Guía Práctica en Diagnóstico Prenatal, Prólogo

CAMILO HERNÁNDEZ DE ALBA, M.D.

El libro que tengo el honor de prologar, se trata de una obra de las que podríamos denominar, bien hecha. La pluma que lo redactó, es uno de los mejores especialistas en la materia, y ello se nota a cada página y en cada opinión vertida; no en vano el Dr. Camilo Hernández de Alba es uno de esos hombres estudiosos, meticulosos, y emprendedor donde los haya. Su capacidad de trabajo lo hacen merecedor de los más nobles reconocimientos.

La obra versa sobre un tema de candente actualidad. Pocos temas hay en medicina que tengan un impacto tan directo e importante sobre la morbimortalidad perinatal. No se puede olvidar que una de las causas más importantes de la misma son los defectos congénitos, especialmente en determinados sectores etáreos. Así pués, todo lo concerniente a esta parcela del saber será de incalculable valor tanto para el clínico como para la futura madre. Hoy dia la ciencia nos ha permitido acceder a lo más recóndito del embarazo, pudiendo llegar hasta el feto en sus múltiples aspectos fisiopatológicos, siendo así que de esta manera hoy ya podemos considerar al feto como un paciente más, con sus signos y síntomas, y sobre todo, con sus tratamientos. De ahí la trascendencia de esta obra, que no pretende transformar en especialistas a aquellos que no lo sean, sino dar a conocer a especialistas y a generalistas y personal sanitario en general, las coordenadas de lo que hoy día se entiende por diagnóstico prenatal.

(Lea También: Guía Práctica en Diagnóstico Prenatal, Introducción)

Es evidente que, tal como corren las investigaciones muy pronto podremos aplicar nuevos e inusitados procedimientos terapéuticos, en especial en el apartado de la terapia génica, y muchas de las hoy temidas enfermedades podrán controlarse de la manera adecuada para que no produzcan sus desagradables consecuencias. Por lo tanto, especialistas y no, deberán tener las bases de esta nueva disciplina para poder ofertar a las futuras madres, y muy especialmente a aquellas que ostenten algún factor de riesgo.

Hasta no hace muchos años el diagnóstico prenatal se concebía solamente para el diagnóstico de grandes y graves malformaciones, muchas veces totalmente incompatibles con la vida, sin embargo, hoy día, y tal como muestra la obra, se pueden diagnosticar cerca del 95 % de todos los defectos congénitos, siempre que se aplique la técnica adecuada en el momento adecuado. Por ese motivo ha nacido esta subespecialidad, que utiliza un gran arsenal de metodología, muchas veces sofisticada, y que requiere una formación y entrenamiento pertinente. No todos están capacitados ni preparados para dar las respuestas eficaces y eficientes ante cada caso en particular. Los lectores podrán darse cuenta, tras la lectura de las primeras páginas, que todo cuanto estamos afirmando es una realidad. Solamente el trabajo en equipo de todas las personas interesadas en la salud materno-fetal podrá brindar la excelencia y conseguir el objetivo ideal. Los personalismos de otras épocas han quedado atrás y han sido desplazados no tan sólo por los resultados sino también por la evidencia de su inutilidad. De ahí que, una vez más, insistamos en la formación y entrenamiento específicos en estos campos de la clínica.

La complementariedad de conocimientos proporciona un acercamiento superior al feto y de esta manera ya se puede afirmar que no tan solo el obstetra ni el ecografísta tienen un papel predominante, sino que también el neonatólogo, el genetista, el cirujano infantil, el biólogo, etc, y de manera muy especial los propios padres que, en última instancia, deberán tomar las decisiones oportunas, muchas veces de forma un tanto heróica. En este sentido, los grupos o comisiones de esesoramiento reproductivo han venido a ser los foros adecuados para la búsqueda de soluciones adecuadas a cada caso.

La opinión contrastada y discutida de cada uno, ha de ir encaminada a buscar la mejor alternativa para ese caso en particular. Es cierto que la protocolización ha de ser norma y guía, para cumplir con todos los requisitos, pero esa protocolización ha de ponerse a disposición del feto y su entorno, no en vano como decíamos antes, es el paciente. La opinión personal de un virtuoso, ha de ser analizada y complementada, tan solo de esa manera se llegará a ese grado de excelencia que mencionábamos.

Me consta que el autor del libro tiene esos preceptos muy en sus adentros. Lo conozco lo suficiente como para afirmar que en su área de influencia así se trabaja, tal como aprendió de sus maestros, entre los que tengo el honor de contarme, junto con Nicolaides y otros. Por lo tanto, sé de la seriedad de los planteamientos aquí vertidos, y ello augura un gran éxito a esta obra. Nada más cercano a la satisfacción personal si este libro consigue sus objetivos, y sirva para quien lo lea y estudie, se acerque un poco más a la maravilla científica del diagnóstico prenatal.

Prof. L. Cabero Roura
Presidente
Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia.
Barcelona , Diciembre 1998

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *