Definición, Epidemiología, Diagnóstico, Curso y Pronóstico de la Esquizofrenia
Introducción
La esquizofrenia es un trastorno mental grave e incapacitante del neurodesarrollo (1) cuyas manifestaciones clínicas inician en la adolescencia o adultez temprana, con anomalías en muchas funciones cerebrales. Cuyos síntomas principales son: la alteración en el juicio de realidad, alucinaciones, ideas delirantes, trastornos cognitivos (memoria ejecutiva, atención). Puede ser altamente discapacitante (2).
Esta enfermedad es la decimoséptima causa de años de vida perdidos por discapacidad en todo el mundo y la decimonovena causa en la región (Latinoamérica) estimada para el año 2011 según el último reporte de la carga global de la enfermedad (3).
Tiene una prevalencia a lo largo de la vida del 1% y anual del 1,4 al 4,6 por 1.000 habitantes y una incidencia entre 0,16 a 0,42 casos por 1.000 habitantes (4). (Lea también: Alcances y objetivos para Adultos con Esquizofrenia)
Una proporción grande de los pacientes que la padecen no logra desarrollarse personal o profesionalmente, son muchas veces incapaces de vivir independientes y tener una vida productiva.
Aunque en el siglo xx existía la idea de que los pacientes con esquizofrenia tenían un curso crónico, con un inevitable deterioro o con poca opción de mejorar. Desde comienzos de este siglo el reto fue cambiar esta concepción a una que se fundamenta en que esta enfermedad.
A pesar de ser grave, si se diagnostica tempranamente. Se trata de forma adecuada con un abordaje integral y multidisciplinario, podría tener mejores tasas de recuperación (5).
Para diagnosticar la esquizofrenia hay que tener en cuenta las características del cuadro clínico. La historia del paciente, evaluar antecedentes y factores de riesgo. Así como descartar otras causas de los síntomas.
En el anexo 1 de la guía para profesionales se presentan los criterios diagnósticos de la esquizofrenia de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-10).
Para efectos de la orientación de las distintas intervenciones y siguiendo las nuevas conceptualizaciones que van en consenso con la observación de la práctica clínica actual. El curso de la esquizofrenia se puede dividir en tres fases: la fase aguda —que hace referencia al episodio psicótico agudo—. Una fase de estabilización o poscrisis y una fase estable o de mantenimiento (6-8) cuyas características se presentan en la tabla 2.
Justificación
En Colombia no existían guías de práctica clínica para la evaluación, tratamiento y rehabilitación psicosocial de los pacientes adultos que sufren de esquizofrenia.
Se conoce que existen múltiples medicamentos y estrategias de intervención psicoterapéutica y psicosocial para el manejo de esta entidad patológica y en consecuencia una alta variabilidad en la práctica clínica tanto para la evaluación como para el tratamiento. Por lo que se elaboró la presente guía de práctica clínica basada en la mejor evidencia disponible.
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