Vacuna podría Ayudar a los Diabéticos de Tipo 1

Vacuna podría Ayudar a los Diabéticos de Tipo 1

Investigadores suecos han desarrollado una vacuna que podría cambiar la manera en que el sistema inmunitario responde en las personas a las que se les ha diagnosticado recientemente diabetes tipo 1.

“Con una simple vacuna, sin efectos adversos, parece posible conservar la propia secreción de insulina [del paciente], cosa que podría ser extremadamente importante para los niños y los adolescentes diabéticos”, señaló el Dr. Johnny Ludvigsson, autor líder del estudio, profesor de pediatría y jefe médico del Hospital universitario Linkoping.

Sin embargo, los resultados de este estudio preliminar no cambiaron el curso clínico de la enfermedad para los participantes del estudio. Los requisitos de insulina de los niños que participaron en el estudio fueron similares independientemente de si los niños fueron tratados con la vacuna nueva o recibieron un placebo.

Los resultados del estudio fueron publicados en línea el miércoles en la revista New England Journal of Medicine y aparecerán en su edición del 30 de octubre.

Se considera que la diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune en la que el sistema inmunitario del organismo se ataca erróneamente a sí mismo. En la diabetes tipo 1, “las células que producen la insulina son eliminadas por el propio sistema inmunitario en una especie de ‘guerra civil'”, explicó Ludvigsson. Esta guerra civil conduce a falta de insulina en el organismo. La insulina es una hormona clave que le permite al organismo metabolizar los carbohidratos y los azúcares de los alimentos. Las personas que tienen diabetes tipo 1 no sobrevivirían sin un reemplazo de insulina. Incluso con tratamiento, pueden ocurrir diversas complicaciones, como daños a la vista, el corazón, los riñones y los nervios.

Las investigaciones anteriores sobre la interrupción del sistema inmunitario que no han logrado buenos resultados se han centrado en medicamentos que suprimen el sistema inmunitario, como los usados en personas que reciben trasplantes o que son tratadas por el cáncer. Aunque los investigadores lograron algo de éxito en retrasar o detener la aparición precoz de la diabetes, ese éxito conllevó su precio.

“Muchos medicamentos causaron efectos secundarios tóxicos graves”, según la Dra. Denise Faustman, directora de inmunología del Hospital General de Massachusetts de Boston y autora de un editorial acompañante en la revista. “Con un inmunosupresor fuerte, se puede cambiar la cantidad de insulina que toman los niños y a veces se puede lograr que no tengan que usar insulina por un tiempo, pero puede haber daño renal. No había una buena proporción entre toxicidad y beneficio”.

Este nuevo tratamiento con vacuna que se está estudiando se concentra en la respuesta inmunitaria, en lugar de tratar de reducir todo el sistema inmunitario. Se fabrica a base de una proteína llamada GAD que normalmente se encuentra en el cerebro y en las células insulares del páncreas, que son las que producen la insulina. En los pacientes de diabetes, es como si fueran alérgicos a la GAD, explicó Ludvigsson.

La esperanza es que la vacuna que él y su equipo desarrollaron, que se administró el primer día del estudio y luego en el día 30, funcionará de manera similar a la inmunoterapia de alergia y ayudará al organismo a aprender a tolerar la GAD de nuevo.

En el estudio participaron 70 niños entre los 10 y los 18 años que habían recibido un diagnóstico de diabetes tipo 1 no más de 18 meses antes del comienzo de este estudio. Los niños se dividieron aleatoriamente en dos grupos, uno que recibió tratamiento y otro, un placebo.

Al final del estudio, los requisitos de insulina no cambiaron. Pero, en los niños cuyo diagnóstico era más reciente, hubo evidencia de que el grupo tratado retuvo más actividad en el páncreas, aseguró Ludvingsson.

Eso es importante porque entre más función productora de insulina retenga, “son menores los riesgos a corto plazo, así como el riesgo de complicaciones a largo plazo”; señaló el Dr. Richard Insel, vicepresidente ejecutivo de investigación de la Juvenile Diabetes Research Foundation.

“Lo que se ve es que el campo está tratando de alejarse de la inmunosupresión de amplio espectro para dirigirse a una respuesta inmunitaria específica. Este es un intento preliminar por desarrollar un método mucho más enfocado para modular la respuesta inmunitaria en la diabetes de aparición reciente”, aseguró Insel.

La buena noticia es que la vacuna parecía segura y no causó efectos secundarios preocupantes, según Faustman. “La GAD se ve bastante benigna aquí. Se aplican dos vacunas en un intervalo de cuatro semanas. Algo positivo está pasando, aunque el beneficio terapéutico es reducido. Pero hubo un beneficio mesurable y significativo”.

Ludvigsson asegura que los investigadores han comenzado ensayos nuevos, por ejemplo con niños que han tenido diabetes por menos tiempo porque fueron los que más respondieron a este estudio. Además, van a estar trabajando en un ensayo clínico para determinar si esta vacuna podría usarse para evitar la aparición de la diabetes tipo 1 entre los niños que están en alto riesgo de la enfermedad.

HealthDay

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