Pacientes Pediátricos con Sospecha de Abdomen Agudo
Resultados
Se analizó la información de 303 pacientes pediátricos con sospecha de abdomen agudo durante el periodo de estudio. Es decir, de septiembre de 2015 a septiembre de 2016, de los cuales 298 (98,3 %) presentaron hallazgos sugestivos de infección intraabdominal.
La mayoría (59 %) de los pacientes eran del sexo masculino y los grupos más representados
(82 %) fueron los escolares y los adolescentes. El 94 % no manifestaron antecedentes de consumo de antibióticos antes de la cirugía (≤48 horas). Mientras que el 4,3 % restante tenía antecedentes de alguna enfermedad respiratoria que justificaba el manejo antibiótico previo (amigdalitis e infección respiratoria aguda, entre otras) (tabla 1).
El 93 % recibió profilaxis con antibióticos antes del procedimiento quirúrgico y en el 6 % no fue formulada desde urgencias por tratarse de una urgencia vital. El esquema antibiótico más utilizado (75 %) fue ampicilina-sulbactam, seguido de clindamicina-amikacina y, en menos casos. Se utilizaron otros tratamientos combinados, como metronidazol-amikacina, u otros poco convencionales. Como, por ejemplo, monoterapias (amikacina o ampicilina o clindamicina o cefazolina) o asociaciones como metronidazol-piperacilina-tazobactam (tabla 2).
El tiempo medio entre el diagnóstico clínico y el inicio de la cirugía fue de seis horas; sin embargo, fue de 240 horas en un paciente con abdomen agudo secundario a un absceso intraabdominal manejado inicialmente con antibióticos parenterales y drenaje guiado por radiología intervencionista. Pero que requirió cirugía abierta por el deterioro clínico.
De los pacientes con diagnóstico de abdomen agudo:
El 95,3 % correspondió a apendicectomía y, los procedimientos restantes, a drenaje de colecciones, laparoscopia diagnóstica por obstrucción intestinal, intususcepción y colecistectomía, entre otros.
La técnica más utilizada (75 %) fue la laparoscópica y solo un caso requirió conversión de la técnica a laparotomía 31. El 72 % de los cirujanos clasificó los procedimientos como cirugía limpia (tabla 3).
Entre las descripciones quirúrgicas, se evidenció gran variabilidad en el reporte de los hallazgos del procedimiento descrito por los médicos tratantes (figura 1).
De 285 pacientes con apendicectomía, el 83 % correspondió a apéndices no perforadas. De las cuales únicamente se tomaron seis cultivos que representaban el 2,5 % de las no perforadas con seis aislamientos de E. coli.
Luego, de 48 pacientes con diagnóstico de apendicitis perforada, se tomaron 24 (50 %) cultivos, todos positivos, de los cuales 12 fueron tomados de pacientes con apendicitis clasificadas como gangrenosas; un cultivo correspondió a un apéndice que no se había clasificado como tal en la historia clínica y otros dos cultivos procedieron de pacientes sometidos a laparotomía por obstrucción intestinal, con un total de 33 (10,9 %) tomas de cultivo de pacientes operados por sospecha de infección intraabdominal .
Microorganismos Gram Negativos
Los cultivos analizados revelaron que el microorganismo aislado más frecuentemente fue E. coli (66%); sin embargo, es importante destacar que el 54 % de los aislamientos fueron polimicrobianos, con predominio (75 %) de los microorganismos Gram negativos (tabla 4).
En el 2,7 % de los microorganismos Gram negativos, se identificaron mecanismos de producción de betalactamasas de espectro extendido (positivos para BLEE).
Por otra parte, en el Laboratorio de Microbiología, se procesaron los cultivos para la búsqueda de anaerobios en las muestras de 14 pacientes con apendicitis perforada y se logró identificar microorganismos como Clostridium spp. y Prevotella spp. En los antibiogramas, todos (100 %) los gérmenes Gram negativos resultaron ser sensibles a la amikacina, el 97,2 %, al meropenem, y el 94,4 %, a la ciprofloxacina, el cefepime y el ceftazidime (figura 2).
Antibióticos con cobertura para los microorganismos Gram positivos
Los mayores porcentajes de resistencia para en los Gram negativos –incluidos E. coli, Klebsiella spp. y Pseudomonas spp. – se registraron con ampicilina-sulbactam (37 %), seguido por la gentamicina (8,33 %). En el caso de antibióticos con cobertura para los microorganismos Gram positivos, los mayores porcentajes (83 %) de sensibilidad rrespondieron a la vancomicina y la ampicilina, y el 58 %, a la eritromicina (figura 3).
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