Historia de la Medicina: La Farmacia en Colombia y Sociedad de Farmacéuticos
Revista Farmacéutica 1895-19141
Historiadora Maryelis Rivero Seña
Resumen
Este artículo pretende estudiar dos momentos emergentes del proceso de institucionalización de la farmacia moderna en Colombia: la creación de la sociedad de farmacéuticos de Cundinamarca y la revista científica de la sociedad, a finales del siglo XIX y principios del XX.
Palabras clave Farmacia, institucionalización, profesionalización, Sociedades científicas, gremio, reconocimiento, discurso, ciencia.
En el último tercio del siglo XIX, aparecieron en Colombia diversas manifestaciones de institucionalización científica: las revistas especializadas y las sociedades científicas. Entre estas últimas encontramos la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá, creada en 1873, que después se convirtió en la Academia Nacional de Medicina, la Academia de Medicina de Medellín y la Sociedad de Medicina y Cirugía del Cauca creadas en 1887; la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bolívar fundada en Cartagena en 18932.
La fundación de estas sociedades es un reflejo del nivel de organización que había alcanzado el cuerpo médico para finales del siglo XIX3. Dentro de sus objetivos más importantes estaba el de instruir y civilizar al común de la población. De esta manera los médicos concebían a la ciencia como actividad patriótica, con un firme convencimiento en el progreso de la civilización. El saber médico había construido ciertos espacios que le daban legitimidad y autonomía frente a otros saberes oficiales. De hecho la temprana profesionalización, la creación de sociedades y una revista especializada, generarían las condiciones para que el Estado los reconociera como cuerpo consultivo4.
La Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá a través de su órgano de comunicación la Revista Médica de Bogotá, abordaba temas relacionados con el alcoholismo, chichismo, las medidas de control de las principales enfermedades, entre ellas la lepra. También analizaba como debía ser el manejo sanitario de las aguas, de residuos y alimentos. Las medidas que consideraban debían ponerse en práctica, se expresaban a través de los discursos que circulaban en la Revista Médica. Dentro de estos discursos encontramos los tratados sobre reglamentación de la venta de leche y consumo en la capital de la república y el control sanitario de instalaciones públicas (asilos, hospitales y escuelas).
Tales discursos llevaron a los médicos a tener conflictos con otros actores como los ingenieros, en materia de construcción de edificios públicos, especialmente hospitales y mataderos, un ejemplo de ello sería una de las propuestas elaboradas por los médicos agremiados en la Junta Central de Higiene, que fue aprobada por el Ministerio de Gobierno en 1900. Esta propuesta establece en uno de sus artículos lo siguiente:
“No podrá llevarse a efecto en Bogotá la construcción de ningún edificio público o privado, que como hospitales, asilos, teatros, mataderos, plazas de mercado, estén destinados al público o que sean insalubres, sin que la Junta Central de Higiene apruebe en lo que se relacione con ella, la elección del sitio en que construya y los planos adaptados5”.
En síntesis, podemos observar como el Estado le daba reconocimiento al saber médico, al atribuirle al gremio la función de diseñar y fiscalizar las medidas de higiene pública. En ese sentido instituciones como la Junta Central de Higiene representaban las manifestaciones de un proceso transitorio de cambio no sólo del saber médico, sino del poder político y económico6.
Si lo descrito anteriormente sucedía en el gremio médico, ¿qué pasaba entre quienes practicaban la farmacia de manera oficial en el país y especialmente en Bogotá? Siguiendo los ejemplos de sociedades médicas ubicadas en: Bogotá, Barranquilla, Cartagena, Cauca y Medellín, aparecen las sociedades del saber farmacéutico, en Medellín, la sociedad Unión Farmacéutica Antioqueña en 1895 y en Bogotá, la Sociedad Central Farmacéutica de Cundinamarca en 1895 y su órgano de comunicación la Revista Central de Farmacia creada en 1896, sobre ésta última sociedad y su revista nos vamos a referir en este trabajo.
1 Este artículo hace parte de los resultados de investigación presentados en la Universidad de los Andes para optar por el título de Magíster en Historia.
2 Sobre la historia de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bolívar véase CASAS Alvaro y MARQUEZ Jorge. Sociedad médica y medicina tropical en Cartagena del siglo XIX al XX. En: Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura Nº 26, Bogotá, Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Ciencias Humanas Departamento de Historia, 1999, pp.115-133.
3 A finales del siglo XIX, se fundaron otras sociedades como la Sociedad Dental de Bogotá fundada aproximadamente en 1894, contaba con su órgano de comunicación los “Anales de la Sociedad Dental de Bogotá”, revista que reunía a un grupo respetable de dentista de la capital de la república. Así como también la Sociedad de Medicina Veterinaria. Ver Revista Médica de Bogotá. Órgano de la Academia Nacional de Medicina, año XVI, Nº 201, septiembre de 1894.
4 La ley 30 de 1886 estableció, dentro del ministerio de instrucción pública, la existencia de una Junta Central de Higiene integrada por tres médicos y un secretario. Los médicos eran escogidos por el ejecutivo a partir de ternas presentadas al presidente de la sociedad de medicina y ciencias naturales. De esta junta se hacían depender las juntas departamentales de higiene, integradas de la misma manera. Así mismo dependían de ella el parque de vacunación, la oficina central de vacunación y una división encargada de las políticas y prácticas relacionadas con las cuarentenas.
La ley anterior y sus accionar manifiestan la etapa del intervencionismo del Estado, pero también la incursión definitiva del gremio médico en el manejo de las políticas de salud pública. Ver al respecto MIRANDA Néstor. “La medicina colombiana de 1867 a 1910:el predominio de la clínica francesa”. En: Historia social de las ciencias, Tomo VIII Medicina, Bogotá, Colciencias, 1993, pp. 77-80.
5 HERRERA Juan David. Sobre el hospital San Juan de Dios y lo referente al cumplimiento del artículo 1 del acuerdo de la Junta Central de Higiene sobre la construcción de edificios destinados al público o que puedan ser insalubres, aprobado por resolución del ministerio de gobierno. Ver Revista Médica de Bogotá, año XXIV, Nº 287, Bogotá, marzo de 1904.
6 Hay que aclarar que si bien la Junta siguió funcionando de manera parcial, no se puede hablar todavía para este periodo de una organización sanitaria nacional, pues no existían Juntas Departamentales de Higiene, ni representantes de la institución a nivel municipal o rural. el problema del buen funcionamiento de esta institución se asocia no solo a un problema técnico, sino que está en estrecha relación con las dificultades del Estado y de la dinámica socioeconómica del país. El periodo entre 1890 y 1913 es el despegue de la economía cafetera, la red ferroviaria, crecimiento de la población, exigencias en materia de salud, relaciones económicas y políticas con el gobierno de los Estados Unidos. Es durante este periodo que empieza a operar el Consejo Nacional de Sanidad, perdiendo fuerza la Junta Central de Higiene. Finalmente por medio de la ley 84 de 1914, el Consejo Superior de Sanidad es transformado nuevamente en la Junta Central de Higiene, adscrita al ministerio de gobierno, a partir de ese momento todas las disposiciones emanadas por la Junta son obligatorias en su cumplimiento. Véase QUEVEDO Emilio, HERNANDEZ Mario y MIRANDA Néstor. “Ciencias Médicas, Estado y Salud en Colombia: 1886-1957”. En: Historia social de la ciencia en Colombia, Tomo VIII Medicina, Bogotá, Colciencias, 1993, pp. 183-187.
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