Segunda Consulta del Recién Nacido a los dos meses de edad

MEDICINA FAMILIAR
EDUCACIÓN CONTINUADA PARA EL MEDICO GENERAL

Aproximación al paciente y a su(s) acompañante(s)

Observar durante el desarrollo de la consulta la interacción de los padres o acompañantes con su hijo, la forma en que lo cambian, las expresiones de afecto, la manera de tranquilizarlo etc. Estas observaciones deben quedar anotadas en la historia clínica.

Igualmente como se anotó en la consulta del recién nacido, debe observarse con cuidado el estado emocional de la madre o el acompañante del niño, ya que esto permitirá posteriormente al examinador, dar las orientaciones que sean del caso al final de la consulta.

Desarrollo psicomotor del niño de dos meses

Estimulación de conductas 2 meses

Examen físico
Valoración del crecimiento

Tomar peso, talla y perímetros con el niño completamente desnudo. Observar el estado general el niño y evaluar su estado nutricional de acuerdo a las gráficas correspondientes.
Valoración del crecimiento 2 meses

Exploración física

Además de lo consignado en la exploración del Recién Nacido, se deben tener en cuenta los siguientes elementos:

La fontanela posterior se debe cerrar a más tardar a esta edad. La fontanela anterior aún permanece abierta. En lo que hace referencia a los reflejos, el de la marcha ya debe haber desaparecido. Hay que descartar en forma cuidadosa la presencia de malformaciones congénitas.

En la exploración de las extremidades superiores, se debe confirmar la existencia o no de la cicatriz de la BCG.

(Lea También: Tercera Consulta del Recién Nacido a los Cuatro Meses de Edad)

Procedimientos

En esta edad se debe aplicar la primera dosis de DPT por vía IM en el cuadrante súperoexterno de la región glútea y la primera dosis de polio por vía oral.

En el caso de que durante la exploración no se encontrara la cicatriz de BCG, puede ser aplicada simultáneamente con la primera dosis de estas vacunas.

Además de la aplicación de las vacunas anteriores, se debe aplicar la primera dosis de la vacuna de Haemophilus influenzae tipo b (Hib).

Los niños menores de seis meses deben recibir tres dosis y un refuerzo: la primera dosis a los dos meses, la segunda a los cuatro meses y la tercera a los seis meses. El refuerzo se debe aplicar un año después de la tercera dosis, es decir a los 18 meses de edad.

Si el niño entre los 6 y los 12 meses de edad no ha recibido ninguna dosis:

Se le deben aplicar dos dosis separadas por un lapso de dos meses y el refuerzo un año después de la segunda dosis.

Si el niño se encuentra entre los 12 y los 15 meses de edad y no ha recibido ninguna dosis de la vacuna, se le debe aplicar una dosis y una año después de esta, el refuerzo. Si el niño se encuentra entre los 15 meses y los 5 años de edad y no ha recibido ninguna dosis, se le aplica una dosis única de la vacuna. También debe aplicarse la segunda dosis de la hepatitis B.

En cualquier momento, durante el primer año de vida del niño, se recomienda practicarles una determinación de hematocrito, hemoglobina y parcial de orina.

Guía anticipatoría

  • Nutrición.

    Continuar promoviendo la alimentación del lactante con leche materna. Si por alguna razón se detecta un déficit pondo-estatural y la madre considera que el niño no queda satisfecho después de que lo pone al seno, se debe complementar la alimentación del bebé con leche maternizada.

    Recordarle a la madre que debe seguir las técnicas de administración descritas en la consulta del Recién Nacido.

  • Prevención de accidentes.

  • Recomendar el uso de barandas en la cuna
  • No dejar al niño solo y acostado con el biberón, pues puede haber una bron-co-aspiración.
  • No dejar solo al niño con hermanos pequeños o mascotas.
  • Garantizar que no haya ratas en la vivienda.
  • No colocarle al bebé anillos, pulseras, cadenas etc.
  • No colocar el asiento del bebé en ninguna otra cosa que no sea el piso, cuando el asiento se está usando fuera del carro.
  • De la misma manera no dejar al bebé acostado sin supervisión, sobre una cama o mesa, porque los niños pueden darse la vuelta ( 3º a 4º mes).
  • Y no alzar al niño mientras se está bebiendo un líquido caliente o se está fumando.
  • Seleccionar juguetes que sean irromplibles, que no tengan pequeñas partes desarmables, lados puntiagudos, o que sean lo suficientemente grandes que no lo puedan ahogar.
  • Ciclo vital individual.

    Recordemos que esta etapa del Ciclo Vital Individual corresponde a la adquisición de la Confianza Básica por parte del bebé. Esta confianza se desarrollará en el niño en la medida en que los padres le den seguridad y no lo dejen solo. Hay que tener presente, que el llanto es el lenguaje del niño y en el menor de diez meses, siempre significa que hay algo que le molesta : tiene hambre, está cansado en esa posición, algo le aprieta demasiado, tiene frío o calor, le molestan los ruidos o la luz, tiene miedo, desea succionar, tiene agrieras o dolor abdominal, está mojado o sucio, se está sintiendo solo etc.

    Es por esto que no tiene ningún sentido dejar llorar al bebé con el pretexto de “no malcriarlo” o de que “hay que dejarlo llorar para que se le expandan los pulmones”. Lo sensato en esta circunstancia es averiguar lo más rápido posible “por qué llora el niño” y mientras tanto, alzarlo y hacerle sentir que se le quiere ayudar.

    Dejarlo llorar en su cuna así no más, es abandonarlo, sembrarle inseguridad, y abonarle el terreno para la neurosis, la angustia y la depresión del adulto.

    Otro punto a tener en cuenta, es que el niño pequeño que no puede hablar ni desplazarse, además de las necesidades físicas que lo mortifican, existe una necesidad muy importante para él y es la de “estar acompañado y tener cerca a la mamá”, estar seguro de que en cualquier momento ella estará allí para auxiliarlo. Una buena forma de brindarle al niño “esa seguridad de compañía” es estar cerca de él, hablarle, hacerle una caricia y también alzarlo antes de que llore.

  • Ciclo vital familiar.

    Esta etapa del Ciclo Vital familiar corresponde como dijimos anteriormente a la fase de “Expansión” o sea aquella de la familia con lactante. En esta fase además de satisfacer las necesidades básicas, tanto biológicas como afectivas del recién nacido, hay que implementar la readaptación de la pareja a nivel afectivo y sexual, ante su nueva situación de padres. Recordemos que el objetivo en esta etapa es lograr convertir la vida de pareja inicial, en una relación armónica una vez llegado el bebé.

Cierre de la consulta

Antes de terminar la consulta, el médico debe preguntar a los padres o acompañantes del bebé, si tienen algo más que comentar en relación al niño, su manejo y su comportamiento.

También es importante comentarles los progresos o estancamientos del niño en relación a su crecimiento y desarrollo y hacer énfasis en relación a si sus padres están desempeñando bien su papel.

Finalmente, tener en cuenta que los problemas que se identifiquen en esa consulta, pueden requerir una atención adicional antes de la visita del 4º mes.

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