Breve Historia de la Neurocirugía Libros de Medicina Parte II

la Neurocirugía

En 1835 el profesor Zanobi Pecchioli de Pisa, describió la resección que practicó con éxito de un meningioma y relató otros 16 casos de trepanaciones.

En 1871 Paul Broca practicó una craneotomía basado en la localización cerebral y en 1884 Rickman J Goddle, sobrino de Lister, practicó en Londres la primera operación de un glioma cerebral, gracias al diagnóstico y localización de la lesión llevadas a cabo por el neurólogo Hughes Bennett; estos deben considerarse casos históricos aislados, pues no hubo continuidad en los estudios del sistema nervioso.

El primer cirujano que se dedicó por completo al sistema nervioso, con conocimiento de la localización cerebral y de la antisepsia fue William Macewen (1848- 1924) escocés; estudió en Glasgow donde fue discípulo de Lister y donde permaneció el resto de su vida.

Desde su iniciación adoptó la técnica antiséptica de Lister y aprendió los conceptos de localización cerebral enunciados por Broca y por Ferrier; llegaba al diagnóstico después de un minucioso análisis de los síntomas y signos del paciente y además utilizaba la anestesia para la cirugía, por lo que se puede considerar a Macewen como el primer neurocirujano.

Tuvo además gran éxito como cirujano, gracias a su cuidadosa técnica quirúrgica que practicó desde 1879.

La primera institución creada para tratar enfermedades del sistema nervioso fue The National Hospital for Nervous and Mental Diseases que se estableció en 1860 en Queen Square, en Londres y allí trabajaron Charles Ëdouard Brown-Séquard (1817-1894), John Hughlins Jackson y William R Gowers (1845-1915) y posteriormente en 1887 Victor Horsley (1857-1916)otro de los pioneros de la neurocirugía quien practicó numerosas intervenciones para crisis convulsivas, incluyendo la de su propio hijo.

Practicó la primera resección de un tumor intramedular (meningioma) guiado por el diagnóstico y localización de Gowers

Diseñó en asocio de RH Clark, un matemático de Oxford el primer aparato para cirugía estereotáxica y fue el creador del concepto de ésta, siguiendo las coordenadas cartesianas y además fue quien ideó muchos otros elementos de la cirugía neurológica.

En las últimas décadas del siglo XIX sobresalieron otros varios neurocirujanos, entre ellos Ernest Von Bergmann (1836-1907), destacado cirujano alemán, de Berlín, quien después de su experiencia en la guerra franco prusiana, se dedicó a la cirugía del sistema nervioso y publicó el primer tratado de neurocirugía en 1889 «Die Chirurgische Behandlung von Hirnkrankheiten, Vermehrte und Umgearbeitete Auflage» en el que destaca la alta mortalidad de los procedimientos neuroquirúrgicos, los factores de mal pronóstico, tales como coma y edema cerebral y los problemas quirúrgicos especialmente infección y hemorragia.

Otro tratado de neurocirugía fue escrito por el primer cirujano francés dedicado a la neurocirugía, Anthony Chipault (1866-120) «Chirurgie Opératoire du Système Nerveux » que fue publicado en 1894 en el cual describe varias técnicas quirúrgicas.

En cuando a la cirugía espinal, uno de los precursores fue William Thorburn (1861-1923) de Manchester quien publicó sus 6 casos y otros 56 de la literatura sobre laminectomía descompresiva para lesiones de la cauda equina y raíces nerviosas.

En lo que sí hay un consenso mundial es en que el responsable del reconocimiento de la neurocirugía como especialidad se debió al trabajo y a los logros del Dr. Harvey W. Cushing (1869-1939).

El Dr. Cushing nació Cleveland, Ohio, se graduó de médico en Harvard en 1896; inció su práctica en el Massachussets General Hospital y luego en el Johns Hopkins Hospital en Baltimore, donde hizo residencia de cirugía y posteriormente viajó a Europa donde visitó a los Drs. Horsley, Sherrington, Kocher y otros.

Desde entonces se dedicó a la cirugía del sistema nervioso, interesado en los tumores cerebrales, en las lesiones de hipófisis y endocrinas, convirtiéndose en un gran cirujano que desarrolló una gran disciplina, una rigurosa técnica quirúrgica y se convirtió en un clínico muy estricto lo que le permitió estudiar a los pacientes y describir los cuadros clínicos de diversas entidades.

