Historia del Sistema Mundial de Comercio

libre comercio irrestricto

Las ideas y fundamentos que soportan el libre comercio irrestricto entre los países aunque suenan bien en la práctica; los países prefieren realizar acuerdos bilaterales para disminuir las barreras arancelarias; y no simplemente tomar una decisión unilateral.

Esto debido a que temen que los demás países saquen provecho de estas políticas pero no las implementen en su país; lo que perjudicaría específicamente al país precursor de la idea.

La esencia del problema del libre comercio irrestricto es la falta de confianza; ya que dos gobiernos entre sí pueden reconocer que sus países se beneficiarían de la disminución de las barreras comerciales entre ellos; pero ninguno está dispuesto a hacerlo por temor a que el otro no lo haga.

La teoría del libre comercio irrestricto tuvo sus inicios en el siglo XVIII con la obra de Adam Smith y David Ricardo. La primera vez que fue implementado como política gubernamental fue en Gran Bretaña en 1846; ante una crisis en las cosechas de granos que amenazaban con una hambruna; fue entonces cuando el parlamento decidió abolir los aranceles a la importación.

Durante los siguientes 80 años, el país británico en su papel de potencia mundial, presionó a sus socios comerciales para que liberalizaran el comercio; pero éstos no devolvieron la norma unilateral de libre comercio, y Gran Bretaña no revocó su norma por miedo a una guerra comercial.

Ya en la década de 1930, el intento de este país por estimular ellibre comercio irrestricto quedó en ruinas ante la Gran Depresión; que se debió a la incapacidad de la economía mundial para alcanzar una recuperación sostenida, lo que terminó en la Primera Guerra Mundial, en 1918.

Se empeoraron las cosas en 1929 cuando la bolsa de valores estadounidense entró en crisis, seguida de la quiebra del sistema bancario en ese país.

Para 1930, las cosas se complicaron cuando en Estados Unidos el gobierno aprobó los aranceles de la Ley Smoot-Hawley destinada a proteger las industrias nacionales; y a debilitar la demanda de los productos extranjeros para impedir el aumento del desempleo.

Esta ley levantó un muro impresionante de barreras arancelarias, ya que cada industria fue favorecida con un arancel “a la medida”.

Los aranceles de la ley Smoot-Hawley tuvieron un efecto dañino sobre el empleo en los otros países, los cuales ante la medida estadounidense; decidieron levantar sus propias barreras arancelarias; como consecuencia, el mundo se hundió en una mayor depresión.

Después de la Segunda Guerra Mundial, Estados Unidos fue el ganador, y se encargó de impulsar políticas del libre comercio irrestricto; mediante su liderazgo, surgió el GATT en 1947.

El GATT fue un acuerdo multilateral que tenía como objetivo liberalizar el comercio entre los países, mediante la eliminación de los aranceles, los subsidios, las cuotas de importación, etc. desde su fundación hasta que lo sustituyó la OMC, la afiliación del GATT pasó de 19 países a más de 120.

Como el GATT no pretendía levantar las restricciones comerciales de un solo golpe; se estableció una reducción arancelaria en ocho rondas en las que se negociaron las reducciones arancelarias recíprocas entre todos los miembros. Las normas del GATT se imponían mediante un mecanismo de vigilancia mutua.

En la década de 1980 y comienzos de la siguiente, el GATT tuvo presiones de mayor proteccionismo en todo el mundo; tres razones fueron las que se trataron.

La primera fue que la prosperidad económica de Japón produjo tensiones en el sistema de comercio mundial; ya que en Occidente existía la impresión de que los mercados japoneses estaban cerrados a las importaciones; y a las inversiones extranjeras mediante barreras administrativas.

La segunda razón, era que el sistema de comercio mundial se perjudicaba con el déficit comercial de la mayor economía del mundo (E.E.U.U).

Y la tercera causa fue que muchos países encontraban la forma de evadir las normas del GATT; mediante las limitaciones voluntarias a las exportaciones (LVE) que escapaban a los tratados acordados en el GATT.

Pese a las crecientes presiones a favor del proteccionismo, en 1986 se celebró la octava ronda llamada la ronda de Uruguay porque se celebró en ese país; fue la ronda más difícil y ambiciosa de todas, porque se prolongó por siete años hasta que sus miembros en diciembre de 1993, firmaron formalmente las siguientes disposiciones:

1. Los aranceles sobre los bienes industriales debían reducirse más de un tercio, y suprimirse en más de un 40% los bienes manufacturados.

