Trabajos Libres XXXIII Congreso Nacional, Linfoma Primario de Páncreas
Fabián Jiménez, Lizeth Rodríguez, Josef Kling,
Óscar Guevara
Clínica San Pedro Claver, Facultad de Medicina, Universidad
Nacional de Colombia, Ciudad Universitaria,
Bogotá, D.C.
Introducción. El linfoma primario del páncreas es una entidad rara que causa 0,7% de las neoplasias pancreáticas y 1% de los linfomas no Hodgkin. Muy pocas veces se realiza el diagnóstico preoperatorio.
Caso clínico. Se trata de un hombre de 44 años que consultó por dolor en hipocondrio derecho, ictericia progresiva, náuseas e hiporexia, pérdida de 6 kg de peso en 6 meses, acolia y coluria, sin antecedentes médicos.
En el examen físico se encontró ictericia mucocutánea, dolor a la palpación en el hipocondrio derecho e hipotrofia muscular. La bilirrubina total fue de 17 mg/dl, la bilirrubina directa, de 10 mg/dl, y la fosfatasa alcalina de 274 U/L. El hemograma y las transaminasas fueron normales.
En la ecografía se encontró dilatación de la vía biliar intra y extrahepática, sin cálculos. En la colangiopancreatografía retrógrada endoscópica se observó compresión extrínseca que producía ulceración en la segunda porción del duodeno, estenosis en el colédoco distal y dilatación de la vía biliar intra y extrahepática. En la tomografía computadorizada se encontró una masa en la cabeza del páncreas, de 7 cm de diámetro, que producía compresión del colédoco y de la segunda porción del duodeno, sin infiltración vascular.
En la biopsia percutánea se informó linfoma no Hodgkin B de células grandes de origen centrofolicular. Los estudios de extensión fueron negativos. Se inició quimioterapia con esquema RCHOP con buena respuesta, con retorno a las actividades laborales dos meses más tarde, sin ictericia.
Revisión de la literatura. El linfoma primario del páncreas es raro: se han reportado 107 casos en la literatura. En el estudio radiológico se sospecha por la presencia de una masa voluminosa sin dilatación del conducto de Wirsung y la infiltración hacia otros órganos, sin respetar límites anatómicos. Este caso tenía ambos signos, con infiltración al duodeno. El diagnóstico se hace mediante biopsia y el manejo primario es con quimioterapia.
Colangiocarcinoma Originado en un Adenoma Velloso del Colédoco
Germán Torres, Josef Kling, Óscar Guevara
Clínica San Pedro Claver, Universidad Nacional de Colombia,
Bogotá D.C.
Introducción. En 1988 se reportó el primer caso de adenoma velloso del colédoco y luego se han informado 20 casos. El riesgo de malignidad es incierto.
Caso clínico. Se presenta el caso de un hombre de 67 años que consultó un mes después de una colecistectomía sin complicaciones, por dolor en el hipocondrio derecho e ictericia progresiva.
En el examen físico se encontró ictericia mucocutánea y dolor a la palpación del hipocondrio derecho. En los exámenes de laboratorio se encontró hiperbilirrubinemia a expensas de la directa, con elevación de la fosfatasa alcalina.
La CPRE? demostró un defecto de llenado en el tercio medio y distal del colédoco, sin cálculos. En la colangiografía por resonancia magnética se observó una imagen que ocupaba el colédoco distal. En la ultrasonografía endoscópica se reportó una imagen nodular en la cabeza del páncreas con infiltración del colédoco, sugestiva de carcinoma de cabeza de páncreas.
Se llevó a cirugía y se encontró una masa blanda en el colédoco medio y distal, con induración de la cabeza del páncreas. Se practicó una pancreatoduodenectomía. Al quinto día del postoperatorio se diagnosticó una fístula pancreática tipo B, la cual recibió tratamiento médico.
En la histopatología se reportó un adenocarcinoma del colédoco, originado en un adenoma velloso. Los bordes de resección estaban libres de tumor y no hubo ganglios comprometidos.
Revisión de la literatura. El adenoma velloso se puede originar en la ampolla de Vater, pero es muy raro su origen en el epitelio de los conductos biliares. Se han reportado 20 casos, de los cuales muy pocos (5) tuvieron focos de adenocarcinoma. Se ha sugerido la secuencia adenoma-carcinoma establecida en el colon, pero la escasa cantidad de casos impide sacar conclusiones. El caso reportado podría reforzar dicha teoría. En la colangiografía se puede sospechar cuando se encuentran defectos de llenado irregulares en el colédoco.
