Estrategia de Enfermería Oncológica
Para Disminuir las Complicaciones Relacionadas con el Catéter Subcutáneo
Strategy in Oncologic Nursing for Reducing Complications Relating Subcutaneous Catheters
María Isabel Camacho Rojas*
Resumen
La vía subcutánea es el acceso de elección para el cuidado domiciliario de los síntomas del paciente con enfermedad crónica y oncológica terminal. El catéter subcutáneo puede ser insertado en diferentes sitios anatómicos, aunque el tercio medio de la cara antero-externa del brazo (deltoides) y la región infraclavicular se utilizan con mayor frecuencia. Tiene indicaciones precisas y múltiples ventajas, pero aunque es un procedimiento tolerado por el paciente puede presentar complicaciones en especial las infecciosas.
Este artículo pretende mostrar la experiencia del Servicio de Cuidado Paliativo y estandarizar el proceso de enfermería.
Palabras clave: enfermería, complicaciones catéter subcutáneo, cuidado paliativo.
Abstract
The subcutaneous access is the method of election in the home care of patients with chronic or neoplastic illnesses in terminal condition. The subcutaneous catheter can be placed in different anatomic sites, although the middle third of the anterior and external areas of the arm (deltoid) and the infraclavicular region are most frequently utilized. It has specific indications and multiple advantages, but although it is well tolerated by the patient, it can develop complications, especially septic.
This article pretends to demonstrate the experience of our Palliative Service and standardize the procedure.
Key words: nursing care, subcutaneous catheter complications, palliative care.
El acceso subcutáneo está indicado en casos de pacientes con disfagia, en estado de coma, obstrucción intestinal no quirúrgica, náuseas y vómito, confusión, delirio, convulsiones, últimos días de vida, agonía, necesidad de sedación y dolor crónico, entre otras.(1,2)
Puede ser utilizado de forma continua e intermitente.(1) La forma continua es la más utilizada y se realiza a través de infusores, que liberan la medicación en el tejido celular subcutáneo de una manera continua, alcanzando niveles constantes en el plasma y la posibilidad de mezclar varios fármacos en el mismo infusor, aunque se recomienda no mezclar más de tres fármacos. En la forma intermitente los fármacos se administran a través de un catéter plástico (22 Ga) colocado en el tejido celular subcutáneo.(1-4)
Tiene como ventajas: la seguridad de la técnica, no es doloroso, permite la administración de medicamentos solos o combinados y la hidratación en casa; es poco costoso, de fácil cuidado y supervisión, disminuye las complicaciones infecciosas, no limita la movilidad del paciente y evita múltiples punciones. A pesar de ser un procedimiento de baja complejidad, se presentan complicaciones asociadas que requieren un seguimiento durante el tiempo de utilización.(5-8)
Con el objetivo de implementar una estrategia de enfermería oncológica para disminuir las complicaciones y debido al desconocimiento del manejo de esta vía por parte del personal de enfermería, se realizó seguimiento a 14 pacientes durante cuatro meses. Nueve pacientes requirieron cambio, para un total de 30 catéteres utilizados.
Se pudo determinar el porcentaje de duración del catéter subcutáneo de acuerdo con el lugar de inserción del catéter, información que permitió identificar las principales complicaciones (figuras 1-3).
Después de analizar los resultados de este trabajo se diseñó el estándar de cuidado, instrumento que el personal de enfermería utiliza para unificar criterios, conocer el proceso, realizar el seguimiento e identificar los posibles riesgos. Se elaboró el consentimiento informado, documento que contiene la información general sobre el procedimiento, indicaciones y riesgos, que el paciente firma una vez se explica, lee y entiende. Se diseñó la hoja de registro y seguimiento y se definió el equipo básico de inserción y los indicadores de seguridad del paciente que complementan el desarrollo del trabajo.
La aparición de complicaciones relacionadas con la utilización del catéter subcutáneo depende de tres factores: sitio de inserción, educación brindada al cuidador y el seguimiento realizado. Controlados estos factores se logrará prolongar el tiempo de permanencia lo cual redundará en una mejor calidad de vida para el paciente, se evitan múltiples punciones y el incremento de problemas como el reingreso a la institución, la reaparición de los síntomas y los desplazamientos innecesarios, entre otros.
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Anexo 1. Estándar de Cuidado. Inserción del Catéter Subcutáneo
Anexo 2. Consentimiento Informado de la Inserción del Catéter Subcutáneo
* Enfermera, Especialista en Enfermería Oncológica. Servicio de Cuidado Paliativo, Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá, Colombia
Correspondencia: maria.camacho@fsfb.org.co
Recibido: mayo de 2009
Aceptado para publicación: mayo de 2009
Actual. Enferm. 2009;12(2):29-33
El equipo de salud
• Optimizar las relaciones interpersonales y propiciar mejor comunicación entre los diferentes actores relacionados con la atención en salud a través de reuniones interdisciplinarias, revisión en conjunto de los pacientes en cada turno, seguimiento común de datos, resultados y procedimientos realizados que se constituyen en un punto primordial para la disminución y prevención de los EA, Sin embargo, poco sirven las medidas antes descritas si no se reconoce, divulga y analiza el problema de la ocurrencia del evento adverso.
