan a morir por enfermedades degenerativas, enfermedad cardiovascular y cáncer, y prácticamente todos habremos de morir al sobrepasar los 90 años, así sea por muerte natural. Sin embargo, con los avances de la medicina, la salud pública, la nutrición y la gerontología, ya se registra una mayor longevidad, y la genómica y la biotecnología hacen predecir una importante prolongación de la vida, según los planteamientos de Fukuyama. (1)
Esto quiere decir que la supervivencia ha logrado un cambio fundamental en las sociedades desarrolladas en lo que corrió del siglo XX, como se ve en las figuras 4 y 5, tomadas de J.F. Fries. (5). En el hombre, al igual que en todos los seres vivos, ocurre una progresiva disminución de la capacidad de autoajuste y automantenimiento, o sea un aumento en la entropía (término acuñado por el físico alemán Rudolf Julios Emmanuel Clausius (1822-1886), que viene de e tropé = transformación.
La entropía es la medida del grado de deterioro obligatorio de un objeto inanimado, de un sistema mecánico o de un sistema complejo como es el ser humano. Todo tiende a deteriorarse con el paso del tiempo, o sea a aumentar su entropía). Pasada la edad de 70 años, las personas “tienen” que morir por causa del cáncer, la ateroesclerosis y la diabetes, principalmente.
Edad
Figura 4. Supervivencia Según Edad en los Años 1900 y 1980, y Arriba la Curva “Ideal” de Supervivencia en una Población en la Segunda Mitad del Siglo XX. Actualmente el Trauma es la Principal Causa de Muerte en los Jóvenes y en la Edad Productiva. Tomado de Fries JF. Aging, Natural Death and the Compression of Morbidity. New Engl J Med 1980; 303: 130-135.
Estas tres entidades también inducen severa morbilidad, que se traduce en incapacidad física y mental. Lograr la cura de una de ellas, por ejemplo de la diabetes, sólo resultaría en que más personas morirían por las otras dos causas, especialmente el cáncer, el fenómeno que se conoce como de los riesgos competitivos. Y aún si se lograra la curación de las tres grandes enfermedades de la edad avanzada, también todos morirían al sobrepasar los 90 años, de “muerte natural”, por cuanto la duración de la vida está genéticamente determinada.
La Figura 5, tomada de Fries, (5) muestra las muertes naturales que se producen entre los 75 y los 90+ años. Pasados los 90 años ya muy pocos mueren, por cuanto quedan muy pocos para morir.
Edad a la Muerte Natural
Figura 5. Mortalidad por Edad en Ausencia de Muertes Prematuras. Fries JF. Aging, Natural Death and the Compression of Morbidity. N Engl J Med 1980; 303:130-135.
Alex Comfort(6) en su obra muy popular, The Biology of Senescence, muestra los cambios históricos de la curva de la supervivencia humana, con datos de la primera mitad del siglo XX. Se observan diferencias importantes entre los países, así como en la población blanca de los E.U.A. entre 1900-1902 y 1939-1941, todo comparado con la supervivencia del hombre de la edad de piedra. En un artículo por Olshansky y colaboradores ( 7) aparece la Figura 6, en la cual se ve cómo al haber eliminado la medicina las muertes prematuras, se alcanzó la longevidad para vastos sectores de la población. Pero con ello se ha sobrecargado a la gente con morbilidad resultante de las enfermedades crónicas y degenerativas, la incapacidad física y mental, o simplemente de la pérdida de función fisiológica.
Figura 6. Los Patrones de Muerte e In capacidad Varían en la Medida que la Población Envejece. Gracias a los Avances de la Medicina y la Salud Pública las Personas Viven más Tiempo, pero Aparecen las Enfermedades Degenerativas. Debido a su Mayor Longevidad, Desarrollan Incapacidad, que es muy Baja en la Edad Joven y Media, Moderada a Partir de los 65 Años y Alta Después de los 85. Según Olshansky SJ, Carnes BA, Cassel C. The Aging of the Human Species. SciAm 1993; 268(4):46-52.
La mayor longevidad causa creciente incapacidad, la cual es mínima en la edad joven y media, moderada a partir de los 65 años y alta después de los 85. Esto corresponde al dictum de que al extender la longevidad se ha expandido la morbilidad. Nosotros como médicos, siempre preocupados por controlar la mortalidad, poco hemos hecho por reducir la morbilidad, o sea por preservar la calidad de la vida, el vigor físico y mental en la edad avanzada.
En los años 1970 se estimaba que en el año 2000 se duplicaría el número de personas mayores de 65 años, que el 50% de las consultas médicas sería en mayores de 65 años y que el número de los mayores de 84 años se incrementaría a razón de 50% por decenio.
Esto ha venido sucediendo en las naciones industrializadas y en las clases socioeconómicas más pudientes de las naciones del tercer mundo, como lo plantea F. Fukuyama. (1) Según la celebrada frase de John F. Kennedy, “habiendo dado años a la vida, ahora nos corresponde dar vida a los años”. La nutrición adecuada es un factor, junto con el ejercicio, que da calidad a la vida en la edad avanzada.
Biología y Patología de la Senescencia
Al considerar la ocurrencia de una enfermedad en una persona de edad avanzada, cabe preguntar si existe una “patología especial de la vejez”. El proceso del envejecimiento, o senescencia, es todavía pobremente comprendido, y sólo se limita a registrar el deterioro progresivo del funcionamiento orgánico. (8)
La hasta ahora progresiva pérdida de la función orgánica aparece ilustrada en la Figura 7, modificada de K.D. Vowles. (8) Poco han cambiado las cosas des de la publicación de Vowles hace casi 30 años; tal vez en ciertos aspectos han empeorado, porque con el incremento de la longevidad se crea mayor morbilidad, o sea menor calidad de vida, en la edad avanzada.
