Peligro de la Obesidad
Capítulo 5
“Come poco y cena mas poco, que la salud de todo el cuerpo se fragua en la oficina del estomago “
“Sea moderado tu sueño, que el que no madruga con el sol, no goza del día”
Díjole Sancho que mirase, que era hora de comer. Respondiole su amo que por entonces no le hacía menester, que comiese él… Con esta licencia, se acomodó Sancho lo mejor que pudo y sacando de las alforjas lo que en ellas había puesto, iba caminando y comiendo detrás de su amo, y de cuando en cuando empinaba la bota con tanto gusto que le pudiera envidiar el mas regalado bodegonero de Málaga..
“Y dénme de comer..o si no, tómense su gobierno, que oficio que no da de comer a su dueño, no vale dos habas…”
La obesidad no es simplemente una molestia, es una enfermedad grave que debe ser diagnosticada lo mas pronto posible y tratada por un médico serio, honesto y responsable (los médicos serios, honestos y responsables son los que no se hacen propaganda comercial, ni prometen remedios o “curas” milagrosos).
La obesidad acorta la vida, y produce muchas complicaciones a lo largo de ella afecta a los niños en la edad escolar dando lugar a complejos (a nadie le gusta que le llamen “el gordo”, el“tanque”,” el “pote”). A las niñas les afecta en su vida social, ya que el exceso de grasa es antiestético, el cuerpo femenino pierde su belleza natural y las muchachas, como se sienten menos atractivas prefieren estar solas creando conflictos familiares.
En la edad adulta la obesidad afecta todos los sistemas del organismo:
- Primero, El respiratorio: produce fatiga, cansancio muscular fácil, incapacidad laboral.
- Segundo, El circulatorio: eleva la tensión arterial, aumenta el tamaño del corazón, se hinchan las piernas
- Tercero, El locomotor: ocasiona dolores articulares (tobillos, rodillas, columna)
- Cuarto, El ginecológico: produce esterilidad, problemas en el embarazo y en los partos.
- Quinto, El metabólico: agrava la diabetes (azúcar alto en la sangre), aumenta los niveles de grasas (colesterol y triglicéridos) dando lugar a la formación de tapones que interrumpen la circulación y producen infartos, trombosis, y matan al obeso o lo dejan inválido para siempre.
Es decir se trata de un enemigo real , al que hay que combatir lo mas pronto posible. El mejor consejo es saber que es una enfermedad que acorta la vida, pero que puede ser prevenida y tratada correctamente si usted y su familia siguen los consejos que los médicos honestos les ofrecen.
OBESIDAD COMO FACTOR DE RIESGO SEGÚN I.M.C.
(American Obesity Association)
Hay pues claramente aumento de los riesgos si se tiene sobrepeso u obesidad, en principio podemos decir que estos riesgos pueden ser de tipo metabólico, como ya hemos visto, y generales, que veremos mas adelante.
Pero respecto a los primeros, los metabólicos, nos parece interesante transcribir textualmente la conclusión al respecto nada menos que de la Sociedad Europea para el estudio de la Ateroesclerosis. En relación a la prevención de enfermedades coronarias y que dice así:
“El exceso de peso representa un aumento del riesgo de padecer enfermedad coronaria. El control del exceso de peso en cualquiera de sus grados, está justificado por si mismo; además la reducción de peso es importante para mejorar las concentraciones anormalmente altas de lípidos y lipoproteínas, la hipertensión, la hiperuricemia y la diabetes mellitus“.