Esto y su éxito quirúrgico lo llevaron a obtener un reconocimiento muy especial entre el cuerpo médico y a hacer que los médicos que querían dedicarse a la neurocirugía fueran a buscar sus enseñanzas; fue él quien acuñó el término «meningioma»; publicó con Percival Bailey la obra sobre clasificación de tumores del sistema nervioso «Classification of the tumors of the Glioma Group on a Histogenetic Basis with a Correlated Study on Prognosisy realizó con éxito muchísimas intervenciones de neurocirugía.

Publicó «Surgery of the Head» «The Pituitary Body and its disorders» «Tumors of the Nervus Acusticus and the Syndrome of the Cerebellopontile Angle», el libro «Meningiomas» con Loise Eisenhardt.

Influyó además en la endocrinología, pues describió la enfermedad de Cushing y en la anestesia, disciplina en la que introdujo el récord anestésico y el esfingomanómetro para control de la presión arterial, que conoció en Italia.

Describió múltiples instrumentos y técnicas quirúrgicas y entre sus contribuciones más importantes a la hemostasia quirúrgica está la introducción de la coagulación en cirugía por medio del aparato diseñado por Bobie, que se conoce por su nombre. Describió los cambios fisiopatológicos de la hipertensión endocraneana, incluyendo la tríada que lleva su nombre.

Entre sus alumnos se encuentran muchos de los neurocirujanos más importantes, quienes continuaron el desarrollo de la neurocirugía en el mundo, destacándose especialmente Walter Dandy (1886-1946).

En Colombia

Sabemos que los Chibchas practicaban trepanaciones similares a las descritas por los antecesores de los Incas y también hacían plastias del cráneo con laminillas metálicas, ya que se ha encontrado evidencia de cráneos treapanados 350 años antes de Cristo en la sabana de Bogotá.

No se tiene información de si se practicaron o no trepanaciones después de esa época y ciertamente, durante la época de la conquista y la colonia no solamente no se practicaban intervenciones quirúrgicas sino que estaban prohibidas; no se permitía practicar la cirugía en América a pesar de que los árabes españoles conocían la técnica de la trepanación.

A finales del siglo XIX se iniciaron las intervenciones neuroquirúrgicas en Colombia, época en que los operados «si no morían de la gangrena, eran víctimas de la erisipela u otras infecciones, y de cada tres operados morían dos», de acuerdo con la información del Dr. Bonilla Naar.

Las intervenciones quirúrgicas en la cabeza eran practicadas por médicos cirujanos, que igualmente operaban el abdomen o las extremidades.

Las primeras intervenciones quirúrgicas en la cabeza, en Colombia, de las cuales tenemos conocimiento son las practicadas por los doctores Antonio María Vargas Reyes, Nicolás Osorio y Ricaurte y Samuel Fajardo Camero, quienes practicaron las tres primeras intervenciones quirúrgicas (documentadas) del cráneo, en Colombia.

El Dr. Antonio María Vargas Reyes, (1816-1873) uno de los cirujanos colombianos más importantes del siglo XIX, pertenecía a una familia adinerada que perdió toda su fortuna, cuando al triunfar la guerra de independencia, sus bienes fueron confiscados.

Estudió medicina con grandes dificultades y adquirió experiencia tratando a los heridos de guerra en la revolución de 1840. Posteriormente viajó a Francia donde hizo de nuevo estudios médicos.

De regreso a Colombia trabajó en Bogotá y demostró su gran pericia como cirujano en diversas intervenciones en que se destaca un caso de hernia pulmonar que operó con éxito al igual que una herida de colon que suturó con resultado favorable.

Su experiencia en cirugía de la cabeza se inició cuando intervino un caso de fractura abierta deprimida en Bogotá en 1856 con mejoría del paciente; como se trataba de una fractura deprimida, el Dr. Vargas le practicó desbridamiento de la herida y resección de los fragmentos óseos.

El Dr. Vargas Reyes practicó otras muchas cirugías incluyendo la resección de un tumor del nervio radial, mastectomías, resección de una bala en la parótida, desarticulaciones del hombro, amputaciones y tratamiento de fracturas.

Fue fundador de la primera publicación médica en Colombia, «La Lanceta» en 1852 y fue además profesor de medicina.

