Aspectos Socioculturales y Médicos del Eunucoidismo Histórico

Artículo de Revisión

Eunucoidismo Histórico

Alfredo Jácome Roca1

Resumen

Introducción:

El eunucoidismo histórico floreció en muchas culturas antiguas, principalmente orientales. El objetivo de este artículo es el de revisar los aspectos sociales, demográficos y culturales de los eunucos a través de los tiempos, al igual que sus aspectos médicos.

Métodos:

Se revisó la información sobre el tema en bases de datos como Pubmed y Google académico. Se consultaron también algunos libros de historia que hacen referencia al eunucoidismo.

Resultados:

Se encontró información suficiente, tanto en el aspecto científico como en el sociocultural. Aunque el tema del hipogonadismo en sí, empezó a mostrar datos desde el siglo XVIII (cuando se fue formando un robusto cuerpo de literatura médica), es muy interesante conocer los aspectos relacionados con la persona del eunuco, con su papel en la historia y en la sociedad de la época y con los aspectos médicos de la castración. Se seleccionaron los artículos considerados más relevantes.

Conclusiones:

Se encontraron variaciones en los aspectos socioculturales de los eunucos de diferentes épocas y regiones, así como en los objetivos y aceptación voluntaria de la castración. Actualmente, el Eunucoidismo Histórico sobrevive en algunos países subdesarrollados. Al parecer, los eunucos tienen una vida más larga que el común de la gente.

Palabras clave:

Eunucoidismo; hipogonadismo masculino; historia; testosterona.

Sociocultural and Medical Aspects of Historical Eunuchoidism

Abstract

Introduction:

Historical eunuchoidism flourished in ancient oriental cultures. Tis paper aims at reviewing their social, demographic, cultural and medical aspects.

Methods:

Search was done in PubMed and Scholar databases and history books covering the subject as well.

Results:

Enough information in the scientific and the cultural fields was found. A robust body of literature on hypogonadism started to be built since the eighteen century, is also important to know the cultural and political input of eunuchs as persons and a group with specific medical characteristics. More relevant articles were reviewed.

Conclusions:

Variations in all these aspect were found in different groups, objectives and voluntary acceptance of castration as well. Currently eunuchs may be found in some underdeveloped countries; apparently eunuchs, particularly those orchiectomized as youngsters have a greater life expectancy than common people.

Key words:

Eunuchoidism; male hypogonadism; history; testosterone.

Introducción

El Eunucoidismo Histórico (hoy llamado hipogonadismo) –cuadro que se desarrolla por la castración masculina, representa el hecho endocrinológico más protuberante en las culturas milenarias y, aún hoy, se observa como parte de las tradiciones en países orientales y africanos. Esto, contrario a occidente, donde esporádicamente ocurre con automutilaciones, cirugías para los transgeneristas y como un método terapéutico para el cáncer de la próstata, orquidectomía que en Estados Unidos es realizada en 40.000 personas al año (1).

El comienzo de esta práctica se sitúa en el periodo neolítico (6000-3000 a.C.) en la zona llamada “creciente fértil”, situada sobre el río Éufrates. Está presente en las primeras comunidades históricas, como la sumeria y la asiria. Ocho siglos antes de Cristo empiezan a conocerse los primeros datos sobre esta práctica (que en ciertos países fue un sistema social) y el historiador Heródoto afirma que se trata de ‘una costumbre persa para lograr subalternos más confiables” (2,3).

Este término viene del latín eunuchus, que a su vez procede del griego eunoukhos (eune, cama y eko, guardar), así pues es un “guardián de lecho”. Tal vez se denominó así por tener entre sus funciones el proteger al emperador, a la familia real y a las concubinas en sus harenes.

Esta es una palabra mencionada en libros antiguos como la Biblia y el Talmud, el texto central del judaísmo rabínico. Algunos autores han considerado que el título de “eunuco” se usaba en la Biblia (en la que hay 47 menciones a este nombre) para evitar usar el término “homosexual”. El Deuteronomio condena esta práctica: “El hombre que tenga los testículos aplastados o el pene mutilado no será admitido en la Asamblea de Yahveh” (4-7).

Castrando las bestias y otros animales

El ser humano comenzó castrando las bestias y otros animales, cuando observó que dicho procedimiento reducía su agresividad. Luego empezó a hacer lo mismo con los esclavos jóvenes. La castración deliberada tuvo objetivos políticos y socioculturales o también se empleó como forma de castigo. En el caso de la automutilación, ésta se usó por razones religiosas (Tabla 1). Entre persas, chinos y otomanos, el asunto era algo tradicional, al igual que en la Grecia y Roma anteriores al primer milenio (3).

