Enrique Tejera Microbiólogo

Historia de la Medicina

Enrique Tejera: Microbiólogo Responsable, Honesto e Incansable

Luis Eduardo Traviezo Valles1

Resumen

Se describe la obra de Tejera Guevara, quien desde recién graduado, en una Venezuela atrasada sanitariamente por años. No obstante, logra señalar los primeros casos de la enfermedad de Chagas, leishmaniasis y amibiasis, así como también descubrir al Trypanosoma rangeli. Luego, con el despertar de la democracia, funda el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social. Para posteriormente dedicarse a la investigación microbiológica, aislando unas 32.000 cepas y describiendo treinta taxones nuevos, de los que resaltó el Streptomyces venezuelae del que se logró aislar el Cloranfenicol.

Palabras clave: Trypanosoma rangeli, Streptomyces, sanidad, historia, Venezuela.

Enrique Tejera: Responsible, Honest and Tireless Microbiologist

Abstract

The work of Tejera Guevara is described. Once he graduated, in a longtime poor public-health Venezuela, however, he manages to report the fi rst cases of Chagas disease, leishmaniasis and amebiasis, discovering Trypanosoma rangeli as well. Then with the beginning of democracy, he founded the Ministry of Health and Social Care, to later dedicate himself to microbiological research, isolating some 32,000 strains and describing thirty new taxa, of which Streptomyces venezuelae stood out, from which Chloramphenicol was isolated.

Keywords: Trypanosoma rangeli, Streptomyces, health, history, Venezuela.

Introducción

Mil ochocientos ochenta y nueve fue un gran año para la historia mundial: en su transcurrir se inauguran la Torre Eiffel (31/03/1889) y el Moulin Rouge (06/10/89) en París; Nellie Bly empieza su vuelta al mundo (14/11/89) que lograría en 72 días, 6 horas y 11 minutos; José Gregorio Hernández termina sus estudios de Medicina (UCV 28/06/89); Camilo Golgi y Ettore Marchiafava describen las diferencias entre la malaria terciana benigna y la terciana maligna; igualmente, fue el año de la muerte de Don Bosco (31/01/1889) y de Vincent Van Gogh (29/07/89). Por otro lado, el año del nacimiento de Gabriela Mistral (07/04/1889), Charlie Chaplin (16/04/89), Adolf Hitler (20/04/1889) y el nacimiento de los venezolanos Teresa de la Parra (05/10/89) y de un extraordinario científico, Enrique Guillermo Tejera Guevara (05/09/1889) (1,2).

Biografía

Enrique Tejera Guevara, nació en Valencia, Venezuela, el jueves 5 de septiembre de 1889, hijo del abogado y juez, Emeterio Enrique Tejera y de Carmen Guevara Zuloaga. Dos de sus bisabuelos fueron héroes de la independencia venezolana, Vicente Tejera que encontró la muerte en una batalla naval, cuando navegaba hacia el Congreso de Angostura (1819) y Vicente Guevara, que fue fusilado en el mismo año de 1819 por orden del realista Pablo Morillo (1775-1837). Para beneplácito de esta historia, ambos republicanos y antes de morir trágicamente ya habían asegurado su descendencia (3-6).

Tejera Guevara transcurre su educación primaria en el Colegio Juan Manuel Cajigal:

El cual era regentado por el Dr. Alejo Zuloaga, quien sería rector de la Universidad de Valencia (estado Carabobo). En este colegio también estudió el pintor Arturo Michelena (1863-1898). Posteriormente, Tejera cursa la secundaria en el Colegio de La Universidad, del cual egresaría como bachiller en filosofía en 1907, a los 18 años (4-7). Inmediatamente después de graduado de bachiller (1907), ingresa a estudiar medicina, en la Universidad Central de Venezuela (UCV). Allí iniciaría su pasión por la microbiología (en esta época no existían las subespecialidades como parasitología, bacteriología, micología), desarrollándose académicamente, científicamente y políticamente, ya que fue líder estudiantil (firmó una carta contra el dictador) lo cual lo convirtió en un perseguido político del presidente de la época, el general Juan Vicente Gómez. Faltando poco para graduarse, cierran la universidad, y en 1912 se ve obligado a migrar (4-7).