El Dr. Nicolás Osorio operó el 9 de septiembre de 1865 en Bogotá en compañía del Dr. Vargas Reyes a un oficial quien había sufrido un herida perforante por proyectil de arma de fuego en región temporal izquierda tres meses antes en la ciudad de Panamá; el paciente presentaba alteraciones de la palabra, hemiplejia derecha, convulsiones y «fístula purulenta» por la herida.

Le practicó desbridamiento, de la herida, resección de fragmentos óseos y drenaje de pus.

El paciente debió ser reintervenido y falleció unos días después de la reintervención. El Dr. Osorio le practicó la autopsia y describió los abscesos responsables del fallecimiento del paciente.

El Dr. Samuel Fajardo (1832- 1901) intervino en Bogotá, el 27 de noviembre de 1875 a un soldado que cayó de una altura mayor de 5 metros y quien se encontraba en coma con una fractura abierta deprimida y un hematoma, al parecer epidural, que fue retirado después de levantar un colgajo óseo.

El paciente recuperó conciencia y despertó en medio de la cirugía por lo cual el Dr. Fajardo le comprimió levemente el cerebro, con lo cual el paciente volvió a entrar en coma y se pudo terminar la cirugía.

El paciente tuvo recuperación total y salió del hospital 10 días después; ésta, podría decirse que fue la primera intervención mayor de neurocirugía, la evacuación de un hematoma intracraneano, elevación de fractura deprimida y desbridamiento de la herida con éxito en el país.

El Dr. Fajardo fue también uno de los primeros médicos legistas y fundador del Hospital de Zipaquirá.

El Dr. Juan Bautista Montoya y Flórez en Medellín intervino en 1886 un paciente que había sufrido una fractura abierta y deprimida frontal izquierda con afasia y hemiparesia derecha, con curación; posteriormente intervino otros pacientes con lesiones cerebrales, incluyendo una herida por proyectil de arma de fuego y varias fracturas deprimidas: utilizaba técnicas asépticas y fue uno de los cirujanos más importantes de Antioquia y de Colombia en su época, que creó una escuela quirúrgica en Medellín.

El Dr. Tomás Quevedo practicó en compañía de los Drs. Antonio J . Peláez y Juan B. Londoño en Medellín la primera resección de un tumor cerebral en Colombia en el año 1893 a un paciente a quien le diagnosticó y localizó el tumor por la sintomatología, pocos años después de que en Londres se hiciera una cirugía similar (Goddle, 1884).

Se trataba de un glioma en la tercera circunvolución frontal izquierda y el paciente se encontraba afásico. Después de la cirugía se recuperó pero pronto recayó y falleció.

En 1894 el Dr. Julio Z Torres operó el segundo tumor cerebral en Bogotá y el Dr. Pompilio Martínez operó en Bogotá

En 1906 el tercer tumor cerebral además de otros diez casos neurológicos, con éxito. Muchos otros médicos practicaron trepanaciones, entre quienes se cuentan Juan de Dios Uribe (1888), Juan David Herrera, quien practicó 4 intervenciones, de las cuales una, en 1895, en un niño de cuatro y medio años de edad tuvo éxito y puede considerarse como la primera intervención de neurocirugía pediátrica en Colombia.

Los doctores Antonio Mauro Giraldo y José J de la Roche, intervinieron con éxito en 1892 en Rionegro, Antioquia, a un paciente que había sufrido una herida penetrante de cráneo, producida por una estaca de madera que se le clavó en región parietal derecha 16 años antes, que inicialmente le había producido hemiparesia izquierda y luego «epilepsia jacksoniana» que fue la causa de la intervención.

El 15 de octubre de 1914, el General Rafael Uribe Uribe fue herido junto al Capitolio Nacional en Bogotá y fue intervenido por el Dr. Luis Zea Uribe en compañía del Dr. José Tomás Henao, quienes le practicaron trepanación del cráneo con la colaboración de los Drs. Pompilio Martínez , Rafael Ucrós y Helí Bahamón que actuó de anestesista.

El general falleció al día siguiente. Otros muchos arriesgados cirujanos practicaron intervenciones neuroquirúrgicas en Colombia a finales del siglo XIX y principios del siglo XX pero hasta principios de la cuarta década del siglo pasado, se desconocía la palabra «neurocirujano» en nuestro país, y sólo con la llegada de los ya formados especialistas en neurocirugía, Doctores Alvaro Fajardo Pinzón en 1942, Mario Camacho Pinto en 1945 y Alejandro Jiménez Arango en 1948 a Bogotá y de los Drs.

