Hipertrofia pilórica del adulto

(Un análisis de 40 casos)

Dr. Mario Negret López
Académico de Número

La primera información sobre la hipertrofia pilórica del adulto fue dada por lean Cruveilhier en 1829. No se volvió a hablar de ella hasta 1885 en que R. Maier Edad Sexo Totales describió la patología de la entidad con base en el estudio de 31 autopsias (6).

En la literatura médica aparecen esporádicamente artículos informando de casos aislados o de pequeñas series; y en ocasiones el autor presenta sus propios casos y hace una buena revisión  del tema y de la experiencia anterior (10,13).

No hemos encontrado ninguna publicación Colombiana sobre este tema. Nos ha parecido de interés informar de una serie personal de 40 casos observados en el curso de 25 años (1959-1984).

Casuística

Comprende 40 pacientes cuyas historias clínicas resumidas, incluyendo examen histopatológico, estudio radiológico y, en la mayoría de los casos, fotografía de la pieza operatoria, se relacionan:

Edad y sexo

La distribución por sexos y edades aparece en el Cuadro 1. Edades en hipertrofia pilórica

Como se ve, la relación de hombres a mujeres es de 3 a 1. Esta es la relación que encuentra la mayoría de los autores, aunque ocasionalmente se mencionan relaciones más altas, hasta de 10 a 1 y aún de 19 a 1 (9, 10,13).

El paciente más joven tenía 18 años y la más vieja 80, pero la década de mayor frecuencia fue la sexta. Naturalmente la edad aproximada de aparición de los síntomas fue un poco menor (Cuadro 108). Pero de todos modos las dos décadas de mayor frecuencia fueron la quinta y sexta. (Lea también: La Radioterapia en la Enfermedad de Hodgkin)

Sintomatología de hipertrofia pilóricaLea También: Hipertrofia pilórica del adulto, Patologia Asociada

Patología

En todos los casos el cirujano hizo un diagnóstico quirúrgico de hipertropia pilórica por palpación directa. El patólogo hizo la confirmación histopatológica del diagnóstico. Las cifras de medición del anillo pilórico oscilaron entre 8 mm. y 15 mm. El promedio generalmente aceptado como normal es de 5,8 mm. (13).

Para tratar de establecer las cifras normales en nuestro medio y poder valorar el grado de hipertrofia y su correlación clínica y radiológica, utilizamos un método de medición que nos parece más conveniente: Del estómago fijado obtenemos una lámina de un corte a lo largo de la pequeña curva y en ella medimos únicamente el espesor de la capa muscular, a nivel de: A, Pared duodenal inmediatamente por debajo del píloro; B, Eje del anillo pilórico; C, a 1 cm de distancia en dirección cefálica; D, a 2 cm; E, a 13 cm. (Fig. 41).

De esta manera se midió el músculo del canal pilórico en 20 estómagos de individuos cuyo píloro se considero  normal clínica y radiológicamente y por apreciación macroscópica durante la cirugía y en la pieza quirúrgica fresca. Los resultados aparecen en el Cuadro 2. Canal pilórico

El promedio del espesor de la capa muscular a nivel del anillo pilórico, en estómagos considerados normales fue de 2.034 micras y la cifra más alta en estos estómagos fue de 2.700 micras. Nos parece que esta forma de medición es más real y exacta.

Igual medición se hizo en los casos de hipertrofia pilórica en que se pudo tener una preparación histológica adecuada (algunos de los casos antiguos y la mayoría de los casos recientes). Las cifras obtenidas se consignan en el Cuadro 3. En los demás casos se utilizó la medición usual.

Casos de hipertrofia pilórica

Canalis Egestorius

La mayoría de las veces la hipertrofia compromete toda la extensión de la musculatura del canal pilórico, bien descrita por Torgersen (14) (“canalis egestorius”), pero ocasionalmente puede ser localizada, especialmente al “torus”, como en el caso 10 de esta casuística, y que ya ha sido descrita por diversos autores (7, 14).

Además de la hipertrofia, en la capa muscular se observa una disposición irregular (“desorganización”) de sus fibras, como se ve en las Figs. 38-c y 380d, del Caso 38.

No se observó ningún cambio significativo en los plexos nerviosos.

Hipertrofia casuística

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