Cálculos Biliares
Los cálculos biliares son depósitos endurecidos que se pueden formar en la vesícula biliar. Estos cálculos son de fluido digestivo y pueden aparecer de diferentes tamaños; cálculos como un grano de arena o cálculos como una pelota de golf. Una persona puede tener solo un cálculo o puede tener muchos cálculos biliares al mismo tiempo.
¿Qué es la vesícula?
La vesícula es un órgano ubicado debajo del hígado, en la zona derecha del abdomen, es pequeño y tiene forma de pera. Este órgano tiene bilis, que es un fluido digestivo que se libera al intestino delgado.
Tipos de Cálculos Biliares
Cálculos biliares de pigmento: aparecen cuando la bilis contiene demasiada bilirrubina, son piedras de color negro o café oscuro.
Cálculos biliares de colesterol: son cálculos compuestos por colesterol no disuelto, aunque pueden tener otros componentes; son de color amarillo.
Síntomas de los Cálculos Biliares
Es importante aclarar que no todos los cálculos biliares pueden presentar síntomas. Éstos aparecen cuando el cálculo provoca un bloqueo debido a que se alojó en un conducto; en este caso, el paciente puede presentar los siguientes síntomas:
1. Dolor de espalda justo entre las escápulas.
2. Dolor repentino en la parte derecha superior del abdomen, se intensifica rápidamente.
3. Dolor repentino en la parte central del abdomen debajo del esternón, se intensifica rápidamente.
4. Dolor en el hombro derecho.
5. Vómitos o náuseas.
6. Ictericia, que es color amarillento en la piel o en la parte blanca de los ojos.
Cuando el dolor abdominal es tan intenso que no le permite a la persona sentarse derecho o no encuentra ninguna posición cómoda que le calme el dolor, debe consultar inmediatamente con el profesional de la salud.
¿Por qué Aparecen los Cálculos?
Las causas de la aparición de los cálculos no son completamente claras científicamente, sin embargo, existen factores que aumentan el riesgo de su aparición como:
1. Demasiada concentración de bilis en la vesícula contribuye en la formación de cálculos biliares, esto se debe a que la vesícula no se vacía por completo.
2. Cuando la bilis no logra disolver la cantidad de colesterol que el hígado segrega; queda exceso de colesterol que se puede transformar en cristales y luego en piedras.
3. Enfermedades como la cirrosis hepática, algunos trastornos de la sangre o infecciones de las vías biliares, hacen que el hígado segregue demasiada bilirrubina, esto contribuye a la formación de cálculos biliares.
Factores de Riesgo
- Tener 40 años o más.
- Ser mujer.
- Estar embarazada.
- Ser obeso o tener sobrepeso.
- Tener una dieta con alto contenido de colesterol, grasas y bajo contenido de proteínas.
- Enfermedades preexistentes como diabetes, anemia, leucemia, drepanocítica o enfermedad hepática.
- Antecedentes familiares.
- El consumo de medicamentos para terapia hormonal, anticonceptivos orales o medicamentos con estrógeno.
¿Cómo se Diagnostica la Enfermedad?
Análisis de sangre: ayudan a revelar si la persona tiene una infección, pancreatitis, ictericia u otras complicaciones que puedan causar los cálculos.
Ecografía abdominal: es el examen principal para buscar signos de cálculos biliares, con la ayuda de un transductor se crean imágenes que muestran las estructuras del abdomen.
Ecografía endoscópica: cuando el cálculo es muy pequeño, la ecografía abdominal puede omitirlos, en ese caso, esta ecografía ayuda a identificar los cálculos más pequeños. El transductor envía ondas que crean una imagen más precisa del tejido circundante.
¿Cuál es el Tratamiento para los Cálculos Biliares?
Si las personas no presentan síntomas no requieren tratamiento, en el caso contrario, las opciones de tratamiento pueden ser:
Colecistectomía: consiste en extirpar la vesícula biliar, este es un órgano que no se necesita para vivir. Cuando se extirpa, la bilis pasa directamente del hígado al intestino delgado. Este tratamiento es ideal en pacientes en los que los cálculos reaparecen con frecuencia.
Medicamentos: algunos medicamentos orales pueden ayudar a disolver los cálculos, sin embargo, este proceso puede tomar meses e incluso años. Y en caso de interrumpir el tratamiento, se pueden volver a formar los cálculos. Esta opción de tratamiento, se recomienda para quienes no pueden someterse a cirugía.
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