Gestación saludable, hijos saludables

Gestación saludable

Durante la gestación el desarrollo del feto en el útero provoca cambios como el aumento de tamaño de algunos órganos, producción de hormonas, modificaciones en el sistema circulatorio que se traducen en elevación del gasto cardíaco y aumento del volumen sanguíneo y otros cambios como el incremento del metabolismo basal y una mayor utilización de oxígeno para lograr una adecuada ventilación. Debido a la presión que ejerce el útero hacia arriba especialmente hacia el final de la gestación.

Claudia Rueda Badillo (*)

El incremento del peso durante la gestación se debe a los productos propios de la concepción (feto, líquido amniótico y placenta), al aumento de los tejidos maternos con expansión del volumen sanguíneo y el líquido extracelular, crecimiento del útero y las mamas e incremento de los depósitos maternos.

Estado nutricional durante la Gestación: 
Gestación saludable

Con el fin de garantizar un adecuado estado nutricional durante la gestación, se debe consumir una alimentación balanceada que responda a las necesidades de energía y nutrientes, consideradas para la población colombiana:

Energía:

El comité de expertos reunidos en 1981 (FAO-OMS-ONU), recomienda adicionar 150 Kcal. diarias durante el primer trimestre y 350 Kcal. diarias durante el segundo y tercer trimestre, para cubrir los requerimientos energéticos ocasionados por la formación y desarrollo del feto, necesidades de la madre y reservas que garanticen una lactancia materna adecuada.

Proteínas:

La recomendación nutricional de energía y nutrientes para gestantes y madres en lactancia, establece para el primer trimestre de la gestación 15 g/día adicionales de proteína, 20 g/día adicionales durante el segundo trimestre y 25 g/día adicionales durante el tercer trimestre. Es necesaria la ingesta de proteínas de alto valor biológico como las carnes de res, pollo o pescado, el huevo, los lácteos y derivados. E incluir alimentos fuente de proteína vegetal como las leguminosas: Frijol, lenteja, garbanzo, etc.

Grasas:

Constituyen una fuente energética importante. Incrementar el aporte de grasas benéficas (aceite de oliva, aceite de canola, aceites de pescado, nueces y semillas). Es necesario limitar el consumo de grasa saturada (mantequilla, grasas sólidas y carnes con alto contenido de grasa), evitar la ingesta de grasas “trans” (margarinas, productos industrializados con adición de grasas trans).

Carbohidratos:    

Deben  preferirse carbohidratos complejos, ricos en fibra (cereales integrales, leguminosas, frutas y verduras) y limitar la ingesta de carbohidratos simples (azúcares, dulces).

Vitaminas:

Prácticamente todas la vitaminas aumentan sus requerimientos durante la gestación, especialmente el ácido fólico y la vitamina D. La gestante además de consumir una alimentación adecuada requiere de suplementación adicional de vitaminas y Acido Fólico.

Minerales:

La anemia por déficit de hierro constituye una enfermedad carencial de orden nutricional de alta prevalencia en la gestante. La suplementación con hierro debe iniciarse desde el primer trimestre del embarazo. El embarazo produce modificaciones del metabolismo del calcio, dado por la expansión del volumen plasmático, disminución de la albuminemia, aumento de las pérdidas por orina y la transferencia a través de la placenta que llevan a una disminución del calcio iónico. Con una dieta balanceada y exposición solar habitual los mecanismos compensadores evitan el daño óseo materno. Se recomienda un aporte extra de 400 mg/día mediante aporte adicional de productos lácteos como queso, yogur, kumis.

Fibra:

El consumo de fibra a base de leguminosas, frutas, verduras y cereales integrales proveen fibra necesaria para evitar el estreñimiento y mantener un adecuado tránsito intestinal.

Conclusiones: 
Gestación saludable

El estado nutricional y alimentario preconcepcional y durante la gestación determina el estado nutricional de la madre y el futuro bebe. Una alimentación que cubra las necesidades incrementadas de energía, nutrientes. Especialmente proteínas, ácido fólico, vitaminas A y D, hierro y calcio. Junto con la adopción de un estilo de vida saludable, incremento de la ingesta de líquidos, exclusión de bebidas alcohólicas y cigarrillos, favorece el desarrollo fetal normal, formación de reservas maternas para el período de lactancia y prevención de complicaciones maternas durante la gestación.


(*) Nutricionista Dietista, Universidad Industrial de Santander. Estudiante de la Especializaciَn de Nutrición Clinica, Facultad de Ciencias. Pontificia Universidad Javeriana. 2007

Imagen de freepik

Fondo Nacional Avícola

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