Fenómenos y Funciones del Sueño

Dr. Guillermo Sánchez Medina.

El sueño puede conllevar no sólo la regresión, como ya se ha mencionada, sino estar representando una regresión particular que por las asociaciones libres con sueños fantásticos evade la investigación analítica.

El sueño realiza un puente entre el pasado y el presente y plantea la imagen de-mismo:

La imagen (parte o el todo) del Yo corporal, del objeto o del producto o función del mismo directa o simbólicamente; por ejemplo, un regalo puede significar un niño, o una función fisiológica cualquiera puede estar representada por otro evento.

El sueño puede ser comparable a la expectación mágica y a la experiencia mística y tiene la función de retrotraer la vida infantil, las emociones primarias removiendo lo reprimido.

Lo que no aparece en el sueño es el sentido y el aspecto de planeación pertenecientes al proceso cognoscitivo, el que toma en consideración las acciones y relaciones con el medio ambiente para conseguir o hallar una respuesta.

En otras palabras, el sueño tiene respuestas mediatas e inmediatas, es y se presenta tal cual es sin prospección, sin planeamiento del futuro, sin la prueba de la realidad. Pera Freud no es que los sueños creen la imaginación, sino que la actividad inconsciente de la imaginación participa en la construcción de los sueños (Freud, 1900).

El sueño no es realizar un proceso creativo, maduro, pero puede ser la fuente de él y de  la sublimación.

Uno de los elementos del sueño es la experiencia de por sí y otro el texto y el contexto; todos aquellos se relacionan pero unos y otros están enmascarados y en mascarando procesos y fantasías inconscientes.

(Lea También: Incógnita de los Sueños, Algunos Comentarios Técnicos)

El espacio y el tiempo del sueño se nos revelan cómo un concepción teórica-abstracta, subjetiva, condensándose tanto el uno cómo el otro, quedando el sí-mismo (“Self”) en función de esa condensación.

Cada sueño tiene un tema, una fantasía inconsciente, una urgencia operacional que se plasma también en cada sesión con su peculiaridad especifica. Hay cierto tipo de experiencias psíquicas que nunca se vuelven aprovechables para un integración mental.

Existe otro fenómeno, es la capacidad y la incapacidad para recordar los sueños, lo que depende de la permeabilidad del Yo y de sus resistencias para permitir el trabajo del sueño; sólo el vencimiento de esas resistencias, de la ductilidad del Yo, de cierta parte rígida que se pone en contacto con la realidad y de la comunicación con el mundo de la fantasía, es lo que permite también soñar.

En otras palabras, la relación muy estricta, practica, impide el soñar. Sujetos inteligentes pero muy temerosos del la fantasía y de la pérdida del contacto y control de la realidad, sueñan menos. El artista, el creador, es un soñador despierto, pero debemos insistir en que el sueño no es la creación.

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