Técnicas Grupales: para Mejorar la Calidad del Proceso Enseñanza – Aprendizaje

Dr. Álvaro Monterrosa Castro, M.D

La comunicación es un elemento primario para establecer la interrelación de los seres humanos en forma efectiva y productiva.

Tradicionalmente hemos manejado el concepto de comunicación como un modelo, el cual establece un proceso con actores diversos, en el que se distingue a un orador que emite una idea, la cual es transferida por un medio a algún o algunos receptores con la intención de producir un cambio. El cambio que se busca puede incluir, la adquisición de un conocimiento o modificación en la actitud. Bajo estos criterios se ha manejado la comunicación en el ámbito docente. Transmisión de ordenes, informes, ideas, mensajes, sin llegar a profundizar en el análisis y sin una expresión de compromiso.

Dentro del proceso de enseñanza – aprendizaje, las habilidades expositivas de comunicación juegan un papel muy importante, ya que la función básica del docente es facilitar el aprendizaje y su herramienta principal es la comunicación. Garantizar la unidad en el proceso enseñanza y aprendizaje, debe ser un objetivo de todo docente y de toda institución educativa. Es incuestionable que el marco por excelencia para concretar esta idea es la clase, ella constituye la forma fundamental de organización del proceso docente, pues permite llevarlo a cabo de forma sistemática y como un proceso único.

(Lea También: Lenguaje Comunicativo en la Teorización de las Ciencias Sociales)

Bajo los paradigmas educativos modernos, en las clases que se desarrollan en los centros de enseñanza:

El alumno tiene las mayores oportunidades de satisfacer sus necesidades de comunicación, de interrelación con sus congéneres, de expresión, de pertenencia, de percibirse a sí mismo como sujeto activo de su propia formación, por consiguiente es la clase el contexto idóneo para comunicarnos y educar pero, debemos preguntarnos: ¿Se aprovechan todas las oportunidades educativas en la clase, con las llamadas “Clases Magistrales”, que son las que más predominan en nuestras universidades?. Evidentemente la respuesta es NO, y ello nos induce a la necesidad de concebir el proceso de la clase mediante el empleo de dinámicas grupales, actividades que propician que las interrelaciones entre docentes – estudiantes y estudiantes – estudiantes, sean más multifaceticas y por tanto conlleven a una comunicación más productiva.

Es necesario en este instante, conceptualizar el término dinámica grupal como: “fuerzas que actúan en cada grupo a lo largo de su existencia y que lo hacen comportarse en la forma como se comporta”, así lo define Klimberg. Hay que diferenciar dinámica de técnica grupal, para ubicar al lector en nuestra intención, la dinámica nos permite conocer los aspectos del grupo en cuanto a movimiento, acción, cambio, interacción, reacción, transformación, según Kurt Lewin, iniciador de la dinámica de grupo en la década de los 30. La técnica grupal nos permite activar los impulsos y las motivaciones individuales y estimula a la dinámica, para que las fuerzas puedan estar mejor integradas y dirigidas hacia las metas del grupo en el proceso enseñanza – aprendizaje. ¿Conoce usted como docente los requisitos par aplicar las técnicas grupales? ¿Cuenta usted con el dominio suficiente del grupo, para poner en practica las técnicas grupales?

Para aplicar las técnicas grupales se requiere conocer algunos aspectos que nos permitirán a su vez elegir la técnica grupal adecuada.

Estas consideraciones son: Los objetivos que se persiguen, la madurez y entrenamiento del grupo, el tamaño del grupo, el ambiente físico, las características de los miembros y la capacitación del docente.

Dentro de los principios básicos para la acción del grupo, se debe tener en cuenta: Propiciar un ambiente favorable, reducir la timidez de los miembros del grupo, establecer liderazgo, formular claramente los objetivos, mantener una adecuada flexibilidad, estimular las conclusiones por consenso, favorecer la comprensión del proceso y realizar una evaluación continua.

Para lograr una adecuada comunicación con el empleo de las técnicas grupales se requiere que el docente conozca que el alumno como miembro del grupo tiene un papel que asumir. El alumno debe tener en cuenta: En lugar de escuchar, debe hablar, participar. En lugar de recibir ordenes, tiene libertad y autonomía para moverse, en Lugar de sólo competir, debe permanentemente colaborar con los demás miembros del grupo, en lugar de obediencia hay comprensión de sus necesidades y las del grupo, en lugar de sanciones y penitencias hay responsabilidades, en lugar de un clima intimidatorio hay un ambiente coordinado, en lugar de una atención centralizada en el profesor, hay un inmenso interés centrado en la actividad grupal, en lugar de decisiones siempre tomadas por el docente, hay decisiones propias del grupo. En lugar de calificaciones y notas inapelables del profesor, hay evaluaciones realizadas por todo el grupo.

El cumplimiento de todos los tópicos señalados al aplicar técnicas grupales, permiten al docente lograr una mayor calidad en el proceso docente, mejorándose la comunicación con el mismo.

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