Caso Clínico: Tuberculosis Vertebral y Compresión de la Médula Espinal

Tomás Zamora Bastidas Luis E. Ramírez Bejarano,
Adalberto D. Pantoja Molina3

Resumen

Un tercio de la población mundial está infectada por tuberculosis. Afecta pulmones, y en el 33% otros órganos. La tuberculosis vertebral ocurre en menos del 1% de los pacientes, es más frecuente en niños. Las manifestaciones clínicas más comunes son: el dolor y la limitación funcional. En etapas avanzadas presenta una giba dorsal, y alteraciones neurológicas. Para contribuir al conocimiento de características clínicas, el hecho de ser VIH negativo y la confi rmación histopatológica que se correlacionaron con los estudios de imagen, nos lleva a difundir el caso que describimos, con excelente respuesta al tratamiento fármaco quirúrgico.

Palabras clave: Tuberculosis Extrapulmonar, Enfermedad de Pott, Paraplejia, Absceso Paravertebral.

Vertebral Tuberculosis and Compression of the Spinal Cord

Abstract

A third of the world’s population is infected with tuberculosis. It usually affects the lungs, in 33% of the cases it affects other organs. Vertebral tuberculosis occurs in less than 1% of patients, and it more frequently affects children. The most common clinical symptoms are pain and functional limitation. In advanced stages it can cause a dorsal hump, and neurological alterations. We present the case of a 28-year old female patient with lumbar pain and gait disturbance that has evolved over a two-month period. This case had a succesful diagnosis and treatment, reported herein as a contribution to the knowledge of clinical and laboratory characteristics. This is an HIV-negative patient who was Ziehl- Nielsen positive. Pathological fi ndings correlated with imagenologic results.

Key words: Extrapulmonary Tuberculosis, Pott’s Disease, Paraplegia, Paravertebral Abscess.

Introducción

Desde mediados del siglo XX los conocimientos de la tuberculosis (TB) extrapulmonar permiten describir manifestaciones proteiformes y extraños cuadros clínicos causados por las formas subagudas y crónicas originadas por diseminación hematógena, linfática, alteración en la respuesta inmune o por contigüidad (1). El diagnóstico generalmente se convertía en un verdadero acertijo el cual se comprobaba por biopsia en la mayor parte de veces.

En lo corrido de este siglo se ha visto un incremento de TB en diferentes grupos de edad. El aumento de la población usuaria de inmunosupresores, la terapia con corticoides, la pandemia de SIDA, las corrientes de migrantes de zonas endémicas, entre otras muchas son variables que contribuyen a la propagación de la TB (2). El compromiso óseo se calcula en un 10% y de este, el 50% de los casos aparecen en la columna vertebral principalmente en la zona toracolumbar.

El diagnóstico de la TB vertebral además de seguir las pautas generales para el estudio de la TB, se benefi cia enormemente de los avances en la imagenología, la tomografía axial computarizada (TAC) y la imagen de resonancia magnética nuclear (IRMN) de la columna, prácticamente estas determinan el diagnóstico; no obstante, es frecuente requerir el estudio de anatomía patológica para dar certeza al diagnóstico (3,4).

Nunca debemos olvidar que focos hematógenos pueden permanecer latentes (5) en diferentes órganos por muchos años antes de activarse y causar lesiones destructivas como en la TB que afecta vértebras, la cual en su evolución avanzada lleva a complicaciones neurológicas irreversibles como el caso que presentamos y es el objeto del presente artículo.

La TB ósea puede presentarse en forma aislada o formar parte de ataques simultáneos en otros órganos, las localizaciones más comunes son los cuerpos vertebrales, articulación coxofemoral y la rodilla (6). En el compromiso vertebral afecta la porción central y anterior del cuerpo vertebral y respeta el disco intervertebral. Como consecuencia de la necrosis caseosa la vértebra lesionada sufre destrucción en su porción anterior, lo cual trae la deformación en cuña, esto produce fusión de los cuerpos vertebrales adyacentes, y compresión de la médula espinal.

Al efectuarse la rotura se libera exudado caseoso hacia partes blandas, generándose un absceso paravertebral, éste se puede fistular y comprometer estructuras anatómicas distantes a través de la vaina del músculo psoas y llegar a la fosa ilíaca o a la región inguinal produciendo efecto de masa. La compresión de la médula espinal produce una paraplejia que generalmente invalida al paciente (7,8).

Metodología

Se realizó una revisión sistemática de la literatura científica, en búsqueda de artículos desde 1998 a 2013 en la base de datos de PUBMED y la Universidad del Rosario, utilizando las palabras claves: TB Espinal, Compresión Medular Espinal, Tuberculosis Extrapulmonar. Mal de Pott.


1 Profesor Titular. Departamento de Medicina Interna, Facultad Ciencias de la Salud. Universidad del Cauca. Hospital Universitario San José. Popayán, Colombia.
2 Médico General, Universidad San Martin, Cali, Colombia.
3 Médico General, Universidad del Norte, Barranquilla, Colombia

Vol 105, Academia de Medicina Tuberculosis Vertebral

 

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