Plan Obligatorio de Salud

Bogotá. ¿Estamos los colombianos mejor que hace tres lustros en lo que a salud respecta? En cuanto a carnetización (más que cobertura) y expectativa de vida, sí. Pero conocemos la declinación en algunos programas de saneamiento básico y de promoción y prevención. Los estudiosos del tema han detectado fallas en la aplicación de la Ley 100 de 1993, que rige el plan de salud del país. Hay fallas en el sistema de información y en la regulación del mercado de salud (que ha llevado a la posición dominante de las aseguradoras, en detrimento de las prestadoras que ven el asedio de la integración vertical, lo que no en todos los casos parece ser inconveniente; es muy notorio el detrimento de la práctica y del ejercicio profesional de la medicina, pues la educación médica se ha convertido en un pasivo para el negocio. La pérdida de la autonomía y la desprofesionalización -además del síndrome del trabajador quemado- contribuyen al poco interés del proveedor de salud en hacer esfuerzos especiales en continuar su capacitación. Hay que buscarle solución a toda esta problemática, en particular a la del gran número de barreras que están encontrando los usuarios al acceso a estos servicios de salud. Estos son básicamente privados –pues el sistema público está en una crisis de grandes dimensiones- y su control por parte de una Superintendencia de Salud sin dientes, es deficiente.