Una Aproximación a la Ciencia y el Arte: Vida y Obra de Francisco Hernández

The Life and Work of Francisco Hernandez

José Félix Patiño Restrepo*

Francisco Hernández, “protomédico e historiador de su majestad Don Felipe II, en las Indias Occidentales, Islas y Tierra Firme del Mar Océano”, nació en Puebla de Montalbán, provincia de Toledo, España, en fecha no claramente establecida, posiblemente entre 1517 y 1518.(1) Tampoco se sabe con certeza donde estudió, pero su principal biógrafo y Secretario de la Comisión Editora de su obra completa, German Somolinos D’Ardois, supone, por muchos indicios, que estudió en la Universidad de Alcalá de Henares, en su época con cátedras de medicina y cirugía y tenía un hospital que el propio Cardenal Cisneros se ocupó de fundar para uso de los estudiantes.(1)

La monumental obra de Hernández realizada durante su permanencia en Nueva España (hoy México) sólo vino a ser recopilada y publicada en el siglo XX, gracias a los esfuerzos de un grupo de académicos, médicos e historiadores de la Universidad Nacional Autónoma de México en los siete volúmenes de las Obras Completas de Francisco Hernández (1960-1984).

El Tomo I de las Obras Completas de Francisco Hernández (1960) contiene la “Vida y Obra de Francisco Hernández” por el médico e historiador Germán Somolinos D´Ardois, precedida de “España y Nueva España en la época de Felipe II” por José Miranda.(2)

El recuento biográfico de Somolinos D´Ardois es el más completo y detallado que existe sobre este ilustre médico, explorador y botánico del siglo XVI, quien dirigió la primera expedición científica que tuvo América.(3).

Francisco Hernández 1517-1587

Es probable que en Alcalá hubiera sido condiscípulo de Francisco Arce, uno de los más ilustres cirujanos del siglo XVI español. Dice Somolinos D’Ardois: “Mas en Alcalá la escuela era médico quirúrgica, con un sentido muy elevado del concepto de la cirugía, considerándola como disciplina científica y no como práctica popular de barbero y sangradores. Fundándose en este criterio Arce escribe sus trabajos en latín, evitando que pudieran aprovecharse de ellos los subalternos prácticos sin formación científica adecuada. Esta orientación médico quirúrgica de los estudios complutenses también la encontramos en Hernández, pues, aparte de que con frecuencia hace alusiones quirúrgicas, en sus comentarios a la traducción Plinio nos recuerda en su mocedad práctico la cirugía al decir:

“Según que en mi juventud y en casos de necesidad que exercita el arte de chirúrgica o siendo acompañado de cirujanos lo observe”.

Su biógrafo principal, Somolinos DÁrdois, cree natural su-poner que Hernández recibió su preparación médica en la escuela complutense fuertemente impregnada de humanismo, con un aristotelismo marcado en los estudios sobre la naturaleza, característica notablemente acusada durante toda la vida en la obra de Hernández, donde obtuvo el grado de Bachiller en Medicina. Se desconoce don-de obtuvo el doctorado. Ejerció medicina, especialmente cirugía, en Sevilla, Guadalupe, Toledo y Madrid.

Hernández vivió en el siglo XVI, la época de oro de la medicina española, durante la cual se alcanzaron una mayor cantidad y mejor calidad del contenido de los estudios médicos, tal vez nunca logrados.(1) Durante muchos años Hernández formó parte del cuerpo médico de la corte, cuando la corte española era la más rica en médicos en toda Europa.

Obras Completas de Francisco Hernández

Por entonces, los médicos españoles eran ampliamente reconocidos por su excelente calidad, especialmente en su formación quirúrgica, tal vez en gran parte debido a que en España se podían disecar cadáveres con más libertad que en otros países.

Entre las obligaciones del profesor de anatomía de las facultades de medicina de la España del siglo XVI estaba el hacer por lo menos 25 anatomías (demostraciones anatómicas) por año.(1) Pero fueron el humanismo y la filosofía, practicados por los médicos del siglo XVI, el siglo de oro, la característica que dio brillo a la medicina española, tan técnicamente avanzada en la época.

Al pueblo extremeño de Guadalupe llegó Hernández después de haber ejercido la medicina en Sevilla, donde presenció el intenso tráfico con el Nuevo Mundo. En Guadalupe estudió anatomía en el monasterio y hospital, el cual había sido autorizado por bula papal para “abrir los cadáveres para tratar de averiguar las causas de la muerte”. En el mismo monasterio y hospital de Guadalupe, donde hacían enseñanzas anatómicas, se cultivaba el mejor jardín botánico de la época. Allí, y en las regiones vecinas, realizó Hernández profundos estudios de botánica.