Riesgos generales de la Obesidad
Aparato digestivo:
Los Obesos presentan tres problemas en el aparato digestivo:
a. Problemas de la vesícula biliar, primero son alteraciones en la función biliar ocasionada por la ingesta exagerada de comidas grasas que la “obligan” a trabajar tiempo extra. Ya que para digerirlas se precisa una buena secreción de bilis. Pasado el tiempo, el problema se vuelve orgánico, porque comienzan a formarse los cálculos biliares. Se llega así a la colelitiasis, que produce cólicos muy dolorosos y precisa con frecuencia corrección por vía quirúrgica.
b. Esteatosis hepática, es decir engrasamiento del hígado porque el desorden de la alimentación del paciente obeso conlleva casi siempre ingestión exagerada de alcohol, lo que acelera la destrucción de células del hígado y su degeneración. El llamado hígado graso, que es una severa complicación de carácter mortal y que puede mejorar con la normalización del peso.
c. Hernia del hiato. Debido al exceso de tejido adiposo y finalmente de volumen dentro del abdomen se crea una mayor presión hacia el tórax, parte del contenido gástrico tiende a regresar hacia el esógafo. Se produce el llamado reflujo esofágico, que a la larga da lugar a que parte del estomago se hernie, de ahí el nombre. A través del diagrama y se produzca la hernia hiatal o esofágica enfermedad de complicado tratamiento.
Enfermedades respiratorias.
Tienen un prólogo, que es la dificultad para respirar, la fatiga fácil, seguramente el primer síntoma de la obesidad…”Doctor me canso ahora mas fácilmente, ahora no puedo subir mas que un tramo de escaleras”. Luego, aparece un síntoma que es causal de muchos divorcios: los obesos roncan, y además de roncar presentan la llamada apnea del sueño* síntoma de verdad desesperante.
Luego si la obesidad va en aumento se altera también la capacidad respiratoria para oxigenar la sangre con lo que se reduce el necesario aporte de oxigeno a la célula cerebral (neurona), se disminuye la capacidad intelectual, y es la causa por la que muchos niños obesos ¡ojo! tienen problemas en los estudios.
Los profesores se quejan de que se duermen en medio de la clase, que no prestan atención, que no estudian los padres si no están enterados de estos problemas los castigan catalogan a sus hijos con la etiqueta de perezosos, vagos, dormilones todo -Dios mío- se arreglaría si normalizasen su peso.
Sobre el aparato locomotor:
¿Doctor, como le parece que se me han agrietado las paredes de mi casa. Con tanto cariño y esfuerzo con que la construí, y no sé que ha pasado, se han resquebrajado los muros de dos costados… serán malos los materiales… o será porque le estoy construyendo dos pisos mas, arriba, para poner ahí un depósito de latas de manteca?
Sí, sí… sería la respuesta es lo último que usted ha dicho, las paredes de su casa se agrietan porque no pueden resistir el exceso de peso que usted les ha impuesto, estaban diseñadas para un solo piso, otra vez para un solo piso, y si usted las sobrecarga con dos mas y con depósitos de grasas, pues claro que van a protestar, también los cimientos deben estar agrietados… es mejor que los revise, pero lo mejor que puede hacer si no quiere que termine de perder su casita es quitarle las latas de manteca, y eliminar todo lo sobrante que le ha puesto.
Las paredes en su organismo serían los huesos de su columna vertebral y de los miembros inferiores, los cimientos sus propios pies. Si usted tiene obesidad le “deben” doler los huesos y músculos de su columna, de sus piernas, deben “molestarle” los tobillos y su pie se pondrá plano, todo ello simple y llanamente por el exceso de peso. ¿Está claro, mi querido “constructor“?
Obesidad y cáncer
¿Que tendrán que ver. Yo he visto que la gente con cáncer es delgada, y que ser “gordo” es señal de buen salud. Me cuesta trabajo creer que hay gentes obesas con cáncer. No me lo explico fácilmente, casi no me lo creo…
Bien, está comprobado que las personas con obesidad presentan con mayor frecuencia canceres digestivos, de próstata en los hombres y mamarios y uterinos en las mujeres.