El pensamiento de los antiguos sobre el tema del hipogonadismo (o de la deficiencia de testosterona) podríamos resumirlo en las palabras de Aristóteles, el filósofo griego interesado en la naturaleza.

Este discípulo de Platón afirma, refiriéndose al gallo capón y al hombre castrado, que “la cresta del gallo se vuelve pálida, ya no canta más y abandona sus actividades sexuales, características que nunca aparecen si la castración se realiza antes de su juventud… tal como pasa en el hombre, que –castrado antes de su pubertad no le aparece vello y su voz se mantiene atiplada” (2).

En la Antigua Grecia se hablaba de las Amazonas, sociedad matriarcal que solo se entendía con los hombres con el fin de procrear, y luego de esto, los mutilaban. Hipócrates escribió: A los eunucos no les da gota ni son calvos (8). Al parecer esto de la gota tiene sus excepciones. Galeno incluso consideraba que como muchos eran indolentes y viciosos, sí eran susceptibles a ataques de gota. Encontramos un par de casos documentados (9,10), como el de McFazean en 1965, quien informó sobre un enfermo de gota con tofos ulcerados en manos y pies; se trataba de un eunuco de 70 años, proveniente del norte de la China. Los tofos contenían cristales de ácido úrico (9).

Más información de Eunucoidismo Histórico:

  1. La Castración en las Diferentes Culturas
  2. Historia de los Castrati

El tercer sexo artificial

La historia de los eunucos es un tema socio-político y cultural muy rico en sus diversas facetas, aunque posiblemente hubiese lugar a algunos mitos. Una confusión podría existir en cuanto a su actividad y orientación sexual. Una de ellas, relacionada con una presunta incapacidad para atraer o ser atraído por las mujeres, y otra, en cuanto a que se supondrían homosexuales.

Pero la realidad generalmente fue diferente. Dependiendo de la extensión de la castración, orquidectomía o total emasculación, y del momento de realizarla (antes o después de la pubertad), se podrían encontrar diferentes grupos. Un niño eunuco era asexual, podía estar con las mujeres en su intimidad y eran considerados angelitos hasta que fueran grandes (9). El autor de este artículo tuvo, alguna vez, la oportunidad de ver a un hombre de 28 años, de aspecto eunucoide, que había sido mordido y emasculado por un perro a la edad de un mes. No presentaba signos de pubertad, no había genitales externos presentes. Se observaba un pequeño orificio correspondiente a la uretra, pero no tenía problemas urinarios. Su estado psicológico era normal, sin evidencia de estrés postraumático.

Los castrados pospúberes, así se les redujera la libido, podían tener actividad sexual –generalmente algo limitada y ser deseados por mujeres y por hombres de acuerdo con su orientación, pero esta última en realidad no cambiaba (2-6).

Muchos se casaban. A algunas mujeres les gustaba tener sexo con ellos, ya que estaba garantizado que no habría embarazo. Al gobernante solo le interesaba que los herederos fueran con certeza hijos suyos (3). Debido a este buen desempeño social y hasta sexual, Aucoin considera que estos datos históricos deben ser estimulantes para aquellos enfermos de cáncer que deben ser orquidectomizados (1).

Autoestima de los eunucos

Otra falacia podría ser la de considerar a los castrados como personas irremediablemente sometidas, pobres, con una autoestima baja, propensos a la depresión y quizá al suicidio mismo.

Aunque en algunos casos o en ciertas épocas esto pudo ser cierto, no siempre fue así. Muchos fueron ricos y poderosos, tanto así que había niños y jóvenes que solicitaban castrarse con el objeto de superar su situación de pobreza y de exclusión social, y así lograr ingresar al círculo de los gobernantes, a la élite de los ricos, convirtiéndose en verdaderos personajes (9).

En la China, los eunucos eran despreciados, pero a la vez temidos por los ministros, ya que aun sin desempeñar un cargo determinado, podían hablarle al emperador mirándolo a los ojos, o a la emperatriz, o a las concubinas favoritas. El recelo y desprecio eran mutuos con los funcionarios del imperio (2).

En realidad, la autoestima depende más de factores socio-económicos que, de la castración misma, que jugaría un papel secundario. Un estudio realizado recientemente en Pakistán, que incluyó 140 castrados, mostró que, si tenían buena educación, eran jóvenes con altos ingresos y eran solteros, tenían muy buena autoestima (11).

Tráfico de personas

El denigrante comercio de negros subsaharianos se lucraba de los eunucos, pues uno de ellos podía tener el valor de 20 esclavos “enteros”, es decir, no emasculados.

