Nivel II y III de Triage

Nivel II de Triage

El triage secundario es el que se realiza en el Centro de Atención y Clasificación de Heridos (CACH). O Módulo de Estabilización y Clasificación (MEC).

Es una clasificación basada en la urgencia de evacuación para el tratamiento definitivo.

El responsable de este nivel de triage debe ser un médico o enfermera con amplio criterio, sentido común y experiencia en el manejo de los diferentes tipos de traumatismo.

Debe procurarse información sobre la evaluación inicial de la magnitud del evento desde la zona de impacto. Con el fin de decidir la severidad en el criterio de triage.

Durante el triage secundario se persiguen los siguientes objetivos:

  •  Revisar la prioridad de los lesionados provenientes de la zona de impacto y evaluar su estado clínico.
  •  Estabilizar los lesionados de acuerdo con la valoración clínica.
  •  Brindar tratamiento prehospitalario a los lesionados que no requieren atención institucional.
  •  Trasladar los lesionados hacia las unidades hospitalarias de acuerdo con la prioridad asignada y la complejidad de cada institución.
  •  Llevar un registro colectivo adecuado de todos los casos atendidos.

El procedimiento de triage secundario es el siguiente filtro en el flujo de los lesionados. Lo cual puede evitar el bloqueo de los hospitales. Siendo este el objetivo más importante de todo el proceso de atención de lesionados.

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La ubicación del CACH o MEC para el triage secundario, debe tener en consideración los siguientes aspectos:

  •  Proximidad a la zona de impacto, pero fuera del área de riesgo.
  •  Ubicación en una zona segura, localizada en contra de la dirección del viento en casos de contaminación química.
  •  Protección de elementos climáticos.
  •  Fácil visibilidad para la víctimas o los organismos de apoyo.
  •  Rutas de acceso para evacuación terrestre y aérea.

Una serie de actividades deben ser llevadas a cabo en el CACH en forma cronológica, en la medida en que los lesionados ingresan provenientes de la zona de impacto. Con el fin de dar un orden lógico a estas acciones.

El coordinador del CACH debe establecer un PROCESO DE ATENCIÓN Y EVACUACIÓN de los lesionados, en las siguientes fases:

Fase I

  • Identificación y tratamiento de los lesionados con prioridad roja.

Fase II

  •  Estabilización de lesionados prioridad roja.
  •  Iniciar tratamiento de lesionados prioridad amarilla.

Fase III

  • Evacuación lesionados prioridad roja.
  • Estabilización lesionados prioridad amarilla.
  • Iniciar tratamiento lesionados prioridad negra.

Fase IV

  •  Evacuación lesionados prioridad amarilla.
  •  Evacuación lesionados prioridad negra.
  •  Iniciar tratamiento lesionados prioridad verde
  •  Definir la salida o evacuación.
  •  Realizar procedimientos legales.

La prioridad en la evacuación depende en gran medida, de los recursos de transporte disponibles en el C.A.C.H.

Si el número de lesionados iguala el número de vehículos (situación compensada). El procedimiento puede ser sencillo: aquellos que son estabilizados primero se evacuan de inmediato.

Sin embargo, si el número de lesionados excede el número de vehículos disponibles (situación descompensada). La prioridad de evacuación debe ser dada a aquellos lesionados críticos, seleccionándolos incluso dentro de un mismo grupo de prioridad.

Nivel III de Triage – Triage terciario

Es el que se realiza a nivel hospitalario. En aquellas unidades de salud a las que son remitidos los lesionados procedentes del CACH ó MEC.

El responsable del triage en este nivel debe ser un médico debidamente entrenado. Con una sólida experiencia en traumatología, buen criterio y sentido común. Estar informado de la magnitud del evento y tener un conocimiento claro de los esquemas habituales de atención de emergencias tanto extra como intrahospitalarios.

Durante el triage terciario se persiguen los siguientes objetivos:

  •  Revisar la prioridad de los lesionados provenientes de la zona de impacto y del CACH y evaluar su estado clínico.
  •  Estabilizar los lesionados de acuerdo con la valoración clínica.
  •  Brindar tratamiento hospitalario a los lesionados.
  •  Planear la utilización racional de quirófanos, servicios de rayos X, banco de sangre y laboratorio, así como del recurso humano.
  •  Trasladar los lesionados hacia otras unidades hospitalarias teniendo en cuenta la racionalización de recursos según la complejidad de cada institución.
  •  Hacer un registro colectivo adecuado de todos los casos atendidos.

Una serie de actividades deben ser llevadas a cabo en el hospital a la llegada de los lesionados. Un procedimiento aplicable en estos casos es el TRIAGE EN EMBUDO. El cual permite una recepción, valoración y clasificación de los lesionados, para su ubicación en las áreas de expansión hospitalaria. Evitando así una mayor congestión de las zonas internas ya ocupadas.

Zona de Triage hospitalario

En primer lugar, es importante para lograr este objetivo, ubicar adecuadamente la zona de triage en la parte externa de la unidad hospitalaria. De forma que cuando los lesionados ingresen a la planta física, lo hagan ya con una destinación especifica.

En segundo lugar, la zona de triage hospitalario, debe ubicarse en la vía de acceso al área de urgencias. Lugar donde debe realizarse el procedimiento de triage terciario por el médico clasificador responsable, quien no administra tratamiento alguno. Su misión es solo la del triage, con el apoyo de una enfermera calificada. Quien le colaborará con la clasificación y dos o tres auxiliares quienes harán el tarjeteo (tagging) respectivo. Además debe haber un responsable del registro colectivo de los lesionados.

Luego de este primer paso, los lesionados pasan a cada una de las AREAS DE EXPANSION, previamente establecidas en el plan de emergencia hospitalario y debidamente señalizadas con FRANJAS DE COLORES que las ubiquen claramente. Con el fin de recibir el tratamiento definitivo de acuerdo con sus lesiones y el nivel de complejidad de la entidad de salud que los recibe.

Labor que es ejecutada por los equipos de atención y reclasificación identificados por los colores de triage y asignados a cada área. Además, estos equipos pueden hacer una clasificación dentro de cada grupo de lesionados. Con el objeto dar una nueva prioridad en la atención definitiva, sin que esto implique cambiar su color.

Así mismo, dependiendo de la complejidad de la entidad de salud que asume este triage terciario. Se puede realizar una REMISIÓN INTERHOSPITALARIA de lesionados. Con el fin de ubicar los lesionados en los hospitales más adecuados para brindar tratamiento a sus lesiones.

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