Se exilia en Francia, donde continúa sus estudios en la Universidad de La Sorbona, y allí muestra su admiración por su maestro Emile Brumpt (1877 – 1951), un ilustre parasitólogo. Brumpt fue quien inventó el xenodiagnóstico para detectar pacientes con la enfermedad de Chagas, donde se somete a los sospechosos a ser picados por ninfas sanas de triatominos, a las cuales les eran examinadas, posteriormente, sus deyecciones. También, adelantado a su tiempo, Brumpt propuso la teoría de que en la misma morfología de Entamoeba histolytica coexistían dos especies distintas, una patógena y otra comensal, lo cual fue demostrado cincuenta años después. Brumpt fue el docente preferido del Dr. Cyril Garnham, quien descubriría, entre otras cosas, el ciclo hepático de Plasmodium sp (4-7).

Al estallar la Primera Guerra Mundial (28/07/1914- 11/11/1918), Tejera decide ingresar como practicante voluntario en el Cuerpo Médico del Ejército de Francia (1915-1916) desempeñándose como chofer de ambulancias y galeno. También resalta la participación del venezolano Diego Carbonell, que igualmente laboró como médico en el ejército galo (4-7).

Existen registros de más de cuarenta venezolanos que participaron en la Primera Guerra Mundial, entre los que resaltó el zuliano Carlos Otto Meyer Baldó, quien en 1916 luchó por Alemania (era hijo de alemanes) combatiendo junto al renombrado “Barón Rojo” (Manfred von Richtofen) en el escuadrón “Circo Volador”. Meyer logró derribar siete aviones, por lo que fue condecorado con la Cruz de Hierro antes de regresar a Venezuela en 1926, donde empezó la conformación de la Fuerza Aérea Venezolana (8).

En 1917 Enrique Tejera logra graduarse de Médico Colonial e inmediatamente continúa sus estudios, realizando los cursos de Microbiología Médica y Microbiología Agrícola en el Instituto Pasteur de París, recibiendo clases de los discípulos del Dr. Luis Pasteur. Una vez concluidos sus desempeños, regresa a Venezuela gracias a un indulto conseguido por un amigo suyo que tenía influencias con el general Juan Vicente Gómez (4-7).

Cuenta una sobrina del doctor Tejera que, en una oportunidad, el dictador Gómez lo mandó a llamar cuando tenía una hija muy enferma, y al llegar, quien era apodado el sabio Tejera (a pesar de ser adversarios) el general Gómez se levantó inmediatamente como muestra de respeto ante este competente médico. Luego de su intervención, la niña mejoró (4-7).

En ese mismo año se casa con Valentina París, con quién tuvo su único hijo (Enrique Tejera París). Lamentablemente su esposa fallese en 1936, por lo que el maestro Tejera se casaría nuevamente en 1943 con Elsa Morazani, quien lo ayudaría incondicionalmente en sus investigaciones y lo acompañaría el resto de su vida (4-7).

 Una vez en Caracas, en 1919, presentó el examen de suficiencia en la UCV y obtuvo, por convalidación, el doctorado en Ciencias Médicas. Consiguió inmediatamente después un trabajo en la empresa petrolera Caribbean Petroleum Co., en La Horqueta, Sierra de Perijá (estado Zulia), donde con la constante compañía de su microscopio, desarrolló las investigaciones que más fama le darían (4-7).

Descubrió por primera vez en Venezuela (en Mene Grande y luego en Trujillo) la presencia de la enfermedad de Chagas, detectando pacientes y mamíferos infectados con Trypanosoma cruzi y describiendo al chipo, Rhodnius prolixus, como su vector en Venezuela, siendo los primeros hallazgos de esta dolencia fuera de Brasil, cosa que complació mucho al Dr. Carlos Chagas, quien le mandó un cablegrama (telegrama) agradeciéndole todos sus esfuerzos por caracterizar e investigar esta nueva enfermedad (4-7).

