Plagas en las Heliconias
Entre las principales plagas se encuentran los nemátodos que afectan el sistema radical, formando nódulos y necrosamientos que obstruyen el transporte de agua y de compuestos orgánicos e inorgánicos, causando debilidad general, amarillamiento y flor pequeña.
Su control es a base de nematicidas; se debe tener el cuidado de no realizar desyerbas ni plateos con azadón, lo que ocasionaría rupturas en las raíces, permitiendo la entrada del patógeno.
Los thrips son otra plaga limitante, inciden sobre los brotes tiernos (cogollos) y chupan la savia floemática, haciendo que la planta detenga su crecimiento. En heliconias del tipo maraca pueden causar la muerte. (Ver también: Propagación de las Heliconias)
El gusano tornillo ( Castniomera humbrolti) también es una plaga limitante, pues hace perforaciones en el tallo causando la muerte del eje de la planta. La larva penetra por heridas causadas en las labores culturales y el adulto, que es un lepidóptero, oviposita en materiales en descomposición. El control consiste en retirar y compostar el material vegetal afectado.
El picudo ( Cholus sicaudata) normalmente afecta inflorescencias rojas, causando perforaciones en las brácteas y el consecuente deterioro de la flor; vive en lugares frescos y oscuros. Para controlarlo es necesario tener buena luminosidad en el cultivo; adicionalmente, está reportado el uso de Beauveria bassiana para controlar esta plaga (Ramírez , 1993).
Cosecha.
Época de cosecha
La primera cosecha es durante los 7 y los 10 primeros meses después de la siembra, pero la flor con mejor calidad se obtiene después de los 12 meses (Maza y Builes, 2000).
Requerimientos de corte: el tipo de corte depende de la especie y del destino de las flores. Las miniheliconias como H. psittacorum se cortan con una bráctea abierta o totalmente cerrada y a 80 ó 90 cm de longitud. Los cultivos de tamaño medio para florero como H. wagneriana se cortan con dos a tres brácteas abiertas, de 120 a 130 cm de longitud y se empacan en cajas con 15 ó 20 unidades (Betancur y Crees, 1993).
Los cultivares de tamaño medio para bouquete se cortan con sólo una bráctea abierta y con 60 a 80 cm de longitud total, éstos se empacan de 35 a 40 unidades por caja. En especies péndulas, el corte es con tres a cinco brácteas abiertas, la longitud de corte varía con el tamaño de la inflorescencia de 130 a 140 cm y se empacan en cajas con 15 ó 20 unidades (Betancur y Crees, 1993).
Siempre que una flor sea cortada se debe manipular lo menos posible, colocándola bajo sombra, preferiblemente sobre una almohadilla de espuma o un colchón de las mismas hojas de heliconias (Echeverri, 1990).
Poscosecha.
Transporte
El transporte debe hacerse en almohadillas de 30 x 60 cm, en grupos de máximo seis flores para evitar su maltrato. Cuando la flor llegue a la poscosecha se debe hidratar colocándola enrecipientes con agua limpia y algún desinfectante (Maza y Builes, 2000).
Selección de la inflorescencia
Se eliminan las flores que no cumplan con los requerimientos de tamaño, que tengan algún daño mecánico o causado por patógenos. La longitud de la inflorescencia con pedúnculo debe ser inferior a 80 cm y el pseudotallo debe tener un diámetro máximo de cinco centímetros (Maza y Builes, 2000).
Las heliconias para exportación deben estar sanas, sin síntomas de deshidratación o deflexión y con una coloración intensa, permaneciendo así por un tiempo no inferior a 12 días (Betancur y Crees, 1993).
Lavado y curado de la inflorescencia
La flor se debe lavar usando agua jabonosa y luego se sumerge en una solución bactericida y funguicida. La desinfección también se puede hacer sometiendo la flor a un ambiente saturado de vapor de agua a 46°C por un tiempo de 10 a 60 minutos de acuerdo al tamaño de la especie (Maza y Builes, 2000).
