Liderazgo Situacional
En el liderazgo situacional se tienen en cuenta factores como las personas, el equipo de trabajo y las circunstancias, permitiendo que sea un tipo de liderazgo más flexible y apto para las nuevas tendencias empresariales y emprendimientos.
El liderazgo situacional es un tipo de liderazgo que le permite a los líderes ser más flexibles en cuanto a la forma de liderar; teniendo en cuenta cada persona o miembro del equipo de trabajo.
Esta flexibilidad permite adaptarse a las diferentes circunstancias y retos que se presentan en el ambiente laboral. Por ejemplo, no será lo mismo cuando se trabajan en proyectos nuevos que cuando se trabajan en proyectos ya conocidos o si se tiene experiencia.
Es decir, no necesitas estar “encima” del equipo de trabajo si ya tienen experiencia en proyectos similares, en esa situación puedes delegar más. Diferente al proyecto nuevo en donde debes participar más y acompañar los diferentes procesos.
Una de las grandes ventajas del liderazgo situacional es que permite que cada persona saque lo mejor de sus cualidades. También permite trabajar en la confianza y autonomía del equipo y mejorar la comunicación.
Sin embargo, es importante también que el líder tenga la capacidad de analizar a su equipo de trabajo, para saber qué tipo de liderazgo aplicar a cada miembro. Es decir, que la flexibilidad del liderazgo situacional no es solo de acuerdo a ciertas circunstancias; sino que tiene en cuenta también las características del colaborador.
Por ejemplo, es importante tener en cuenta variables como: el nivel de competencia de cada miembro del equipo, el nivel de compromiso y madurez de cada trabajador respecto a sus funciones y puesto de trabajo, la motivación que tiene cada persona, la confianza que existe entre los miembros del equipo, etc.
Bajo estas premisas, el liderazgo situacional permite que el líder le dé más independencia y autonomía a un trabajador que ya conoce, sabe que es responsable y trabaja mejor sin presión; y en cambio, acompañe a un miembro del equipo que, para que se sienta motivado, necesita de constante aprobación o acompañamiento. (Ver También: Talento Emergente)
Tipos de Liderazgo Situacional
Directivo
Este tipo de liderazgo situacional se caracteriza porque el comportamiento de dirección es alto, pero la comunicación constante con el equipo es baja. En este tipo de liderazgo se les brinda más autonomía a los trabajadores, pero se les acompaña y guía.
Por ejemplo, en este caso el líder le indica al equipo qué debe hacer, cómo lo debe hacer, dónde debe hacer y cuándo se debe entregar, etc. En caso de que un miembro del equipo necesite de un acompañamiento, por ejemplo, porque sea nuevo en el equipo, el líder lo brinda, de lo contrario no hay mucha más comunicación. (Lee También: Consejos para Liderar Equipos de Trabajo)
Delegativo
En este caso de liderazgo situacional el comportamiento de dirección es bajo, así como la comunicación y apoyo. Aquí lo que se busca es que cada miembro trabaje de manera autónoma porque cuentan con las capacidades para hacerlo.
Aquí los miembros del equipo tienen la experiencia y habilidades necesarias para desarrollar su trabajo sin tener un nivel de dirección alta o supervisión constante. La confianza es clave en estos equipos de trabajo, tanto del líder que confía en que el trabajador sea capaz de desarrollar el proyecto, como del trabajador en acudir al líder si tiene preguntas.
Persuasivo
Este liderazgo se caracteriza por tener una dirección alta y un apoyo alto. Es decir, que el líder le indica al equipo sus responsabilidades, tareas y que se espera del proyecto. Pero también existen una comunicación fluida y constante.
Es un tipo de liderazgo enfocado al coaching por lo que es muy útil en equipos jóvenes, con poca experiencia, pero con mucha motivación. En este caso los guías, les enseñas y los acompañas brindando una supervisión mínima.
Participativo
El modelo participativo se caracteriza por tener una dirección baja, pero un comportamiento de apoyo y comunicación alta. Este tipo de liderazgo situacional se puede aplicar dependiendo de las características y cualidades del trabajador. Como es un liderazgo poco se supervisa, el trabajador debe tener las aptitudes necesarias para desarrollar su trabajo sin guía ni supervisión.
Por ejemplo, un trabajador que tienda a la procrastinación o que si no lo están supervisando no trabaja, pues es un trabajador al que no se le puede aplicar un liderazgo participativo.
Pero, también es útil en casos donde los trabajadores necesitan de motivación para sacar su máximo potencial. Es frecuente encontrar casos de trabajadores que tienen las capacidades, pero no tienen la confianza en sí mismos para hacer su trabajo sin supervisión.
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