Más tarde Hernández se ubicó en Toledo, y fue allí donde emprendió la traducción al castellano de la monumental Naturalis Historia (Historia Natural) de Cayo Plinio Segundo, “la suma y competencia de todas las ciencias”, la primera enciclopedia del conocimiento humano escrita por Plinio “El Viejo” en el siglo I de nuestra era y transcrita en latín a lo largo de la Edad Media por los amanuenses de los gran-des monasterios de Europa. Hasta entonces no existía una traducción al castellano, pero ya la Historia Natural había sido traducida y publicada en italiano y en inglés, una de las principales obras impresas que tuvo Europa luego del advenimiento de la imprenta de tipos móviles, popularizada por J. Gutenberg con la publicación de la Biblia Latina “de 42 líneas” en la mitad del siglo XV.(4)

En Toledo fue contemporáneo de Domenico Theotecopuli, el Greco, con quien, aparentemente, cultivó amistad.

Por los años 1567 a 1570 escribía Hernández la traducción y comentarios a la magna obra de Plinio al tiempo que ejercía su profesión y asistía al Hospital de la Santa Cruz, donde practicaba la cirugía. Iniciada la traducción y comentarios a la Historia Natural a mitad de la década de los años 1560, esta empresa se prolongó por más de 20 años y sólo vino a ser terminada en la Nueva España.

Según su biógrafo principal, Hernández mantuvo fecunda amistad con Andreas Vesalio, quien abandonó la corte de Madrid hacia 1563 después de haber pasado en ella unos siete años. Por esta época Hernández ya era médico de la corte de D. Felipe II; en tal calidad permaneció varios años e hizo parte en muchas ocasiones del séquito real.

A comienzos de 1570 el Rey D. Felipe II le otorga el nombramiento de Protomédico de todas las Indias y le entrega detalladas instrucciones sobre su misión de la exploración científica del Nuevo Mundo, de conocer la realidad de la historia natural y de la medicina en América y sobre todo de la Nueva España, de donde llegaban abundantes relatos sobre gran riqueza de medicinas herbolarias. Concretamente, la Corona le pidió un informe de-tallado, completo y documentado, sobre la medicina y sus elementos curativos en toda América, pero iniciándolos en México. Hernández se excedió en su labor y produjo la obra monumental que cuatrocientos años más tarde vino a ser editada por la Universidad Nacional de México (1960-1984). En la obra hernandina se incluye su traducción, la primera al castellano, del Plinio.(2)

Según Somolinos en 1577, después de siete años en Nueva España, regresa Francisco Hernández a España y en su equipaje, viajando por el camino real entre Sevilla y Madrid, van sus numerosos libros, un riquísimo herbario y la traducción de la Historia Natural de Plinio. Desde entonces fija su residencia en Madrid, donde es acogido de nuevo en la corte; el Rey D. Felipe ha envejecido, está enfermo y melancólico. Hernández se queja de poca y tardía atención por parte del monarca. Hizo entrega de su obra magnífica, ilustrada y documentada, pero murió el 28 de enero de 1587 sin que la corona hubiera ordenado su ansiada impresión. Los manuscritos permanecieron en la biblioteca de El Escorial, donde un incendio destruyó parte de la traducción de la Historia Natural, hasta ser “rescatados” por la Universidad Nacional Autónoma de México casi cuatrocientos años más tarde.(5,6)

Es abundante la obra de Hernández, recopilada y publicada a partir de 1959 en siete bellos tomos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Los más importantes libros son los de la Historia Natural de Nueva España, la cual reúne las observaciones sobre la naturaleza mexicana, plantas, animales y minerales, que escribió Hernández entre 1571 y 1577. Su otra gran obra es la traducción comentada de Plinio obra que aún no había sido impresa al castellano.

El Manuscrito de la “Historia Natural de Cayo Plinio Segundo. Trasladada y anotada por el doctor Francisco Hernández, Protomédico e Historiador del Rey de España Don Felipe II, en las Indias Occidentales, Islas y Tierra Firme del Mar Océano” nunca llegó a las prensas españolas. En efecto, la primera edición en español del Plinio fue la de Gerónimo de Huerta, también médico palaciego, dedicada al Rey Don Felipe III impresa en Madrid por Luis Sánchez, impresor del Rey N.S. en 1624 (tomo I) y 1629 (tomo II).(6)

No es clara la relación que hubo ente la obra de Gerónimo de Huerta y los manuscritos de Hernández. Huerta en ningún lugar cita a Hernández. Cuatro siglos más tarde la Universidad de México publica la verdadera primera traducción al castellano, en las Obras Completas de Francisco Hernández. (2)

Historia Natural de Nueva España

En mitad del siglo XIX se descubrió un valioso manuscrito inédito de Francisco Hernández: Materia medicinal de la Nueva España, el cual fue descrito por Anastasio Chinchilla y Miguel Colmeira, y donado a la biblioteca de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense en Madrid a la muerte de Chinchilla en 1867. Otros borradores y documentos se encuentran en la Biblioteca Nacional, en la Biblioteca del Ministerio de Hacienda, la Real Academia de Historia y el Ar-chivo General de Simancas.(1)

Historia Natural de Cayo Plinio Segundo

La Bibliografía Hernandina ha sido recopilada como parte de las Obras Completas de Francisco Hernández edita-das bajo la dirección de Germán So-molinos D’Ardois y la comisión de la Universidad Nacional de México, haciendo el editor la observación de que “la obra de Hernández, mucho más vasta de lo que habitualmente se su-pone, es además tan variada y ha sufrido tales vicisitudes en sus manuscritos y ediciones, que ninguno de sus biógrafos ha podido llegar a conocer más que una limitada porción de la producción hernandina”.(3)

Francisco Hernández médico ciruja-no, botánico, humanista y notable investigador científico, realizó la primera recopilación de los recursos naturales del Nuevo Mundo, e inició una tradición que fue continuada por las tres grandes expediciones científicas encomendadas por Carlos III en el siglo XVIII y que completaron para la corona de España el gran arsenal de conocimientos sobre la historia natural de América. Las grandes Reales Expediciones Científicas posteriores a Francisco Hernández fueron:

• La Expedición a los Reinos del Perú y Chile, creada por Cédulas Reales de 8 de abril de 1777, dirigida por los botánicos Don Hipólito Ruiz y don José Pavón.(4)

• La segunda, creada en 1783, fue la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada (Colombia), cuyo director fue el médico gaditano Don José Celestino Mutis.

• La tercera y última expedición de Carlos III fue la de la Nueva España bajo la dirección del médico Matín de Sessé y Lacasta y de José Mariano Mociño, creada en 1786 con el propósito de hacer dibujos, colectar los productos naturales e ilustrar y completar el trabajo del doctor Francisco Hernández.

Ejemplares la vida y la obra de Fran-cisco Hernández, primer médico es-pañol que realizó una monumental obra científica en el Continente Americano. Para conmemorar su vida y obra, la Federación Panamericana de Asociaciones de Facultades [Escuelas] de Medicina, FEPAFEM, creó la Orden Francisco Hernández para ser otorgada a quienes hayan realizado contribuciones de gran significación a la educación médica en las Américas.

Referencias Bibliográficas

1. Figueroa-Saavedra. Hallazgo de un manuscrito inédito del doctor Francisco Hernández: Materia medicinal de la Nueva España. Relaciones (Colegio de Michoacán) Invierno, 2000; 21(81):127-60. Accesible en: relaciones@colmich.edu.mx
2. Hernández F. Historia Natural Cayo Plinio Segundo. Trasladada y Anotada por el doctor Francisco Hernández. En: Obras Completas de Francisco Hernandez, Tomo IV. Editadas por Germán Somolinos D’Ardois. Universidad Nacional de México, 1960.
3. La Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. La Flora de la Real Expedición Botánica del Nuevo Reino de Granada. Tomo I.
4. Patiño JF. La “Historia Natural” de Cayo Plinio Segundo. Tribuna Médica 1990; 82:377.
5. Solominos D’Ardois G. Vida y Obra de Fran-cisco Hernández. En: Obras Completas de Francisco Hernandez, Tomo I. Editadas por Germán Somolinos D’Ardois. Universidad Nacional de México, México DF, 1960.
6. Somolinos D’Ardois G. Bibliografía Hernandina l Apéndice B. En: Obras Completas de Francisco Hernández, Tomo I. Edita-das por Germán Somolinos D’Ardois. Universidad Nacional de México, 1960.


 

* Cirujano, FACS (Hon). Jefe Honorario del Departamento de Cirugía del Hospital Universitario Fundación Santa Fe de Bogotá. Profesor Facultad de Medicina, Universidad de los Andes.
Correspondencia: jpatino@uniandes.edu.co Recibido: abril de 2009
Aceptado para publicación: mayo de 2009 Actual. Enferm. 2009;12(2):37-40

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