Alfredo Jácome Roca*
El doctor Jorge Segura Vargas nació en Duitama, Boyacá, el 14 de agosto de 1924. Ingresó como estudiante fundador en 1942 a la naciente escuela de medicina de la Javeriana, la segunda facultad en Bogotá, que contó con no pocos enemigos que casi acaban con ella. El apoyo de algunos distinguidos profesores de la época –que además firmaron el acta de fundación- el tesón del Padre Félix Restrepo, a la sazón Rector Magnífico, y la perseverancia de alumnos como Segura, permitió que este finalizara sus estudios en 1947 en la primera promoción y se graduara en 1950 con la tesis “Vesícula no visible, intubación duodenal”. Con el título no terminaron los avatares, por la resistencia que generaban los egresados de la nueva escuela médica. Sin embargo, Jorge y algunos compañeros lograron ingresar al Hospital San José de Bogotá, donde llegaron a ser muy apreciados. El entrenamiento lo logró realizar en este tradicional centro hospitalario de la capital, con el profesor Hernando Anzola Cubides. Era Anzola un distinguido académico, miembro de la Sociedad de Cirugía de Bogotá, quien creó una importante escuela quirúrgica en la capital.
Fue Alumno Fundador y Profesor Distinguido de la Facultad de Medicina de la Universidad Javeriana, Jefe del Departamento Quirúrgico del Hospital San Ignacio, donde dejó un legado de habilidades y conocimientos quirúrgicos, bonhomía y lealtad con la Facultad, que acompañó de principio a fin, en las buenas y en las malas.
La Javeriana comprendió la importancia de alumnos pioneros como Jorge Segura, y lo premió en consecuencia. Recibió la Mención Honorífica 25 años y la Orden Javeriana en grado de Caballero. Diría que entre sus alumnos nos contamos por miles. Fue adjunto de los hospitales de San José, La Samaritana, Cancerológico –donde estudió por 20 años el cáncer esofágico, y con dicho trabajo se recibió como Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia, siendo uno de los primeros javerianos que llegaron a ser académicos, al igual que los doctores Alberto Escallón y Jorge Cavelier. Fue entusiasta de las asociaciones de egresados de la Javeriana, miembro de varias sociedades científicas nacionales e internacionales, autor de artículos científicos y Miembro de Honor de la Asociación Interamericana de Gastroenterología. Hay que recordar que esta especialidad la comenzaron los más importantes cirujanos, y la continuaron los internistas endoscopistas.
El profesor Segura Vargas fue de convicciones conservadoras y asiduo lector de EL SIGLO de los Gómez. Se dedicó sin embargo a su profesión, y no ocupó cargos políticos. Fue director de revistas como la “Universitas Medica” y el “Repertorio de Medicina y Cirugía”, fue amigo de sus amigos y logró convertirse en una especie de símbolo de los médicos javerianos. Pudo sobrevivir serias enfermedades crónicas, mas no la tristeza que le invadió con la desaparición de la “señora Celmirita” (la enfermera Celmira Acevedo, su esposa y compañera de toda la vida, madre de sus hijos). Se quedó sin piso –como el mismo decía- y su vida se fue apagando hasta que dejó de existir en Bogotá el 25 de julio de 2011, rodeado de su numerosa familia, cuando faltaba un escaso par de semanas para cumplir los 87 años.
* Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina
