El Legado de Juan: Una Situación de Enfermería

Se puede afirmar de acuerdo con los parámetros de Boykin y Shoenhoffer(5) que ésta es una “Situación de enfermería” porque Juan como paciente es visto como una persona total al igual que su familia. En medio de ella se pueden identificar las necesidades de cuidado y la forma en que se responde a las mismas. Juan capta la atención de la quien responde al llamado y se refleja como cuidadora o como persona comprometida con la situación siempre reconociendo las capacidades del paciente como persona. En esta situación hay un crecimiento mutuo.

Características de la situación de enfermería

En esta situación se ve un paciente que a pesar de ser joven, tiene mutilación y dolor. Una esposa también joven, es madre de un bebé y a pesar del compromiso se ve agobiada y desolada y una sensible, comprometida y trascendente, capaz de ir más allá de sus obligaciones para comprometerse en un verdadero cuidado.

Juan capta la atención de la porque presenta un deterioro progresivo, porque su enfermedad le genera un múltiple impacto en su vida personal de pareja, familiar y laboral. Ella entiende que Juan necesita despedirse. La le da a Juan cuidado integral en situaciones puntuales al igual que a su cuidadora familiar y logra responder parcialmente a sus requerimientos a pesar de la dificultad de acceso que tiene la vivienda, respaldando a la esposa con apoyo telefónico y en coordinación con el equipo de cuidado paliativo.

Tal como lo señala Wright, el cuidado del paciente que está cercano a la muerte es una tarea holística, que requiere el tratamiento del cuerpo y del espíritu. El terapeuta puede encontrar en el cuerpo lo sagrado del espíritu y sanarlo para lo cual un equipo es necesario. Si este cuidado se divide, la sanación siempre se disminuirá(6).

Visión filosófica de la enfermería que refleja esta situación

De acuerdo con el Grupo de Cuidado de la Universidad Nacional de Colombia, la visión filosófica que refleja esta situación es recíproca(7), en ella los sujetos de cuidado son activos, totales y trascendentes. Se refleja con claridad cómo los sujetos de cuidado son vistos en un contexto con el cual interactúan en forma dinámica.

Se ve que la realidad de esta situación es compleja, con muchas dimensiones involucradas y que la evaluación de la misma puede y debe ser relativa a las posibilidades de las personas cuidadoras y cuidadas.

A pesar de la enfermedad se ve que el cambio es posible y en ello se refleja la calidad del cuidado y el apoyo directo que la familia necesita. La calidad al igual que la cantidad de cuidado es importante. La valoración de la enfermería trasciende el uso de instrumentos, comprende características unitarias y acepta un cuidado con transacciones.

De acuerdo con Reed, quien propone la teoría de la auto trascendencia en la cercanía a la muerte, el cuidado de estas personas da un significado que va más allá del común. Ella establece que es el encontrar ese significado lo que permite avanzar en una práctica de cuidado espiritual(8).

El significado de la situación

En esta situación el compromiso con la dignidad humana se expresa por el valor que tienen las personas como personas, es decir, Juan, su esposa y su hijo, a quienes la respeta y busca proporcionarles las condiciones adecuadas durante el proceso de la enfermedad y muerte de Juan.

En esta situación la elige y tiene el valor de cuidar porque responde a la situación de Juan y su familia, se informa y aporta de manera integral según los cambios generados en la situación.

El cuidado le da un sitio especial a la , la hace más sensible socialmente, la deja crecer a través de su compromiso personal y social, la deja valorar las condiciones de la vivienda, del entorno en la habitación, la cama, aquello que rodea al paciente. El hecho de ser brindó una posición privilegiada para dar cuidado por que le permitió cercanía durante el proceso cambiante atendiendo a su sensibilidad y compromiso.

Los conceptos meta paradigmáticos de enfermería en esta situación

La situación presentada refleja los cuatro conceptos meta paradigmáticos básicos de la enfermería(7).

Persona.

La persona en el paciente se ve como un ser que interactúa con su entorno, que tiene necesidades, que expresa sus sentimientos, que pertenece a una familia, responde a unas normas sociales y religiosas, tiene la expectativa de ejercer un rol y no lo puede hacer por su limitación. La persona en la también tiene una ocupación, es vulnerable, admite una religión, se preocupa, sufre, se vincula afectivamente y acompaña durante el proceso de cercanía a la muerte.

Enfermería.

La enfermería se refleja como profesión, como parte de un equipo, como integradora, como cuidadora, expresa la feminidad, la ternura, el amor, la capacidad de ser observadora y estar atenta al silencio y al cambio de los seres humanos.

Salud.

Se percibe como parte del curso de la vida, que se puede perder progresivamente pero se conserva hasta el momento de la muerte y permite ayudar a morir viviendo. El bienestar es relativo a la situación que se vive y se expresa como una comodidad física, psicológica y espiritual. Responde a la intervención que alivia el dolor, mejora el aspecto a través del baño y limita el mal olor, entre otros, permite la reconciliación con la vida, sus seres queridos y con Dios.

Contexto.

El contexto es el entorno donde se realizan las actividades, se centra en el lugar donde se encuentre el paciente en medio de las condiciones en que está. Incluye su traslado y la situación para el desplazamiento, su vivienda con las características propias de la misma, la familia con su participación y claudicación, los vecinos, los amigos y al equipo de cuidado paliativo y su intervención.