2. Las tasa arancelarias promedio impuestas por las naciones desarrolladas a los bienes manufacturados debían reducirse a menos de 4% de su valor, el monto más bajo de la historia moderna.

3. Los subsidios agrícolas se reducirían en gran medida.

4. Las reglas de marcado y comercio justo del GATT se extenderían hasta cubrir una amplia gama de servicios.

5. Las reglas del GATT también se expenderían para proteger más las patentes, los derechos de autos y las marcas registradas.

6. Las barreras del comercio de textiles se reducirían significativamente durante 10 años.

7. Se crearía la Organización Mundial de Comercio para poner en práctica el tratado del GATT.

La OMC actúa como organización general que abarca el GATT junto con dos organismos relacionados, uno sobre servicios y otro sobre propiedad intelectual.

Además, la OMC asumió la responsabilidad de arbitrar las disputas comerciales y vigilar las políticas establecidas de los países miembros.

La experiencia hasta la fecha de la OMC ha sido favorable, su papel como supervisor o árbitro mundial tuvo efectos positivos ya que la mayoría de las disputas entre los países fueron solucionadas.

La ampliación de los tratados para los servicios ha sido cuidadosamente tratada, de manera que existan normas para favorecer la inversión extranjera directa; para que los mercados se abran a las telecomunicaciones y para liberalizar el comercio internacional de los servicios financieros.

A finales de noviembre de 1999 se reunieron en Seattle, Washington, los representantes de los Estados miembros de la OMC; la meta era iniciar una nueva ronda de acuerdos para reducir las barreras al comercio internacional de productos agrícolas y al comercio y la inversión en servicios.

Esta ronda se destacó por no llegar a ningún acuerdo y por la incapacidad de los países miembros de llegar a un consenso.

Así mismo, mientras se realizaba la reunión, un colectivo de organizaciones, ambientalistas, defensores de derechos humanos y sindicatos que se oponen al libre comercio; salieron a las calles a manifestar su descontento; lo que era una marcha pacífica resulto en daños materiales inmensurables y en noticia mundial.

El futuro de la OMC tiene pendientes cuatro temas importantes: el aumento de las normas contra el dumping, el elevado proteccionismo de la agricultura, la falta de protección sólida de los derechos de propiedad intelectual en muchas naciones, y la persistencia de aranceles elevados sobre productos y servicios no agrícolas en varios países.

A finales del 2001, la OMC volvió a intentar una nueva ronda de negociaciones entre los Estados miembros para tratar estos temas, se escogió la reunión en la remota localidad de Doha, en el Estado pérsico de Qatar, sin duda, pensando en la dificultad que tendrían los manifestantes opositores para desplazarse a este lugar.

Al comienzo del término se determinó que las charlas duraran tres años, pero el plazo ya se terminó, y no pareciera que fuera a concluir pronto.

Las negociaciones de los temas pendientes ya muestran algunos ganadores: los productores agrícolas de bajo costo en el mundo en desarrollo y naciones desarrolladas como Australia y Estados Unidos.

Si las convenciones prosperan, los productores agrícolas verán que los mercados se amplían para sus productos, también ganan las naciones en desarrollo gracias a la falta de menciones a normas de trabajo, que muchas consideran un intento de las naciones ricas por levantar barreras comerciales. Los enfermos y los pobres del mundo se benefician por el acceso garantizado a medicinas baratas.

También habría perdedores: los agricultores europeos y japoneses (muy protegidos por el gobierno); las acerías estadounidenses por su sobreprotección actual, los ambientalistas y los laboratorios farmacéuticos del mundo desarrollado porque deberán asumir el permiso concedido a las naciones más pobres del mundo para fabricar o comprar genéricos que sirvan para tratar enfermedades mortales.

Por ahora hay que esperar en qué terminan las negociaciones que pueden reversarse o firmarse, lo cierto es que un estudio del Banco Mundial; asegura que de firmarse estas nuevas convenciones, la riqueza mundial aumentaría más de 500.000 millones de dólares por año para el 2015, y que de esta cifra, el 60% sería para las naciones más pobres del mundo, donde saldrían de la pobreza 144 millones de personas.

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