¿Qué es la Fiebre Amarilla?
Es una enfermedad viral transmisible, prevenible y curable. Es causada por el virus de la fiebre amarilla del género flavivirus y se trasmite a través del mosquito Aedes aegypti; muchos países requieren que los visitantes tengan la vacuna contra la fiebre amarilla antes de entrar al país.
El editor de Tensiómetro Virtual ha sido vacunado tres veces, con motivo de sus –en una época- frecuentes viajes al Brazil. Se caracteriza por ataques repentinos de fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor de espalda, con dolor muscular generalizado, postración, nauseas y vómitos, dos a cinco días después de la picadura.
Se presenta de inmediato la leucopenia junto con posibles síntomas de hemorragia sobre todo hematemesis. La ictericia es moderada pero se intensifica más tarde, el pulso se vuelve más lento y débil, en ocasiones con presencia de anuria.
Cuando la enfermedad se presenta, se hace un diagnóstico inmuno-serológico y –aunque la mortalidad sigue siendo alta- el tratamiento de sostén y de las fallas renal o hepática que se pueden producir usualmente se conduce en unidades de cuidado intensivo.
EL VIRUS
El agente causante de la fiebre amarilla es un virus perteneciente a la familia flaviviridae (antiguos arbovirus grupo B), género Togaviridae (arbovirus), y pertenece a la especie de la fiebre amarilla. Fue el primer agente infeccioso viral del que se comprobó que producía enfermedad en los humanos y que era transmitido por un vector; el viscerotropismo del virus se traduce en infección y lesión del hígado, riñones y corazón, mientras que su neurotropismo implica lesión e infección de células del sistema nervioso central.
Su forma es un icosaedro, su tamaño es de aproximadamente 50nm, posee en el centro un núcleo cápside que contiene el genoma de ARN de cadena simple, de sentido positivo, empacado con las respectivas proteínas de la cápside. Rodeando la nucleocápside hay una membrana bilipídica en la que se encuentran insertadas dos proteínas, la proteína M y la proteína E.
Los principales reservorios de infección son mosquitos y micos de áreas forestales, excepto cuando en las ciudades hay transmisión de persona a persona a través de mosquitos (fiebre amarilla urbana), caso en que los humanos se convierten en parte del reservorio.
Todas las vacunas que se producen en la actualidad tienen como base una vacuna viva atenuada basada en la versión 17D del virus, desarrollada en 1937 por el Premio Nóbel Max Theiler, de la Fundación Rockefeller. Las cepas de vacuna que se usan alrededor del mundo son esencialmente similares pero contienen por lo menos 2 sub-cepas diferentes, la 17DD y la 17D-204.
El Instituto Nacional de Salud de Colombia infortunadamente suspendió la producción de la vacuna, que era preparada con embriones de pollo vivos libres de leucosis aviar, inoculados con el virus atenuado -cepa 17 D- método que permitía obtener un título alto a causa de la multiplicación del virus en los embriones.
Según informe generado hace algún tiempo por el mismo Instituto, la mayoría de estos virus se trasmiten entre huéspedes vertebrados y artrópodos. Esto ha creado una relación evolutiva muy íntima entre estos virus y sus vectores. Esta relación parece explicar el hecho de que la replicación en los huéspedes invertebrados no resulta en patología significativa.
El virus empleado en la preparación de la vacuna de fiebre amarilla se originó en la cepa Asibi, aislada de un caso benigno de fiebre amarilla de un negro africano. Este virus fue modificado mediante pases sucesivos por tejido de embrión de pollo desprovisto de sistema nervioso central.
Después de cierto número de pases se observó que el virus perdía gran parte de su neurotropismo y viscerotropismo, conservando sus propiedades antigénicas y no siendo ya patógeno para el Rhesus ni para el hombre. Con el pase 221 en embrión de pollo, en 1937 Max Theiler preparó el primer lote de semilla. Esta cepa, una vez modificada y atenuada, se llamo 17 D.
Las contraindicaciones específicas de la vacuna son alergia comprobada a las proteínas del huevo e inmunodeficiencia congénita o adquirida. En julio de 2001 se generó alguna preocupación –más que todo en Europa- raíz de la publicación en Lancet de tres estudios que analizaron siete casos severos de enfermedad, seis de los cuales culminaron con la muerte del paciente, después de la vacunación contra la fiebre amarilla.
Aunque tales estudios cuestionaban la seguridad de esta vacuna, la conclusión global fue que los programas de vacunación debían proseguir, si bien hacía falta más investigación que explicara por qué algunos individuos son más sensibles a la vacuna que otros.
HISTORIA
Si se acepta que los indios americanos no tenían inmunidad natural contra el llamado terror tropical y que dicha enfermedad era desconocida por los europeos antes de su llegada a América, es muy probable que hubiese focos endémicos de fiebre amarilla a este lado del Atlántico antes del descubrimiento, allí donde había condiciones climáticas apropiadas para el desarrollo del mosquito de la fiebre amarilla que le permitieran desempeñar sus funciones de transmisor de la enfermedad.
La fiebre amarilla se extendió principalmente durante el siglo XIX. En la guerra de 1898, los combatientes norteamericanos, mambises y españoles sufrieron por igual en Cuba esta plaga que causó muchas más muertes que las balas enemigas.
Al término de la contienda, Estados Unidos envió a La Habana a Walter Reed a investigar sobre la enfermedad pero sin resultado alguno, hasta que en 1881 Carlos J. Finlay le puso al corriente de sus investigaciones que mostraban que la fiebre se transmitía por un mosquito; después de comprobarse tal aseveración, el gobierno militar inició la erradicación de una peste –bajo la dirección del mayor médico Gorgas, tan efectiva que por primera vez en varios siglos no se registro un nuevo caso de la fiebre de 1901. El virus no fue aislado en forma independiente hasta 1927 por dos equipos -Fundación Rockefeller en Nigeria e Instituto Pasteur en Senegal. Luego vinieron los estudios de Theiler.
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