También resaltaron sus estudios sobre la leishmaniasis, la descripción de dos casos de malaria congénita y el haber hecho el diagnóstico preciso de la disentería amibiana (conocimientos aprendidos con su maestro Emil Brumpt) (5-7).

Igualmente, en los campos petroleros, encontró triatominos (Rhodnius prolixus) infectados con tripanosomatídeos parecidos al Trypanosoma cruzi, pero más largos y delgados y que presentaban un cinetoplasma más pequeño (puntiforme), y en consecuencia lo reportó como una nueva especie (1920) a la cual llamó Trypanosoma rangeli n. sp (al principio pensó llamarlo Crithidia rangeli) en honor al ilustre sabio Rafael Rangel, padre de la parasitología y del bioanálisis en Venezuela, científico al cual Tejera profesaba una gran admiración, por lo que, igualmente gestionaría en 1977 el nombre de Rafael Rangel al Instituto Nacional de Higiene de Venezuela (4-6).

En 1919 regresa del estado Zulia a Caracas, ingresando al Laboratorio de Bacteriología y Parasitología de la Oficina de Sanidad Nacional, donde por sus logros le encomiendan trasladarse al estado Táchira para investigar las causas de una epidemia de disentería (diarreas con moco y sangre), viajando con su microscopio y cantidad de medios de cultivos (para el estudio bacteriológico) lo cual le permitió aislar, por primera vez en Venezuela, una especie de Shigella. Esto gracias a los sueros enviados desde la isla de Curazao por su colaborador el Dr. Whatman.

El Dr. Tejera logra identificar la bacteria productora de la epidemia como Shigella flexneri, detectando también casos mixtos (simultáneos) de disentería con Shigella y Entamoeba histolytica, hallazgos que le permitieron controlar la epidemia (4-7).

Igualmente, el doctor Tejera resaltó por identificar el vector de la fiebre recurrente (garrapatas del género Ornithodoros); también por descubrir la tripanosomiasis del ganado y referir en ratas a la Spirochaeta morsus muri (4-6).

De la misma manera, se le atribuye al maestro Tejera, que a lo largo de su vida estudiaría unas 17.000 muestras de ambientes naturales (principalmente tierra), aislando aproximadamente 32.000 cepas microbianas, entre bacterias y hongos, especialmente los actinomicetes (productores de sustancias antibióticas) de los que aisló unas treinta nuevas variedades (taxones). Era tanto su fervor por el estudio de los hongos, que su casa (que funcionaba también como su laboratorio personal) ubicada en Valle Arriba, en Caracas, llevaba por nombre “Los Hongos”. Las cepas con mejores propiedades antibióticas, se las vendía a laboratorios de los Estados Unidos, lo cual le permitió reunir una pequeña fortuna (3-7).

Entre los nuevos taxones, resaltó especialmente su aislado de Streptomyces venezuelae n. sp. (Tejera,1947), que por información de su viuda (Elsa Morazani) fue colectado del mercado popular de Chacao (Caracas). De este microorganismo, Paul Burkholder aisló en 1947, en los Estados Unidos, el cloranfenicol, antibiótico que fue posteriormente obtenido cristalinamente en 1947 por Bertz (fue el primer antibiótico fabricado sintéticamente a gran escala), llamándolo “cloromicetina”, el cual fue muy efectivo para bacterias Gram negativas (4-6). También ejerció la entomología, investigando los flebótomos transmisores de la leishmaniasis (Lutzomyia sp) y estudió el papel de las cucarachas como vectores de enfermedades, disertación que le permitió obtener el premio “Dr. José Gregorio Hernández” (4-6).