• Desarrollar espacios para la divulgación, discutir y analizar los EA, sin conductas punitivas, lo que permite reconocerlos, tipificarlos y caracterizar las condiciones de ocurrencia.
• Implementar en las unidades de cuidado intensivo comités de “calidad en el cuidado”, donde se realizan reuniones interdisciplinarias que evalúen los procesos en la unidad a partir del análisis de los indicadores, adherencia a los estándares, reporte de los incidentes y eventos adversos.
• Participación de un profesional de enfermería, médico intensivista, auxiliar de enfermería en los comités generales de seguridad que permitan enriquecer los análisis de los eventos adversos y las posibles soluciones desde su experticia y formación académica, ya que es más fácil hacer análisis de las situaciones cuando se conoce el contexto y el funcionamiento de áreas especializadas.
Finalmente a partir de los eventos adversos más frecuentes reportados en la literatura por enfermería y en nuestra propia experiencia en la práctica, se recomienda:
Administración de Medicamentos
Diseñar programas de detección de problemas relacionados con errores en la administración de medicamentos utilizando como punto de partida y de control herramientas validadas, tales como el instrumento de la “taxonomía de errores de medicamentos para seguimiento en la UCI”, el cual permite obtener información del error, consecuencias, medicamentos implicados, características de error, causas, factores contribuyentes y tipo de errores.(51) Con este instrumento y sus indicadores se logra seguimiento estricto de los EA de los medicamentos y el inicio de investigaciones que proporcionen evidencia.
• Diseñar, implementar y evaluar periódicamente los protocolos y estándares en el proceso de administración de medicamentos haciendo énfasis en los medicamentos de mayor riesgo y los involucrados en los incidentes o EA más frecuentes (sedantes, antibióticos, analgésicos, anticoagulantes, hipoglicemiantes, fibrinolìticos, antiagregrantes plaquetarios, soluciones hipertónicas, inotrópicos, vasopresores, antiarrítmicos, etc.).
• Realizar rondas de seguridad utilizando listas de chequeo en las que se verifique la forma de preparación de mezclas, su tiempo de duración, concentración, compatibilidades, programación de bombas o perfusores, identificación de medicamentos y soluciones (rotulación de bombas, equipos y vías), de forma habitual mínimo dos veces por turno, al momento de recibir el turno y en el transcurso del mismo.
Balance de líquidos
• Evaluar en cada turno que el aporte de líquidos endovenosos sea adecuado según la condición clínica del paciente: edad, pruebas de función renal, fracción de eyección, requerimientos, pérdidas sensibles e insensibles y factores de comorbilidad.
• Incorporar las pérdidas insensibles en el balance de líquidos de 24 horas.
• Estandarizar criterios específicos que justifiquen la colocación de dispositivos invasivos (catéter central de inserción periferica o catéter central).
• Incluir en el control horario de constantes vitales el gasto urinario como una variable determinante del seguimiento hemodinámico.
• Determinar los líquidos que no se contabilicen en el balance de líquidos (irrigaciones, lavados, Dianeal, etc.)
• Incluir el balance acumulado y diario en los registros de enfermería haciendo el respectivo análisis de los mismos con el fin de determinar, el requerimiento, aporte y restricción de líquidos.
Hipoglicemia
Diseñar, implementar y evaluar protocolos soportados con evidencia científica en el que se incluyan los siguientes elementos:(52,53)
• Establecer las indicaciones de cuando iniciar infusión de insulina teniendo en cuenta las cifras de glucometría y glicemia (mayor de 180 mg/dl) documentadas en estudios actuales.(54)
• Construir una escala que permita determinar la cantidad de insulina requerida según las cifras de la glucometría, de acuerdo con las condiciones clínicas particulares de los pacientes.
• Seguimiento de las cifras de glucometría y glicemia determinando un intervalo de tiempo según los requerimientos de insulina.
• Valoración estricta de signos de hipoglicemia según intervalo de tiempo establecido ante los requerimientos de insulina con mayor seguimiento en los turnos de la noche.
• Realizar controles periódicos de los dispositivos utilizados para el control con el fin de minimizar el margen de error producido por el equipo.
• Validar las cifras obtenidas en los controles con los signos del paciente.