El valor se aumentaba si al eunuco se le cortaba la lengua, impidiéndole revelar secretos a los que tenía acceso. Si bien el milenario tráfico de personas extrajo algo menos de 2 millones de africanos para enviarlos al continente americano, esta cifra es pequeña en relación con los 17 millones “exportados” a países islámicos. Muchos morían en la travesía, y era frecuente que los sobrevivientes fueran castrados (12,13).

En algunos casos la castración era rechazada por las religiones dominantes, pero en otros casos no y, por el contrario, era deseada para poder llevar una vida de castidad y de celibato. Su pasividad, indolencia y obediencia no fue necesariamente así, tanto que hubo una rebelión organizada por eunucos (4). Ésta tuvo lugar durante el reinado de Assarhaddon, rey de Asiria, en el 671 a.C. Para tratar de colocar a su jefe, los castrados dieron un golpe de Estado.

Técnica quirúrgica

El acto quirúrgico era un procedimiento bárbaro, realizado bien por sacerdotes o por “especialistas”. En la China, 3 de cada 4 sobrevivían a la operación, realizada con una técnica burda (13).

La situación era peor en el antiguo Egipto. Antes de emascular al paciente, el sacerdote amarraba fuertemente los genitales con una tira de lana y, luego de la mutilación, el ahora eunuco era enterrado en arena caliente hasta el ombligo, donde se dejaba por 5 a 6 días. La mortalidad rondaba el 60% (7).

En el sur de la India, al menos se le daba opio antes de la “cirugía”. Se presionaban los genitales con 2 piezas de bambú y se cortaba a ras. Luego se lavaba la herida con aceite vegetal hirviente y se cubría con un trapo humidificado con aceite. Se acostaba y alimentaba con leche por varios días hasta que había cicatrización. Se mencionan pocas pérdidas de vidas con este sistema (7, 14,15).

La castración realizada a finales del siglo XIX durante la dinastía Quing, fue descrita con detalle por Stent en 1878 (16), también por Matignon (17) y otros como Korasow, Wong y Wu, aunque posiblemente tomando datos del primero.

El detalle del procedimiento es impresionante:

“…Se le ataban los pies y las manos, se le vendaban los ojos y acto seguido se le desnudaba. El barbero envolvía tanto el pene por su base, como el escroto y los testículos, con una venda que ajustaba fuertemente, para luego retorcerla hacia un lado.

Después, cogía el cuchillo curvo bien afilado y preguntaba al futuro eunuco si estaba completamente seguro acerca de lo que iba a hacer. En el caso de los menores, la respuesta la daba sin titubear la familia, pues ya habían tomado la decisión. Si era un adulto y este mostraba la más mínima duda, se suspendía el proceso.

Pero si la respuesta era afirmativa, realizaba un corte fuerte y veloz que cercenaba los genitales, quedando solo visible el conducto urinario, que se le cortaba al ras del pubis para poder orinar, y el conducto espermático que le replegaba e insertaba en la carne”.

Una hemorragia severa y gritos escalofriantes de dolor hacían parte del espectáculo. En un paciente que asumimos estaba hipotenso, solo se le dejaba acostar después de hacerlo caminar en la habitación por un par de horas. Y a pesar de que además estaba deshidratado, la sed que le embargaba era terrible, pues no se le permitía tomar líquidos por 3 días con el objeto de dejar descansar la uretra.

Complicaciones agudas Y Crónicas en el Eunucoidismo Histórico

La supervivencia se lograba si se superaban las complicaciones agudas (hemorragia incontrolable, infecciones) y las crónicas, cuando quedaba patente la uretra; de lo contrario, tarde o temprano el paciente moriría de falla renal de tipo obstructivo (18). La herida era esterilizada por medio de la aplicación de cenizas ardientes.

El tratamiento posterior era con sales y aceites, algo que añadía más molestias a la castración en sí. La cicatrización tomaba unos 100 días. Luego era necesario que el eunuco usara un instrumento de plata que se insertaba en la uretra para controlar el flujo urinario; para miccionar (en cuclillas), se retiraba el tubo (Figura 1). El eunuco sobreviviente, a menudo presentaba incontinencia urinaria y hedía a amoníaco.

Instrumentos usados en castraciones otomanas

Caricatura de dos famosos castrati italianos

Objetivos de la castración

Autor

1 Alfredo Jácome Roca. Internista Endocrinólogo. Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina, y Honorario de la Asociación Colombiana de Endocrinología, Diabetes y Metabolismo. Editor Emérito, revista MEDICINA. Bogotá, Colombia.

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  1. Donail cáceres dice:

    Me es interesante este sitio por muchas cosas