Trabajos Libres XXXIII Congreso Nacional, Hemorroidopexia PPH con Anestesia Local y Sedación Superficial

Evaluación de su Eficacia y Seguridad

Carlos E. Martínez, Nairo J. Senejoa,
Heinz Ibáñez, Lina Mateus, José Hormaza,
Javier Carrera, Juan Carlos Reyes
Hospital Militar Central, Bogotá, D.C.

Hipótesis. La hemorroidopexia PPH es un procedimiento eficaz y seguro al realizarlo con anestesia local y sedación superficial.

Materiales y métodos

Diseño. Se realizó un estudio descriptivo con medición prospectiva de los datos de los pacientes a quienes se les practicó hemorroidopexia con sutura mecánica PPH en el periodo comprendido entre el 1º de mayo de 2005 y el 31 de mayo de 2007.

Población. Se tuvieron en cuenta todos los pacientes a quienes se les practicó hemorroidopexia con sutura mecánica PPH por alguno de los integrantes del Servicio de Coloproctología del Hospital Militar Central, durante el periodo comprendido entre el 1º de mayo de 2005 y el 31 de mayo de 2006. En total se reunieron 94 pacientes con estas características.

Variables. Las variables que se tuvieron en cuenta en la realización de este estudio fueron: Edad, sexo, enfermedad por la cual se realizo el procedimiento, síntoma principal, síntomas secundarios, duración de los síntomas, tiempo de duración del procedimiento, dolor postoperatorio, procedimientos adicionales, días hasta la primera deposición, complicaciones, tiempo de aparición de complicaciones.

Resultados. Se recolectaron 94 pacientes durante el periodo en el cual se realizó el estudio. De ellos, 55 (58,5%) pacientes fueron hombres y 39 (41,5%) mujeres. Del total de pacientes analizados, se realizó el procedimiento en salas de cirugía en 30 (31,9%) y en la sala de procedimientos ambulatorios del Hospital Militar a 64 (68,1%) pacientes.

El diagnóstico por el cual se realizó este procedimiento fue hemorroides internas grado IV en 28 pacientes (29,7%), hemorroides internas grado III en 50 (53,1%), prolapso mucoso en 10 (10,6%), hemorroides mixtas en 5 (5,31%) y úlcera rectal solitaria en 1 (1,5%), además, 3 de ellos (3,1%) presentaban fisura anal crónica.

Los principales síntomas por los cuales consultaron inicialmente los pacientes fueron: sangrado en 48% de los casos, prolapso de los paquetes hemorroidales internos con el pujo en 27%, sensación de masa en 16% y dolor en 9%.

Se encontró un mayor número de pacientes con síntomas múltiples y un menor número de pacientes que presentaban sintomatología única, así: del grupo de pacientes, sólo 9 9,5% presentaban un solo síntoma; hubo 57 (60,6%) que presentaban dos síntomas y 26 (27,6%) con tres síntomas.

Los principales síntomas son los descritos anteriormente; sin embargo, se presentaron algunos pacientes con síntomas atípicos. Es así como hubo 4 pacientes con prurito anal, 4 con incontinencia fecal asociada a los síntomas del prolapso, 2 con humedad anal y 2 con descarga mucosa.

El promedio de la duración de los síntomas fue de 4,7 años (DE: 2,93, IC 95%: 3,85-5,26); sin embargo, la variabilidad en los datos de duración de los síntomas es muy amplia, con tiempos tan amplios como 15 años y pacientes con síntomas de tan sólo 5 meses de evolución.

La duración del procedimiento, en promedio, fue de 21 minutos, con una desviación estándar de 7,17 (IC 95%: 18,86-23,18) y no se apreciaron cambios importantes con el paso del tiempo.

En 4 pacientes se realizaron procedimientos adicionales en la hemorroidopexia PPH debido a patologías asociadas, dos resecciones de crestas cutáneas anales y tres esfinterotomías laterales internas. Hubo un paciente en quien se realizaron los dos procedimientos simultáneamente, una hemorroidectomía externa y una resección de papila anal.

En cuanto a la presencia de dolor en el posoperatorio, los días 1, 2, 3 y 7 hubo 10, 12, 18 y 68 pacientes, respectivamente, que no manifestaron ningún dolor.

Es relevante la tendencia a la desaparición del dolor desde el primer día posoperatorio, con la presencia progresiva de cada vez más pacientes que presentaron menor intensidad del dolor hasta el día 30, en el cual llamativamente no hubo ninguno que refiriera dolor.

El 81,8% de los pacientes presentaron: dolor de intensidad 4 o menor el primer día posoperatorio; el segundo día, 86,3% presentaron dolor intensidad 3 o menor; el tercer día, 95,4% presentaron dolor intensidad 3 omenor; y a la semana, 77,2% se encontraban sin dolor, 15,9% con dolor entre 1 y 2 y sólo 6,8% presentaban dolor de intensidad alta.

Se presentaron las siguientes complicaciones: dos pacientes (2,1%) presentaron trombosis hemorroidal interna, complicación que aunque se encuentra descrita y asociada a este procedimiento no es tan frecuente en los datos de otras series. Hubo dos sangrados (2,1%) de la línea de grapas, ambos leves pero que consultaron en el posoperatorio temprano y requirieron manejo invasivo con puntos de sutura en el sitio de sangrado. Se presentó una paciente de 77 años con dehiscencia parcial de la línea de sutura a los 5 días, que se manejó conservadoramente y evolucionó favorablemente. Un paciente (1,06%) con antecedente de úlcera gástrica, en contra de las recomendaciones, tomó AINE y presentó sangrado gástrico importante que requirió tratamiento hospitalario con cristaloides, pero sin transfusión; La endoscopia mostró una úlcera con coágulo de fibrina pero sin sangrado activo al momento del examen; se resolvió espontáneamente. Se presentó un prolapso mucoso persistente en la cara anterior y un paciente joven con retardo mental y maniobras de instrumentación para la defecación que persistió con úlcera rectal solitaria de menor tamaño y con menos sangrado en el cuarto mes posoperatorio.

Además, se presentaron dos complicaciones que no consideramos inherentes al procedimiento, sino más bien a la técnica de instrumentación para su realización y, probablemente, de cualquier procedimiento en la región anal: una paciente se presentó con incontinencia fecal leve para gas y otro paciente presentó una fisura anal traumática. Ambas complicaciones se resolvieron en el transcurso del primer mes de posoperatorio con tratamiento médico.

Se presentó, además, un ectropion de la mucosa rectal y un paciente que consultó por prurito anal posterior al procedimiento.

Con estos resultados se satisfacen los objetivos propuestos en el planteamiento del trabajo.

Conclusiones. Los resultados de este estudio sugieren que el dolor posoperatorio al realizar la hemorroidopexia PPH con anestesia local y sedación superficial es similar a aquél que se presenta cuando el procedimiento se realiza con anestesia general o regional. Además, se observó que el porcentaje de complicaciones es similar al informado en la literatura mundial para el procedimiento
con la técnica con anestesia regional o general, considerada estándar mundial.

En conclusión, la hemorroidopexia PPH con anestesia local y sedación superficial es un procedimiento seguro y eficaz.

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