Síndrome de Aorta Pequeña
Jorge Adalberto Márquez, Juan Pablo Ruiz
Servicio de Cirugía General, Hospital de San José,
Fundacion Universitaria de Ciencias de la Salud, Bogotá,
D.C.
Introducción. El síndrome de aorta pequeña en una entidad rara que se presenta más frecuentemente en países occidentales desarrollados.
Reportamos el caso de una mujer que asistió a la consulta externa de cirugía general con un cuadro clínico compatible con enfermedad aortoilíaca. Fue llevada a cirugía y se encontró una aorta hipoplásica; por ser una entidad poco conocida, queremos dar a conocer el caso.
Caso clínico. Se trata de una mujer de 51 años con cuadro clínico de un año de evolución consistente en claudicación intermitente, con pulsos periféricos ausentes y llenado capilar prolongado. En el ultrasonido arterial dúplex se encontró enfermedad aortoilíaca bilateral y en la arteriografía de los miembros inferiores, oclusión de la aorta infrarrenal, con abundantes colaterales.
Se hizo diagnóstico de enfermedad aortoilíaca tipo I y fue llevada a laparotomía exploratoria. Se encontró una aorta hipoplásica y oclusión antes de la bifurcación con un diámetro de 5 mm y arterias iliacas en buen estado. Se colocó un injerto en dacrón aortoilíaco con bifurcación, procedimiento sin complicaciones; la evolución fue adecuada y se le dió de alta al cuarto día posquirúrgico.
Revisión de la literatura. El síndrome de aorta pequeña es una entidad de baja incidencia a nivel mundial, con definición arbitraria, que tiene muy pocos casos reportados en la literatura. Se presenta con mayor frecuencia en pacientes de sexo femenino, mayores de 50 años, obesas, con estatura baja, con antecedentes de tabaquismo e hiperlipidemia. Los pacientes suelen consultar por síntomas clínicos de claudicación intermitente; en el examen físico se encuentra disminución de los pulsos periféricos y en la arteriografía, una aorta infrarrenal estenótica y menor de 13 mm. Usualmente, estos pacientes son candidatos para manejo quirúrgico.
Laparostomía de Urgencia en Aneurisma Roto de Aorta Abdominal, una Alternativa que Salva Vidas
Camilo Espinel, Juan G. Barrera,
Ligia Cecilia Mateus, Jaime Calderón,
Marisol Carreño, Andrés Martínez, Cristian Sierra
Servicio de Cirugía Vascular, Fundación Cardiovascular
de Colombia, Floridablanca, Santander
Introducción. La mortalidad operatoria por la ruptura de un aneurisma de aorta abdominal es alta, entre 50% y 70%. La reanimación agresiva con líquidos y el edema de asas, junto con un cierre primario de la cavidad, producen aumento de la presión intraabadominal que compromete el retorno venoso, lo que deriva en hipoperfusión visceral, necrosis tisular y falla renal, falla hepática o isquemia intestinal, y se asocia con compromiso de la función cardiorrespiratoria.
Caso clínico. De 85 casos de aneurismas de aorta abdominal tratados en la Fundación Cardiovascular de Colombia en 4 años, 14 fueron aneurismas rotos de aorta abdominal que requirieron cirugía de urgencia. Cinco pacientes con aneurisma roto de aorta abdominal y choque secundario fueron manejados con abdomen abierto de forma preventiva; en dos casos se identificó tempranamente isquemia intestinal sin perforación y en dos más se previno la hipertensión intraabdominal; a pesar de estas medidas, un paciente falleció por respuesta inflamatoria no resuelta; los otros cuatro casos evolucionaron de forma satisfactoria.
Revisión de la literatura. El manejo inicial con abdomen abierto ha demostrado disminución de la morbimortalidad al prevenir el síndrome de hipertensión intraabdominal y detectar tempranamente las complicaciones isquémicas intestinales presentes hasta en 40% de los casos. No hay factores pronósticos clínicos que indiquen cuál paciente se beneficia con esta alternativa; sin embargo, se recomienda cuando hay un importante compromiso hemodinámico y produce mejores resultados con respecto a los pacientes que requirieron reintervención para laparostomía y manejo de hipertensión intraabdominal ya instaurada. El manejo con abdomen abierto de pacientes con aneurisma roto de aorta abdominal y choque es una excelente opción preventiva.
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