El reflejo de los diferentes conocimientos que tiene dentro de la situación

La situación también permite visualizar los diferentes conocimientos de la enfermería(7).

Científico.

Se refleja en la capacidad de revisar y describir las condiciones del paciente y su familia, las decisiones que se toman para aspectos como el manejo del dolor, la competencia para hacer de manera idónea una curación de alta complejidad, la participación de un equipo de cuidados paliativos, la intervención con la esposa, la escucha, el acompañamiento en el proceso de duelo.

Artístico.

El conocimiento artístico se refleja mediante el vínculo establecido con Juan y su familia, en la forma en que se encuentra significado en los hallazgos y se define el curso apropiado de la acción, con las actividades estéticas que se realizan, una curación compleja, un ambiente que se transforma en algo más armónico, y ante todo en una práctica que responde a lo que se espera de ella, un cuidado integral, humanizado, seguro y continuo, tal como lo ha manifestado el Departamento de Enfermería del Instituto Nacional de Cancerología.

Personal.

Se refleja en la motivación e interés por el cuidado paliativo. Por la espiritualidad, la trascendencia que doy a mis actos, el alivio al sufrimiento, por identificar las necesidades del otro y las mías, así como las capacidades de cada uno, por la comprensión de la agonía y la muerte entendiendo en ella la sensibilidad como persona ante el dolor y la impotencia ante la muerte.

Ético.

La situación hace evidente la vivencia de los valores institucionales del Instituto Nacional de Cancerología como son el compromiso, la honestidad, el respeto, la tolerancia, el trabajo en equipo, la solidaridad, la beneficencia, la justicia, la sensibilidad y la sinceridad. También refleja el principio institucional fundamental de comprometerse y privilegiar el cuidado de la vida. Vale la pena señalar los dominios éticos del cuidado paliativo que presentan Manish y Danis para evaluar la calidad de vida en este proceso y que incluyen: 1. los síntomas físicos; 2. los síntomas psicosociales y cognitivos; 3. las necesidades de los cuidadores y sus preocupaciones; 4. las relaciones sociales; 5. las creencias espirituales y 6. La esperanza y las expectativas que existen en medio de la situación(9).

Político social.

La situación refleja comprensión del difícil acceso a las instituciones de salud, la demora en llegar a control especializado y de tener un diagnóstico oportuno. El gran impacto del cáncer en la persona, la familia y la sociedad, el deterioro personal familiar y social ante el cáncer, el estado de abandono de los enfermos en etapas terminales, la falta y la posibilidad de apoyo comunitario al enfermo y su familia así como la importancia de las redes sociales.

En síntesis, esta situación evidencia la importancia del cuidado de enfermería como parte de la misión del Instituto Nacional de Cancerología “por el control integral del cáncer en Colombia” y tal como se ha señalado, es preciso recordar que el cuidado de las personas en la fase final de la vida ha cambiado de manera importante y cada día busca más la calidad de vida de las personas en esta situación. El cuidado paliativo requiere interdisciplinariedad, y contempla el componente espiritual porque está centrado en la vida de la persona, el grupo familiar y el cuidado de los profesionales que los asisten(1).

Acá son importantes la religión y la esperanza, que cumplen una función significativa de apoyo, preservación y significado dentro de las situaciones de enfermedad terminal y cercanía a la muerte.

Agradecimientos

Al Departamento de Enfermería del Instituto Nacional de Cancerología ESE por las posibilidades de aprendizaje y el permanente respaldo para cualificar el ejercicio profesional. Al Grupo de investigación en Cuidado al paciente crónico y su familia de la Universidad Nacional de Colombia por su acompañamiento en este proceso.

Conflictos de intereses

La autora no presenta ni manifiesta ningún tipo de conflicto de interés respecto a esta publicación.

Referencias bibliográficas

  • 1. Sánchez B. Bienestar espiritual de enfermos terminales y de personas aparentemente sanas. Invest Educ Enferm. 2009; 27(1):86-95.
  • 2. Pessini L, Bertachini L. Nuevas perspectivas en cuidados paliativos. Acta bioeth. 2006;12(2).
  • 3. Codorniu N, et al. Cuidados enfermeros en Cuidados Paliativos: Análisis, consensos y retos. Index Enferm. 2011; 20(1-2 jun).
  • 4. González MG. Acompañamiento al enfermo y su familia al final de la vida. 2a Edición. Bogotá: Editorial Kimpres Ltda; 2012.
    5. Boykin A, Schoenhofer S. Nursing as Caring: A Model for Transforming Practice. Sudbury: Jones & Bartlett Publishers; 2001.
  • 6. Wrigth K. Implicaciones éticas, profesionales y legales del cuidado espiritual en enfermería. IMAGE. 1998; 30(1): 81-83.
  • 7. Grupo de Cuidado Facultad de Enfermería Universidad Nacional de Colombia. Dimensiones del Cuidado. Bogotá: Unibiblos; 1998.
  • 8. Reed P. Toward a nursing theory of self-transcendence: deductive reformulation using developmental theories. Adv Nurs Sci. 1991;13(4):64-77.
  • 9. Manish A, Danis M. End-of-life care for terminally ill participants in clinical research. J Palliat Med. 2002;5(5):729-37.

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