Si recordamos que las hormonas sexuales: testosterona en el hombre, estrógenos y progesterona en la mujer se forman a partir de una molécula de colesterol, y que en obesos y obesas la oferta de esta grasa es mayor, fácilmente entenderemos que a mayor oferta mayor producción de hormonas sexuales, y como estos canceres son hormonodependientes es decir que su desarrollo está relacionado con los niveles de hormonas, entenderemos el porqué de su incremento en los obesos.
No todas las personas obesas tiene canceres de este tipo, pero esta enfermedad si es de hecho otro riesgo mas para padecerlos.
Obesidad androide y ginoide
¿Son todas las obesidades iguales?. He oído que hay una que llaman tipo manzana y otra tipo pera, es porque se come mas alguna clase de frutas?, ¿Porqué además del peso, vale la pena vigilar los diámetros para valorar la progresión en reducción o aumento de la obesidad?
Todas estas preguntas -y muchas mas por el estilo- pueden ser respondidas, si estudiamos rápidamente, cuales son las diferencias entre la obesidad de la mitad superior del cuerpo (androide) y de la parte inferior (ginoide). Para hacerlo, y para poderlo entender creemos es preciso hacer un breve recuento histórico de le evolución de nuestra figura corporal.
No se trata simplemente de hacer un estudio histórico desde las épocas de nuestros antepasados cavernícolas (ver Historia de la Obesidad) sino de buscar comprender, porqué el Creador dispuso que hombres y mujeres tuviesen distinta disposición de la grasa y de los músculos, de acuerdo a sus condiciones de trabajo y subsistencia, entendido lo cual nos será mas fácil comprender la tendencia muy clara que tiene nuestra actual civilización para aumentar de peso en forma progresiva.
Situémonos en una época prehistórica, algo así como 20.000 años antes de Cristo.
Desde el punto de vista antropológico, todos estamos de acuerdo en que para esa época, la consecución de alimentos no era fácil, y que se precisaba disponer de un “ahorro” para los meses de invierno, y de un “deposito” para las temporadas de hambruna. La fisiología endocrina femenina nos enseña que son las grasas, el colesterol en particular, la principal materia prima para la formación de los estrógenos y la progesterona, que son las hormonas producidas en el ovario.
La formación de estas hormonas, con un ritmo y nivel adecuados permiten al organismo femenino, el desarrollo y maduración de las glándulas mamarias y del útero y su armoniosa secuencia da lugar a la ovulación, al ciclo menstrual, a la fecundación, al embarazo y la perpetuación de la especie.
Visto así, nadie duda de la importancia de estas hormonas y de la necesidad vital – por parte de la especie- para asegurar su producción, que existan adecuados niveles de dichas sustancias en la mujer y la perentoria necesidad de protegerse a toda costa de una fatal deprivación, que acabaría con la vida sobre la tierra.
Habría que diseñarse entonces, un mecanismo de “deposito” que permitiese a la mujer de esa época, tener a su disposición grasas suficientes para asegurar la formación de óvulos, el mantenimiento del embarazo, la culminación exitosa de una maternidad. Sabiamente entonces, en las regiones femoroglúteas de estas mujeres se formaron depósitos de grasa, que actuaban como reservorios eficaces para las épocas frecuentes de una reprivación alimentaria.
Para asegurar que esto perdurase, fue dispuesto que estos depósitos de grasa, no pudiesen ser expoliados fácilmente, que tercamente se mantuviesen pese a todas las vicisitudes, -para asegurar así -que el deposito, el ahorro adiposo durase mucho tiempo.
(Lea También: El Entorno Metabólico)
En el organismo masculino -en cambio- fue dispuesto que la grasas se “guardase” en la región abdominal, y que su metabolismo fuese mas rápido, mas activo y renovable, ya que la misión principal de este ahorro era proveer al hombre de una fuente de hormonas del tipo del cortisol, que son imprescindibles para lograr cumplir airosamente su papel en esa primitiva sociedad: cazar, luchar físicamente por la supervivencia, pelear, etc.
Para todo esto se necesita tener una buena dosis de cortisona, como la tiene -ahora en nuestra época- el personaje de Ian Fleming. James Bond, al contrario de lo que erróneamente se cree, puede salir triunfante de todas sus “misiones”, no por que tenga niveles muy elevados de testosterona -que al parecer tampoco le hace falta- sino porque posee un equipo fabuloso de glándulas suprarrenales, que le permiten disponer de una producción rapidísima de cortisona, para recuperarse exitosamente y en tiempo récord luego de los duros enfrentamientos y del continuo stress a que es sometido.
Actualmente está admitido científicamente, que aceptamos la conocida clasificación de Marañón: de dividir la Obesidad en androide -de la mitad superior del cuerpo- y ginoide: -de su mitad inferior-, clasificación que Vague – hace ya cincuenta años relanzó al mundo medico, y que tiene particular importancia porque es tomada como un modelo pronostico: que es ominoso, porque se acompaña de disturbios metabólicos: hiperlipidemia, diabetes, hiperuricemia o hipertensión arterial, cuando la obesidad es androide, y con mas benigno pronostico si es ginoide (de tipo femenino).
Esta diferencia en el pronóstico tiene varias explicaciones:
a. Los adipocitos* de la región abdominal son mas”sensibles” al cortisol* o a las estimulaciones del eje hipofisocortical lo que conlleva a las complicaciones ya anotadas,porque simplemente se presenta una situación de “hipercortisolismo”cuyos síntomas , que son los que aparecen en el síndrome de Cushing *son precisamente los mismos: obesidad de tipo abdominal, intolerancia los hidratos de carbono, cifras elevadas de tensión arterial, etc.
b. También ocurre que el exagerado y cercano aporte de grasas procedentes de la región abdominal ofertadas masivamente al hepatocito, lo hacen -como mecanismo de defensa- insulinoresistente, dando lugar entonces a hiperinsulinismo, hiperlipidemia, hipertensión… justamente lo que vemos en la obesidad abdominal.
Biológicamente entonces, ha sido dispuesto, que si el organismo femenino, recibe en cualquier momento o circunstancia, un aporte extra de grasa, esta deba ir a un deposito ya previsto, en la mitad inferior del cuerpo, y que lo haga así mismo en el abdomen si ocurre en el sexo masculino.
Esto puede modernamente ser matizado, con el ingreso en la imagenología de la obesidad, de la topografía axial computarizada (TAC)* que nos permite subdividir los depósitos de grasa en subcutánea (como la de los luchadores japoneses sumo) o profunda, que es llamada también visceral y que es la de peor pronostico.
Francamente, a estas alturas, no podemos dudar de este sistema, que ha permitido la supervivencia de la especie humana -por lo menos hasta la próxima guerra nuclear- sobre la tierra.
Tenemos que admitir que este mecanismo de ahorro es y ha sido biológicamente perfecto. Entonces, nos preguntamos ahora a finales del siglo XX porqué tanto empeño en eliminar -por exclusivas razones estéticas- esos depósitos de grasa en los muslos de nuestras pacientes de hoy, y sobre todo porque hacerlo con métodos absolutamente heterodoxos, antifisiológicos -como la liposucción*- o la aplicación local de enzymas.
Coincidimos en esto plenamente con Braguinsky, con quien muchas veces nos preguntamos, si los modernos “ lipoescultores” no están atentando contra un preciado y ancestral atributo femenino que le permite defender justamente su principal misión sobre la tierra.
Es una reflexión que debemos hacernos siempre, frente a la parafernalia que suscitan las “clínicas de belleza“ con su abusiva propaganda de “eliminar”, la -muy mal llamada- “celulitis”. Pero estaba escrito que esos depósitos de grasa fuesen difícilmente removibles, por eso a estos aficionados, les cuesta mucho tiempo, mucho trabajo, tratar de eliminarlos, reaparecen tercamente.. porque están “creados” justamente para eso.
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