De la misma manera, entre 1912 y 1958, publicó 35 artículos en revistas nacionales e internacionales, igualmente dictó más de ochenta conferencias en innumerables jornadas y congresos científicos, tanto de Venezuela como del exterior (4-7).

Cuando era estudiante en 1913, Tejera publicó en la Gaceta Médica de Caracas un caso de verruga del Perú y luego, en 1917, concursó bajo un seudónimo para el premio “Dr. José María Vargas” de la Academia Nacional de Medicina (Venezuela), el cual ganó, pero decidieron no entregárselo con el pretexto de que aún no era médico.

Luego en 1918, ya graduado de médico cirujano, concursó nuevamente y ganó de nuevo el premio J.M. Vargas, y en esta segunda oportunidad si se le entrega. El 27 de septiembre de 1934, en función de su trayectoria y excelencia académica, lo nombran Individuo de Número de la Academia Nacional de Medicina (Venezuela), pero nunca quiso incorporarse a este cargo por razones que no se han podido determinar (Figura 1) (4-7).

Enrique Tejera en distintas facetas de su vida

Entre los principales compromisos desempeñados por el maestro Tejera, estuvieron: presidente del Ateneo de Caracas (1934); presidente de La Cruz Roja Venezolana (1935); presidente y director del Instituto Nacional de Higiene; docente de las Cátedras de Histología y de Medicina Tropical (fundador 03/02/1926, UCV); ministro plenipotenciario del Reino de Bélgica (1936-1938) y plenipotenciario de las Repúblicas de Uruguay y Paraguay (02/1943); director del Instituto de Cultura Popular, presidente del estado Carabobo (02/1945), presidente de la Federación Médica Venezolana (1947), presidente de la Confederación Médica Panamericana, presidente de la Sociedad de Ciencias Naturales, presidente del Centro Venezolano-Francés; fundador de la Sociedad Venezolana de Microbiología, de la cual fue su primer presidente (1953-1957), etc (4-6).

Tejera, primer ministro de Sanidad de Venezuela

Luego de la muerte del general Gómez, bajo la presidencia del general Eleazar López Contreras (1935-1941), el doctor Tejera es nombrado ministro de Salubridad, Agricultura y Cría (1936), institución que se transformaría, apenas quince días después (25/02/1936) en el Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS), separando definitivamente la cría de ganado y el cultivo de verduras, del paludismo y la tuberculosis (Figura 2) (4,5).

Enrique Tejera, primer ministro de Sanidad

Tejera aprovecha para crear las primeras tres grandes ramas de la salud en Venezuela: la primera fue la División de Higiene Materno Infantil dirigida por uno de sus alumnos, el pediatra Pastor Oropeza, en segundo lugar, la División de Tisiología (tuberculosis) a cargo del Dr. José Ignacio Baldó y, en tercer lugar, la más importante, la Dirección de Malariología, asignando al parasitólogo Arnoldo Gabaldón, su amigo, a quien le pidiera que, por favor, regresara de los Estados Unidos para encargarse y crear esta “Dirección Especial” (30/07/1936) y encomendarle la Escuela de Malariología anexa. Este modelo del Ministerio de Sanidad y Asistencia Social (MSAS), fue considerado por la Liga de las Naciones (institución predecesora de las Naciones Unidas, ONU) como el mejor modelo a seguir para los países en vías de desarrollo (4-7).

También como ministro creó el primer puesto de socorro del país y organizó los leprosorios (leprocomios) en medio de la lucha contra la enfermedad de Hansen (6,7).

A pesar de estas enormes ganas de modernizar la salud en Venezuela, Tejera renuncia a su cargo de ministro, apenas cuatro meses después de haber sido nombrado (mediados de 1936), como consecuencia de su oposición a una “Ley de Defensa contra el paludismo” por parte Congreso Nacional, ley que consideraba costosa y alejada de la realidad del país. Entre 1938 y 1939 ejerció nuevamente como ministro, pero esta vez de Educación (4-7).

