Estado Nutricional en pacientes con Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, Resultados

Se obtuvo información de 37 pacientes, 62,16% (n=23) mujeres; 37,84% (n= 14) hom­bres. Infortunadamente no se pudo concluir sobre una mayor presencia de algún tipo de enfisema, ya que el 57% de los hombres y el 73% de las mujeres no tenían clasificación sobre el tipo del mismo (ver Tabla 1).

Clasificación de EPOC según género

El grupo de pacientes estudiado mostró un mayor número de mujeres (62,16%) en compara­ción con los hombres (37, 84%). El rango de edad en el momento de la consulta fue más temprano en la mujer (37 años) que en el hombre (50 años); sin embargo el máximo de edad fue relativamente igual para ambos sexos (h: 89 años m: 88 años).

Los pacientes estudiados son adultos mayores, con una talla media para la población colombiana (referencia del ENSIN) y un índice de masa corporal indicando sobrepeso (ver Tabla 2). Generalmente se asocia la EPOC con pacientes de bajo peso, en el caso de este grupo de pacientes se pudo observar que tan solo 2 pacientes de sexo masculino (14,2%) presentaban bajo peso y 2 del sexo femenino (8,7%). Por el contrario, el 42,7% de los hombres y el 43,4% de las mujeres se encontraban en exceso de peso, siendo un 28,5% de los hombres y 26,0% de las mujeres en sobrepeso y 14,2% de los hombres y 17,4% de las mujeres en obesidad, presentando las mujeres una obesidad aún más severa, pues el 17,4% tenían obesidad grado I y II, mientras que el 14,2% (n=2) de hombres con obesidad grado I (ver Tabla 3). El índice de circunferencia abdominal/talla (WHtR) encontramos que 78,4% de los hombres y el 78,2 % de las mujeres, se encontraban con una relación de 0,6 y 0,7 con respecto a la relación óp­tima de 0,5 del índice WHTR, siendo esta medición mucha más sensible que el IMC. Solo 8 pacientes equivalentes al 43,1% (3 hombres y 5 mujeres) presentaban un WHtR en 0,5 (ver Tabla 4).

Enfermedad Pulmonar Obstructiva, Datos Antropométricos

Clasificación de los Grados de Obesidad en los Pacientes con EPOC

Relación circunferencia abdominal/talla según género Los resultados de circunferencia abdominal mostraron que el 14,3% de los hombres tenían un valor de circunferencia abdominal normal (<90 cm) y el 8,7% de las mujeres (<80 cm). El 85,7% de los hombres se encontraron en riesgo cardiovascular elevado (101 – 113 cm) y el 65,2% de las mujeres (91-110 cm) (ver Tabla 5).

Relación de circunferencia abdominal según género

El 71,4% de hombres y 56,5% de mujeres fueron ex-fumadores; dentro de los no fumadores existió un grupo importante correspondiente al 21,4% de los hombres y 43,4% de las mujeres.

Discusión

La susceptibilidad para la EPOC puede ser más compleja de lo que se pensaba, siendo la mu­jer más sensible a los efectos nocivos del tabaco. Típicamente, la edad de aparición en la mujer es más temprana que la del hombre (19,20), tal como se pudo observar en los resultados del presente estudio (ver Tabla 2).

En el estudio de Caballero (3) se muestra que en Colombia la causa de la EPOC se encuentra relacionada más a otros factores que al cigarrillo. En nuestro estudio, esto sucede, sobre todo en las mujeres, ya que solo el 56% era secundario al cigarrillo. Sin embargo, infortunadamente no encontramos en la historia clínica los factores por los que los no fumadores podrían presentar EPOC. Según Aryal (19), el 15% de todas las personas diagnosticadas con EPOC y el 80% de las mujeres eran no fumadores. En nuestro estudio el 10% de los hombres con EPOC eran no fumadores, mientras que la cifra de mujeres fue mucho mayor, siendo equivalente al 43%. Se sabe que hoy día, el cambio de actividad laboral por parte de la mujer y la expo­sición a factores de riesgo, tales como los empleos relacionados con material que causan lesiones en la vía aérea, como los textiles, las cerámicas y las industrias de vidrio y cobre, pueden ser factores desencadenantes de la EPOC. Además las vías respiratorias de la mujer son más pequeñas, por lo que la exposición a la misma cantidad de tabaco que el hombre genera daños mayores.
El estado nutricional de los pacientes mostraba que en hombres el 42,7% se encontraban en sobre­peso y obesidad, mientras que en las mujeres fue el 43,4%, siendo mayor el grado de obesidad en este género. Con respecto al IMC, encontramos en nuestro estudio que era muy similar entre hombres y mujeres (26,1 y 26,5 kg/m2 respectivamente), al igual que en el estudio realizado por Roche et al (21) donde se encontró un IMC de 25 y 24 kg/m2 para hombres y mujeres respectivamente). Una diferencia importante es que el IMC mínimo tanto para hombres como para mujeres fue de 20 kg/m2, mientras que en el estudio de Roche et al (21), se encontraron valores ≤ 18,5 kg/m2 en el 8% de los hombres y en el 18% en mujeres. En el caso de los valores superiores de IMC, el estudio de Roche et al (21) mostró valores mayores de 30 kg/m2 en el 21% de los hombres y en el 15% de las mujeres, mientras que en el nuestro los valores fueron hasta de 32,7 kg/m2 en hombres y 35,9% en mujeres. La sumatoria de obesidad grado I y II en nuestros pacientes fue menor en los hombres, equivalente a 14,2% y fue relativamente más alto en las mujeres, equivalente al 17,4%, lo cual muestra el riesgo más alto que presentan las mujeres en nuestro medio.