Luis Carlos Posada en 1946 y Ernesto Bustamante en 1949 a Medellín, se puede decir que se inició la neurocirugía como ciencia y como arte en Colombia.

Desde el regreso del Dr. Fajardo Pinzón se practicó la neurocirugía en varios hospitales de Bogotá, especialmente en el Hospital San Juan de Dios, donde desde su llegada a Bogotá en 1945 trabajó el Dr. Mario Camacho Pinto y donde el Dr. Alejandro Jiménez Arango consolidó desde 1949 un servicio de neurocirugía.

Allí prestó sus servicios el primer médico colombiano en hacer su especialidad en Colombia, el Dr. Francisco Lourido Albán, aunque en ese momento a los médicos residentes se les llamaba Auxiliares.

«En ese momento tuvimos ya una sala de neurocirugía, un servicio de hospitalización, un ayudante y un equipo básico mínimo»(A Jiménez) Por el servicio de neurocirugía del Hospital San Juan de Dios en Bogotá pasaron muchos médicos que posteriormente serían importantes neurocirujanos colombianos, como los doctores: Salomón Hakim, Fernando Rosas Peña, José Mora Rubio, Pedro Barrios del Risco, Hernando Rodríguez Vargas, Juan Trujillo Mejía, Hernando Torres, Jorge Angel Villegas, Fernando Trujillo, Abel Ramírez Perdomo, Antonio Becerra Lara, Miguel Eljaieck, Juan Mendoza Vega y Gerardo Aristizábal.

En febrero de 1950, se creó la Cátedra de Neurología y Neurocirugía de la Universidad de Antioquia y el 9 de noviembre del mismo año, el servicio integrado de neurología y neurocirugía del Hospital San Vicente de Paúl, siendo Director del Hospital el Dr. Antonio Osorio Isaza, y el Dr. Ernesto Bustamante fue encargado de dirigirlo.

Por el servicio pasaron eminentes médicos de las ciencias neurológicas además de los Drs. Bustamante y Luis Carlos Posada, entre ellos los doctores: Rodrigo Londoño, Saúl Castaño, Ramiro Sierra, Federico López, Francisco Giraldo, Mario Vásquez, Alfonso Escandón y Henry López.

Posteriormente se crearon otros servicios de neurocirugía en el Hospital San José de Bogotá, en el Hospital Militar de Bogotá, en la Universidad del Valle en Cali, en la Universidad de Cartagena y en el Instituto Neurológico de Colombia.

En Cali los primeros neurocirujanos fueron los Drs. Alfonso López Vélez, Francisco Lourido, Arcesio Zúñiga y Carlos Alberto Acevedo Vega. En Barranquilla los primeros neurocirujanos fueron los Drs. Jorge Malcum, Jorge Arregocés y Jaime Rubio y en Cartagena el Dr. Jaime Fandiño Franky.

La Sociedad que reúne a los neurocirujanos de Colombia se llama «Asociación Colombiana de Neurocirugía » y fue fundada el 6 de abril de 1962, en Bogotá, con el Nombre de «Sociedad Neurológica de Colombia », que en ese momento congregaba además a losneurólogos, neurorradiólogos, neuropediatras y neurofisiólogos, especialistas que con el tiempo se fueron retirando al ser creadas sus respectivas sociedades, quedando en la nuestra solamente los neurocirujanos por lo que desde el 22 de marzo de 1944, adquirió su nuevo nombre de acuerdo con la Resolución Número 001652 del Ministerio de Salud en esa fecha.

Es bueno también recordar en esta revisión de la historia de la neurocirugía en Colombia y el mundo, que también los neurocirujanos colombianos han ideado instrumentos, tales como las válvulas para la hidrocefalia ideadas por el Dr. Salomón Hakim, los marcos para cirugía estereotáxica ideados por el Dr. Fernando Rosas y por el Dr. Luis Carlos Cadavid y el apararato de tracción cervical diseñado por el Dr. Gerardo Aristizábal; y finalmente debe hacerse un reconocimiento al neurocirujano que le dio su nombre al síndrome de Hidrocefalia de Presión Normal, el Académico Dr. Salomón Hakim.

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