En 1945, Tejera en su desempeño como el centésimo trigésimo cuarto gobernador del estado Carabobo, le pide a su amigo Arnoldo Gabaldón (Figura 3), que iniciara en el caserío “palúdico y moribundo” de Morón (estado Carabobo) la campaña de fumigación con DDT (Dicloro Difenil Tricloroetano).

Enrique Tejera, junto a Arnoldo Gabaldón

Cruzada que se inició efectivamente el domingo 2 de diciembre de1945, un gran comienzo de un trascendente cometido para la erradicación de la malaria en Venezuela. Esta campaña sería un éxito nacional y una referencia internacional, tanto que fue tomada como ejemplo a nivel mundial para la erradicación del paludismo. Es por esto que el 2 de diciembre de cada año, se conmemora el Día Panamericano de la Salud (1,4-7).

Entre sus distinciones principales se pueden incluir las siguientes: Orden al Mérito en el Trabajo, Medalla de Instrucción Pública, Orden Francisco de Miranda, Gran Cordón de la Orden del Libertador, Medalla de Oro de la Federación Médica Venezolana, Gran Cordón de la Orden de la Corona de Bélgica, Gran Cordón de la Orden del Cóndor de Los Andes de Bolivia, Comendador de la Orden Carlos Finlay de Cuba, Comendador de la Orden do Cruzeiro do Sul Brasil, Oficial de la Legión de Honor de Francia, etc (4-7).

Sobresale entre sus condecoraciones la Medalla Nocht del Instituto de Medicina Tropical de Hamburgo en Alemania, instituto donde trabajaron los reconocidos microbiólogos Bernhard Nocht (1857-1945), Gustav Giemsa (1867-1948), Fritz Schaudinn (1871-1906), Henrique da Rocha Lima (1879-1956), Stanislaus Von Prowazek (1875-1915) y donde estudiaron, entre otros, los ilustres venezolanos Jesús Rísquez (1883-1947), José Francisco Torrealba (1896-1973), Arnoldo Gabaldón (1909-1990) y José Vicente Scorza (1924-2016) (9).

Tejera, médico que sirvió al país y no se sirvió del país

Sus logros se basaron en que Tejera era una persona muy trabajadora, responsable, honesta, se levantaba todos los días a las cuatro de la mañana e inmediatamente duraba dos horas estudiando (actualizándose). Se sentía responsable del bienestar de Venezuela y desde muy joven criticó fuertemente lo que le parecía injusto (4-6).

Con sus familiares y amigos fue afectuoso, a su madre siempre la visitaba todas las tardes, hasta en los momentos más comprometidos de su profesión. De su maestro Emil Brumpt aprendió que, si se iba a hacer algo, se debía hacer bien, y frecuentaba un dicho de que, los ciudadanos debían “servir al país y no servirse del país”. Como catedrático, sus estudiantes (UCV) lo consideraban muy estricto y meticuloso (4-7).

Tuvo la satisfacción de compartir con destacadas personalidades tales como: Alexander Fleming (1881-1955) descubridor de la penicilina, el presidente López Contreras (período 1935-1941), el presidente Medina Angarita (período1941-1945), el presidente Rómulo Betancourt (período 1945-1948) del que recibió el Cordón del Libertador, el presidente y escritor Rómulo Gallegos (juntos sembraron árboles en el Parque el Este de Caracas), el naturalista y botánico suizo Henri Pittier, el escritor Arturo Uslar Pietri, el parasicólogo Arnoldo Gabaldón, el pediatra Pastor Oropeza, etc (4-7).

Haciendo honor al maestro Tejera, el Hospital Central de Valencia (Venezuela) lleva su nombre, así como una importante avenida y Urbanización de dicha ciudad.

Igualmente es el epónimo de la Coral y del Museo del Instituto Nacional de Higiene (Caracas). También es epónimo del Liceo Enrique Tejera de Guacara (estado Carabobo) y de la Unidad Educativa Enrique Tejera de Guanta (estado Anzoátegui), así como también de la Unidad Educativa (escuela) Enrique Tejera en la Urbanización La Paz, en Caracas. De la misma manera, algunas especies de microrganismos llevan el nombre de Tejera, tales como Klossiella tejerai (Scorza, Torrealba y Dagert, 1957) y Plasmodium tejerai (Gabaldon y Ulloa, 1977) (4-7).

