Zuecos ortopédicos

A veces los avances médicos se logran por fuera del ámbito profesional. Una paciente que padecía esclerosis múltiple (EM) usó silla de ruedas por un par de años y con gran dificultad podía caminar con la ayuda de un bastón. Carolyn Clawson –de Rexburg, Idaho, tenía un amigo que un día fue a su casa –de regreso de Dinamarca- usando un par de zuecos. A la señora Clawson (de sesenta y cuatro años) se le ocurrió probar estos zapatos daneses de madera, y –para su sorpresa serendípica- pudo caminar por su cuarto. Sólo había un diseño de estos zuecos que podían servir a los pacientes con EM, y cuando ella solicitó un par para ella a Dinamarca, ocurrió que le enviaron el diseño correcto para su enfermedad. Como los fabricantes hacían el tacón una pulgada más alta de lo necesario, los zuecos no duraban mucho y entonces no servían a los enfermos. Sin desfallecer en su descubrimiento, la señora Clawson viajó a Dinamarca y les mostró su hallazgo a estos zapateros daneses, que no tenían idea que su producto pudiese tener fines médicos. Trabajando juntos, lograron unos modelos útiles para pacientes totalmente incapacitados, pues algunos enfermos con EM, artritis, accidente cerebro-vascular y daño cerebral que tienen problemas musculares, no pueden flexionar adecuadamente los músculos de la rodilla o de los tobillos, pero el zueco de madera le permite a la pierna del enfermo arrastrarla con cada paso que da. La doctora Perry- una ortopedista californiana- hizo un estudio con pacientes que sufren de esclerosis múltiple, y gracias a sus hallazgos aún le formula estos zapatos de madera a algunos de sus pacientes. Por su parte, la señora Clawson y su familia se dedicaron a fabricar sobre pedido los zuecos en su pueblo, y –a través de la compañía Clawson Rocker Shoe han suministrado alrededor de seis pares de zapatos a pacientes que los solicitan.

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