Almacenamiento
Si la flor se va a almacenar, se debe utilizar una habitación ventilada que esté a una temperatura de 14 a 16°C, con un 90% de humedad relativa; la mayoría de heliconias no se deben almacenar por más de cinco días. Los recipientes de almacenamiento deber ser adecuados para colocar la flor en una solución de agua con cloro al 0,02%. El uso de preservativos no afecta la durabilidad de la flor, pero ayudan a evitar el crecimiento de microorganismos en el agua (Maza y Builes, 2000).
Durabilidad de la inflorescencia
Varía entre las especies y cultivares, pero, en promedio, alcanza 14 días; sin embargo, se ha reportado un máximo de 28 días para H. bihai cv (Echeverri et al., 1990). La flor en la planta puede tener una vida de 1 a 10 meses dependiendo de la especie, su tamaño y el número de brácteas (Maza y Builes, 2000).
Empaque
El 60% de las flores tropicales son exportadas en empaques corrugados con dimensiones de 41x10x5 pulgadas, el 30% de los consumidores importan las heliconias en cajas de 41x20x5 y el 10% restante lo hacen en cajas corrugadas de 41x40x5, siendo esto un gran tamaño. El importador prefiere el empaque de 41x10x5 pulgadas por ser el característico para la venta (PROEXPORT, 2002).
La flor tropical colombiana se exporta en cajas de 20 heliconias, con dimensiones de 44x20x5 pulgadas. Estas cajas, en la parte superior presentan: foto de una heliconia, el nombre del productor y el lugar de procedencia. En el lateral izquierdo tienen la indicación de la fecha para posicionar las cajas y un aviso de no refrigerar y, en la parte interior, la caja lleva un plástico forrando las flores y papel periódico picado humedecido. Las flores no se empacan amarradas, la flor va protegida en el papel, pero no totalmente envuelta. En la parte posterior, se encuentran anuncios como por ejemplo: caja N° 21, variedad heliconia mixta, cantidad 20 y un aviso que dice FRÁGIL (PROEXPORT, 2002).
Estudio del mercado de Heliconias
Entorno mundial
El cultivo de flores cortadas y bulbos de flores se da en 145 países, ocupando un área de 190.000 hectáreas aproximadamente. Los principales productores de flores son Holanda, con una producción de US$ 4 billones de flores por año, seguido por Alemania, Francia, España, Japón, Colombia, Ecuador y Estados Unidos, donde la producción fue de aproximadamente US$ 20 mil millones para el año 2002 (Centre for the promotion of developing countries, 2002).
Colombia ocupa el segundo lugar como exportador mundial por la calidad de sus flores; sus exportaciones son del 14% después de Holanda, país que exporta el 50%. Colombia y Ecuador son los principales países suramericanos exportadores de flores.
Dentro de las flores de bulbos Holanda ocupa un lugar importante (84%) seguido por Chile. Dentro de los follajes el principal exportador es Estados Unidos seguido por Costa Rica, Italia, Holanda, Alemania, Chile, Kenya, Israel y Japón (Florvertical, 2004).
Las exportaciones de flores colombianas se iniciaron en 1965 con un valor de US$ 20.000 y en el año 2002 alcanzaron un valor de US$ 665 millones de dólares; presentando un crecimiento promedio anual de 6,9% durante el período comprendido entre 2000 y 2002.
Las exportaciones de flores a Estados Unidos fueron de 82% en el 2000 y de 89,1% en el 2002; presentando un incremento del 7% con respecto al año 2000.
El segundo destino de exportaciones colombianas es la Unión Europea con 9,8% de participación en sus ventas. En 1987 los exportadores de flores Colombianas, establecieron en Miami el COLOMBIA FLOWER COUNCIL (CFC); cuyo objetivo es promover el consumo de flores colombianas; sin embargo, otros organismos que han incidido en la promoción son PROEXPORT y BANCOLDEX (Dataflowers, 2004).
El principal producto de exportación de Colombia es la rosa con un 29%; seguida por el clavel con el 28,5%, el miniclavel con el 9%, y los crisantemos con 1,8%.
Las heliconias y otras flores tropicales se encuentran agrupadas dentro de la clasificación de otras flores; las cuales representan el 31,7% del total de exportaciones de flores (PROEXPORT, 2002).
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