El único hijo del maestro Tejera Guevara, Enrique Tejera Paris (1919-2015) llegó a ser abogado, economista, diplomático, catedrático, político, piloto. Creó la Oficina Central de Coordinación y Planificación de la Presidencia de la República (Cordiplan) y fue presidente del Banco Industrial de Venezuela. También fue gobernador del estado Sucre, donde abrió escuelas para formar cerca de 3.000 maestros, que le permitieron abrir 3.000 nuevas aulas. Igualmente gestionó zapatos gratuitos para todos los alumnos, para evitar la estrongiloidiasis y la anquilostomiasis, tal como lo aprendió de su padre. Pero esa es otra historia (3).

El maestro Enrique Tejera Guevara falleció en Caracas, el viernes 28 de noviembre de 1980, a la edad de 91 años, perdiendo la democracia, a un médico, un investigador, maestro, parasitólogo, microbiólogo, micólogo, tropicalista, conservacionista, un gobernador, ministro. Un incansable, indomable, admirable y responsable trabajador por el bienestar de Venezuela y del mundo (4-7).

Conclusión

El Dr. Enrique Tejera fue un científico ingénito, un microbiólogo de corazón, un maestro que, desde sus inicios, y solo con la compañía de su microscopio, supo reconocer las nuevas enfermedades, los nuevos parásitos, bacterias y hongos que azotaban a Venezuela. Una nación recién despertada de la oscuridad sanitaria de años de dictadura en la que Tejera liderizó desde importantes cargos, que le permitirían modernizar una nación rural que jamás sería la misma.

Conflictos de interés

El autor declara no tener ningún conflicto de interés.

Referencias

  • 1. Cox F. History of the discovery of the malaria parasites and their vectors. Parasites & Vectors. 2010;3(5):1-9.
  • 2. Año 1889. [Internet]. Es.wikipedia.org. 2020 [consultado 10 de mayo de 2020]. Disponible en: https://es.wikipedia.org/wiki/1889 .
  • 3. El Impulso. Enrique Tejera Paris, abogado, economista, diplomático: “Yo pude haber sido presidente”.[Internet]. El impulso.com. 2015 [consultado 03 de junio de 2020]. Disponible en: https://www.elimpulso.com/2015/08/30/enrique-tejera-paris-abogado-economista-diplomaticoyo-pudiera-haber-sido-presidente/.
  • 4. Gutiérrez Alfaro J. La Corte E. Enrique Tejera.Boletín de la Sociedad Venezolana de Microbiología. [Internet]. 1993 [consultado 12 de mayo de 2020]. Disponible en: www.mucubaji.com › Archivos-anexos › Enrique-Tejera.
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  • 8. Tovar M. Los venezolanos que lucharon en la Primera Guerra Mundial. El Estímulo [Internet].2018 [consultado 01 de junio de 2020]. Disponible en: https://elestimulo./los-venezolanos-que-lucharon-en-la-primera-guerra-mundial/ .
  • 9. Traviezo Valles L. Instituto Bernhard Nocht de Hamburgo y diez ilustres venezolanos que lo transitaron. Kasmera. 2019; 47(2):174-179.

Recibido: junio 17 de 2020
Aprobado: julio 7 de 2020

Correspondencia:
Luis Eduardo Traviezo Valles
luisetraviezo@hotmail.com

Autor

1 Luis Eduardo Traviezo Valles. Licenciado en Bioanálisis, Maestro en Protozoología, Profesor Titular de Parasitología. Universidad Centroccidental “Lisandro Alvarado”, Decanato de Ciencias de la Salud. Sección de Parasitología Médica. Barquisimeto. Venezuela.

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