Se trata de métodos para analizar los procesos de una organización, corregir errores y potenciar los rendimientos.
La idea de mejorar la calidad de un producto, de un proceso o de un trabajo, se plasmó a mediados del siglo pasado gracias al profesor de Ingeniería de la Universidad de Tokio, Kaoru Ishikawa, quien decidió establecer y desarrollar las 7 herramientas de calidad básicas para que cualquier trabajador pudiera utilizarlas.
La concepción de la idea
Ishikawa fue un experto trabajador en control de calidad. Utilizando mapas mentales, utilizaba su inteligencia y su tiempo pensando la manera en cómo podría darle nuevas herramientas a los trabajadores para que estos mejoraran la calidad.
Así llegó a estas siete reglas básicas que pueden aplicarse para resolver cualquier problema relacionado con la calidad.
El gran logro del profesor fue darles un tono sencillo y práctico a estas herramientas. De modo tal que las mismas se basan en la recogida de datos y el análisis de los hechos, y para recurrir a ellas no es necesario tener amplios conocimientos de estadística, ya que su uso es sencillo.
Esto hizo que su pensamiento se propagase por todo el mundo y sean utilizadas por la mayoría de las empresas.
En el cuaderno de Ishikawa quedaron registradas estas siete herramientas de calidad que hoy desafían el paso del tiempo. Por eso vale la pena revisarlas una por una. (Lee también: Cómo elegir el Color del Logotipo)
Hoja de recogida de datos
Sirve para almacenar y clasificar información sobre un proceso o producto. A la hora de comparar este tipo de hojas de inspección, podemos decir que son muy similares a las checklist.
Su diseño es muy importante, ya que pueden utilizarse tanto para anotar resultados (de haberlos, enseguida pueden observarse patrones) como para comprobar tendencias.
Como idea básica en su concepción, la gran ventaja de estas hojas es que los datos que aportan no son complejos. Les permiten a los trabajadores valorar los síntomas de un problema, buscar sus causas o, incluso, recopilar datos una vez planteada alguna hipótesis.
Histograma
Son determinantes y claves para analizar el patrón de comportamiento en un proceso y además poder calcular su frecuencia. Cómo se confecciona mediante gráficos, esta es una gran ventaja ya que es más sencillo descubrir pautas que de otro modo serían más complicadas de ver.
Los histogramas no sirven para cualidades o características, sino que son útiles para variables cuantificables. Estas aparecen representadas en forma de barras, cuya superficie es proporcional a la frecuencia de los datos reflejados.
A la hora de plasmarlo en el papel quedó establecido que las frecuencias se distribuyen en el eje vertical y las variables en el horizontal.
Diagrama de Pareto
Como parte de las herramientas de calidad, este gráfico fue pensado bajo el principio de Pareto que afirma que el 20% de las causas provocan el 80% de los problemas.
Lo que hace este diagrama es ordenar cuestiones de mayor a menor frecuencia y es muy útil para revisar la periodicidad tanto de los problemas como de las causas. Es importante definir antes de comenzar qué aspectos se van a estudiar. Y así sacar provecho de las herramientas de calidad.
Diagrama de espina de pescado
Este diagrama es popularmente conocido como diagrama causa-efecto o diagrama Ishikawa, y se utiliza para encontrar las causas de un problema de rendimiento a partir de un análisis más complejo. Si bien ayuda en la complejidad del problema, su uso es muy sencillo.
El diseño es muy similar al de una espina de pez y resulta fácil interpretar los resultados. Por otra parte, nos permite comprobar las diferencias entre el rendimiento que exigiría el correcto funcionamiento del proceso y el rendimiento actual.
Gráfico de control
Entre las herramientas de calidad, el gráfico de control es útil para saber si un proceso determinado tiene un comportamiento que podemos predecir, si es estable o no. Para llegar a esta conclusión, Ishikawa decidió estudiar dos tipos de variables.
Las aleatorias se repiten dentro de los límites predecibles, mientras que las debidas a causas especiales muestran qué factores implicados en el proceso es necesario identificar.
El diseño de estos gráficos de control se hace mediante tres líneas. La básica es la central, y la superior e inferior dibujan los límites máximos y mínimos permitidos. Los límites dan cuenta del grado de estabilidad de la cuestión que se analiza.
Diagrama de dispersión
También conocido como diagrama de correlación se utiliza para comprobar la relación que existe entre dos variables diferentes (X e Y), las cuales pueden ser dos problemas o dos causas. X e Y pueden mantener una correlación positiva, es decir, aumentar o disminuir al mismo tiempo.
Pero además puede ser negativa, si su comportamiento es distinto, mientras una se ve incrementada, la otra se reduce.
En este caso la correlación nula es aquella en la que se demuestra que no hay ningún tipo de relación entre las dos variables. La diferencia con este diagrama es que para poder llevarlo a la práctica es necesario haber identificado el problema y fijar cuáles son las variables que se van a estudiar.
Estratificación
Cuando manejamos muchos datos es una herramienta muy útil porque contribuye a clasificarlos o agruparlos en función de sus características comunes. Estratificar es un sinónimo de dividir el total de la información en subconjuntos, homogéneos entre sí y denominados estratos.
Lo que se consigue de este modo es pasar de datos genéricos y poco concisos a otros mucho más precisos, poco variables y, por lo tanto, más útiles a la hora de tomar decisiones.
En definitiva, las herramientas de calidad nos muestran los resultados que una empresa está teniendo. En base a ese análisis, se pueden corregir errores o tomar decisiones para mejorar la calidad.