La relación circunferencia abdominal/talla, des­crita por Ashley (22) es una medida de la distribución de grasa corporal, tiene como ventaja que no nece­sita tener en cuenta otros factores, tales como sexo, edad o etnia. Los valores altos de circunferencia abdominal/talla (por encima de 0,5) muestran un elevado riesgo de enfermedades cardiovasculares relacionadas con la obesidad (23,24). Encontramos que solo el 21% tanto de hombres como de mu­ jeres era normales, presentando una relación de 0,5. El restante tenía relaciones de 0,6 y 0,7. Sin embargo el número de mujeres con 0,7 era mayor que en hombres (21,7% vs 14,1%), con una mayor prevalencia de obesidad y riesgo cardiovascular en la mujer, esto es una importante diferencia con lo reportado por Roche et al (21).Según Schneider (25) es importante tener en cuenta la edad para la interpretación del WHtR, considerando que en pacientes menores de 40 años el valor debe ser de 0,5; en mayores de 50 años debe ser de 0,6. y para aquellos entre 40 y 50 el valor debe oscilar entre 0,5 y 0,6. En nuestro estudio, haciendo esta clasificación por edad encontramos que sólo una paciente menor de 40 años se encontraba con un WHtR menor de 0,5. La mayoría de los pacientes (75,6%) mayores de 50 años presentaban una relación entre 0,5 – 0,6 de WHtR y el 18,9% pre­sentaba un alto riesgo cardiovascular por tener un WHtR mayor de 0,7, siendo mayor el riesgo en las mujeres que en los hombres.

Schneider (25) concluye que después de haber estudiado 10,652 pacientes, considera el WHtR como el mejor predictivo de riesgo cardiovascular, y a pesar de que el IMC y el WHtR se encuentran intrínsecamente relacionados, el IMC no toma en consideración la distribución de la grasa ni la de masa muscular magra. Además el IMC no se afec­ta con los cambios en el estilo de vida, donde la realización de ejercicio y la reducción de la circun­ferencia abdominal afectan directamente el riesgo cardiovascular. Una característica preconcebida del estado nutricional en los pacientes con EPOC, es que presentan bajo peso, están desnutridos y tienen bajo IMC. En nuestro estudio los pacientes con estas características fueron muy pocos, sola­mente 4 pacientes, dos en hombres y dos mujeres equivalentes al 10,8% presentaban bajo peso; el 46% se encontraba normal y el 43% estaban con sobrepeso u obesidad, con dos mujeres presentando obesidad grado II.

Los resultados de circunferencia abdominal tanto en hombres como en mujeres mostraron que el 51,3% se encontraban en riesgo alto de enfermedad cardiovascular, síndrome metabólico y diabetes (26).

En el estudio de Beijer et al (24) se encontró que la obesidad abdominal era altamente prevalente en los pacientes con EPOC, inclusive en aquellos que presentaban peso normal y el riesgo cardio-metabólico se encontraba elevado, en comparación con aquellos con circunferencia abdominal normal.

El presente estudio tiene algunas inconve­nientes, la población estudiada presenta sesgo, debido a que no fue seleccionada al azar, sino que estaba seleccionada por el tipo de patología que presentaba, debido a que eran pacientes remitidos al servicio de rehabilitación pulmonar. El reducido número de pacientes no permite sacar conclusiones al respecto sino solo una descripción. Con respecto a la misma patología, no se encontraron datos en la historia clínica que describieran el tipo de EPOC que presentaban los pacientes para poderlos corre­lacionar con el estado nutricional, además tampoco se encontró la clasificación GOLD (por sus siglas en inglés) utilizada internacionalmente. Hubiera sido importante conocer las posibles causas de la EPOC en los no fumadores pero no se encontró registrada esta información en la historia clínica (ver Tabla 6). Se sugiere que los pacientes con EPOC a su ingreso al servicio de rehabilitación pulmonar tengan un esquema de clasificación y determinación de su EPOC y una evaluación nutricional completa que incluya la WHtR, para determinar el riesgo y seguimiento en los pacientes que lo ameriten. 

Relación de fumadores y no fumadores en los pacientes con EPOC

Conclusión

La EPOC es una enfermedad crónica cuyos fenotipos se encuentran relacionados con el estado nutricional y generan efectos metabólicos de impor­tancia. En nuestro estudio encontramos una mayor prevalencia de EPOC en mujeres no fumadoras y exfumadoras. Nuestros pacientes independientes del género, se encontraban en su mayoría en sobrepeso u obesidad, con un WHtR mayor o igual a 0,6, implicando el aumento en el riesgo cardiovascular, diabetes y síndrome metabólico. Los pacientes que presentaron bajo peso fueron muy pocos, diferente a lo reportado en la literatura. Es necesario realizar estudios con un muestra de mayor tamaño, en quienes se establezca el fenotipo de EPOC, se determine la masa libre de grasa, y quienes idealmente pueden estar en una terapia multimodal, caracterizada por tratamiento médico, nutricional y un plan de ejercicio que mejore las condiciones generales del paciente y sobre todo su calidad de vida.

Conflictos de interés

No hay conflicto de intereses.

Referencias

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Recibido: 11 de agosto de 2017.
Aceptado: 25 de septiembre de 2017.
Correspondencia:
estefazuluaga@gmail.com

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