La monitorización del paciente o los cuidados que necesita
• Utilizar en la valoración de ingreso y estancia del paciente en estado crítico escalas validadas (Branden y Cubbin Jackson) que permitan identificar oportunamente los factores de riesgo y prevención de las úlceras por presión.(55)
• Diseñar protocolos de sedación(56) que proporcionen lineamientos en donde se establezca periódicamente el objetivo de la sedación-analgesia para cada paciente, evaluación de las respuestas en forma continua, valoración de los efectos adversos de los sedantes- analgésicos, medidas de prevención del delirium y el síndrome de abstinencia, aplicación de escalas para la evaluación del dolor y grado de sedación así como las medidas específicas en el manejo del paciente ansioso y agitado.
• Establecer lineamientos que orienten el uso correcto de la sujeción donde se establezca que el objetivo principal de la inmovilización es evitar el retiro voluntario o accidental de dispositivos (tubos, sondas, drenajes, catéteres) así como impedir la lesión involuntaria al personal de salud, y sólo debe ser usada en situaciones apropiadas y no como un procedimiento de rutina, comodidad y tranquilidad para los profesionales de enfermería, debe ser lo menos invasiva, capaz de optimizar la comodidad, seguridad del paciente y dignidad, utilizada el menor tiempo posible y su indicación debe quedar escrita en la historia clínica.(56)
• Incluir en la ronda de seguridad la verificación de la programación las alarmas con los valores mínimos y máximos de acuerdo con los valores de las variables hemodinámicas y de la condición clínica del paciente, esta actividad debe hacerse al recibo y entrega de turno.
• Reconocer los sistemas de telemetría como un instrumento de apoyo en el seguimiento, control y reconocimientos de cambios clínicos, que no funciona como una herramienta terapéutica y no remplaza la valoración directa del paciente.
Infección nosocomial
• Implementar paquetes de medidas “bandles” para la prevención de la neumonía nosocomial y bacteriemia por catéter, los cuales contienen información precisa de prevención basada en evidencia científica, que permite estandarizar procesos de manejo en el cuidado del paciente en estado crítico.(57)
Maniobras de reanimación
• El aprendizaje de reanimación no está dado solamente por un componente teórico sino que es necesario un aprendizaje práctico, siendo imprescindible la práctica secuencial repetida a través de simulacros de las diversas maniobras de reanimación hasta su realización casi automática. La periocidad de estos simulacros idealmente debe ser mensual, no obstante también se hace necesario la programación de cursos de reentrenamiento como mínimo cada seis meses que permita desarrollar y mantener destreza y habilidades adquiridas.
• Realización de registros que permitan llevar una información ordenada respecto al número de paros cardiorrespiratorios intrahospitalarios, causas, duración del paro, tiempo de reanimación, sobrevida de las reanimaciones, secuelas de las reanimaciones, errores durante la reanimación, todos estos datos se transformarán en indicadores de calidad que permitan medir el éxito o fracaso de las reanimaciones; a la vez que se convierten en insumo para iniciar trabajos de investigación que permitan evaluar el éxito de las reanimaciones, el impacto de la educación continua y los cursos de reentrenamiento en los profesionales.
Conclusiones
• Divulgar, caracterizar y analizar los eventos adversos que ocurren alrededor del proceso de atención de enfermería al paciente en cuidado crítico dentro de una cultura de no culpabilidad como primer paso para mejorar procesos y hacer sistemas más seguros y de mayor calidad.
• Minimizar el riesgo de sufrir un evento adverso es una meta de trabajo conjunto y requiere compromiso de tres actores: los profesionales de la salud con la cultura de desarrollar buenas prácticas, las instituciones de salud como centros seguros y finalmente la implementación de la política de seguridad que genere cambios en el Sistema Nacional de Salud y en la sociedad.
• Se requiere unificar conceptos relacionados con la seguridad clínica de manera que todos los involucrados en la prestación de servicios de salud hablen un mismo lenguaje y posean claridad para su divulgación, identificación y prevención de los eventos adversos.
• Las unidades de cuidado intensivo, caracterizadas por tener equipamientos y tecnologías avanzadas son un reto para el profesional de enfermería en la oferta del cuidado, siendo importante el reconocimiento de factores de riesgo como la falta de formación académica, sobrecarga laboral, déficit en la implementación de políticas, ausencia de estandarización de procesos, protocolos, elaboración de guías, complejidad de los pacientes y las barreras de comunicación para prevenir y minimizar la ocurrencia de errores y eventos adversos.
• Para la minimización de los eventos adversos se debe conocer la magnitud y gravedad del problema a prevenir, la importancia de la evidencia que soporte la necesidad de modificar el problema de seguridad mediante intervenciones efectivas y viables en relación con la complejidad y los costos implementando estrategias dirigidas a los factores de riesgo y a los eventos adversos más frecuentes en las unidades de cuidado intensivo.
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