Figura 7. GMB: Gasto Metabólico Basal; MBC: Maximum Breathing Capacity (Capacidad Respiratoria Máxima). Según K.D.J. Vowles. 6
La rata de envejecimiento varía no sólo entre individuos de la misma raza o etnia, de la misma clase socio económica y de la ubicación geográfica (urbana o rural), sino también entre los órganos y los tejidos. Se sabe que la herencia juega un papel importante en la longevidad, y algunas condiciones patológicas, como la diabetes, la acortan y causan daño preferencial en determinados órganos y tejidos. La tolerancia a la glucosa aparece disminuida en las personas mayores: por ejemplo, la hiperglicemia que produce una infusión de glucosa demora más en retornar a niveles normales en las personas de la tercera edad que en los individuos jóvenes, tal vez por reducción en la secreción de insulina debida a menor sensibilidad y disfunción pancreáticas. La talla y el peso corporal, si no hay acumulación de grasa, tienden a disminuir después de los 55 años. El tromboembolismo es más común, tal vez por la vida sedentaria y la obesidad, la tendencia a la infección y las neoplasias que padecen las personas en este grupo de edad.
Otra anormalidad que se presenta en la edad avanzada es la osteoporosis. La osteoporosis ha sido definida como la alteración del sistema esquelético caracterizada por reducción de la masa ósea que debilita la estructura del hueso, lo cual predispone a fracturas que resultan de simples caídas de la propia altura o de golpes, pero que en ocasiones son espontáneas. Las fracturas osteoporóticas más frecuentes son las del antebrazo, vértebras y cadera, pero también ocurren en el húmero, costillas y pelvis. La incidencia de este tipo de fracturas aumenta marcadamente con el avance de la edad, en tal forma que son más comunes en los mayores de 65 años, y se asocian con incremento sustancial de la mortalidad y de la morbilidad y costos sociales y económicos importantes. (9)
Las dietas bajas en calcio y vitamina D, como los lácteos y sus derivados son factores contribuyentes al desarrollo de osteopenia y osteoporosis En los individuos de edad avanzada es común la deficiencia de Vitamina D. En ellos, particularmente en las mujeres posmenopáusicas, es beneficiosa la administración de vitamina D y calcio como suplementos dietarios.(10,11) La frecuencia de fracturas osteoporóticas es bastante más frecuente en las mujeres posmenopáusicas, con una relación hombre:mujer de 1:7.
El riesgo de desarrollar la enfermedad de Alzheimer, devastadora entidad que se caracteriza inicialmente por pérdida de la memoria pero que luego progresa a dificultad en el lenguaje, en la comprensión, en el razonamiento y finalmente llega a la demencia, aumenta proporcionalmente con el avance de la edad, en tal forma que en los Estados Unidos a la edad de 65 la padece una de cada cien personas, pero a los 85 años ocurre en una de cada ocho personas, según cita de Fuku yama.(1)
Este autor también advierte cómo se distinguen dos periodos de ancianidad que ha propiciado la tecnología médica. La primera categoría comprende el grupo de edad entre los 65 y los ochenta años, cuando la persona puede llevar una vida sana y activa, sólo afectada por la jubilación forzosa que lo aleja de su trabajo. La segunda categoría es más problemática, por cuanto al alcanzar los 80 años se registra, en muchos individuos, un deterioro de sus capacidades y la persona pierde autonomía y se hace paulatinamente dependiente de sus allegados. Es probable probable que el avance de la tecnología médica ofrezca la prolongación de la vida pero con una mejor calidad.
El colesterol es un producto del metabolismo hepático y también es aportado por alimentos de origen animal. La hipercolestorelemia es más frecuente en la ancianidad. Los valores superiores a 200 mg/dL se consideran anormales, y el riesgo de enfermedad cardiovascular (ateroesclerosis y enfermedad coronaria) aumenta en forma concordante con el incremento en los niveles de colesterol: bajo riesgo 200-240 mg/dL, alto riesgo >240 mg/dL. Según los estándares del Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá, es deseable que los niveles del llamado “colesterol malo” (LDL, low density lipoproteins) sean inferiores a 100 mg/dL y que los del “colesterol bueno” (HDL, high density lipoproteins) sean superiores a 45 mg/dL en las mujeres y a 55 mg/dL en los hombres.
Los factores que contribuyen a bajar los niveles de colesterol son: reducción del sobrepeso; ejercicio; alimentos de bajo contenido de grasa animal (carne de res y cerdo, piel del pollo) y de huevos (la yema es rica en colesterol, la clara es proteína de alta calidad); abundancia de frutas, legumbres y pescado en la dieta; suspensión del hábito de fumar.
* Apartes de la conferencia dictada en el II Simposio Vivir Más y Mejor,
organizado por la División de Educación de la Fundación
Santa Fe de Bogotá, agosto 26 de 2006.
** Cirujano, profesor Titular, Facultad de Medicina Universidad
de los Andes. Departamento de Cirugía, Servicio de Soporte
Metabólico y Nutricional. Hospital Universitario, Fundación Santa
Fe de Bogotá
Correspondencia: jfpatino@cable.net.co
Recibido: julio de 2006
Aceptado para publicación: agosto de 2006
Actual. Enferm. 2006;9(4):35-42
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