Teogonla

Decíamos arriba que antes de la creación tenía, en su concepto, que haber la posibilidad de que el universo existiese, posibilidad absoluta “en cuya fórmula ontológica se halla la única manera de ser de la entidad que esa fórmula define” (13).

He aquí el quid para López de Mesa del origen universal y principio a través del cual se puede construir el mundo. De igual manera más adelante cada ser tendría su propia posibilidad que, como en el caso primogenio, tendería a manifestarse porque lo posible es existencialmente necesario.

La “posibilidad absoluta” de que estamos hablando se parece mucho a la nada, por un lado, en cuanto no tiene sustancia, y por otro a la función clásica de Dios como origen de todo, pero a diferencia de la primera mantiene en sí es, por tanto, no una posibilidad sino una necesidad. (Lea también: Teodicea)

Todo lo material y 10 creado tiene posibilidad de algo; el Ser Supremo no. Y este es, dicho sea de paso, uno de los argumentos escolásticos que refuta la creencia de que el Creador posee en alguna forma cuerpo puesto que en este caso tendría posibilidad de ser algo más, como todos los cuerpos.

Más cercano está el pensamiento de López de Mesa de los escolásticos tardíos como Pedro de Gante y, posteriormente, de Spinoza y Hillebrand que acercan lo posible con 10 necesario y, -por ende-,  lo real.

Pero conviene advertir a modo de comentario sobre este punto que el lenguaje común cada vez nos aparta con mayor decisión de ambas acepciones filosóficas. Es bien sabido que ahora empléase cotidianamente el vocablo posibilidad en el sentido de aquello que eso puede llegar a ser verdad.