Urología Colombiana, Ejercicio Profesional en Ciudades Intermedias
Dr. Armando Juliao Senior
Miembro de Número Sociedad Colombiana de Urología. Barranquilla
Conferencia presentada en el Encuentro Nacional de Residentes de Urología,
celebrado en Girardot en el mes de Junio del presente año
El interés por este tema nació desde el momento en que tomé la decisión de convertirme en urólogo, con el fin de ejercer esta especialidad en mi ciudad, Barranquilla. Creo que el interés de todos los residentes de cualquier especialidad médica, es poder ejercer en su ciudad de origen, para así llevar la mejor atención urológica a nuestros coterráneos.
En el momento en que se toma la decisión de ser urólogo, ninguno de nosotros se pregunta cuantos urólogos hay en el país y como es su distribución a nivel nacional por ciudades y mucho menos cuales son las oportunidades de trabajo en dicha especialidad. Al revisar las condiciones por los cuales un aspirante médico americano se decide por una especialidad, nos encontramos con muchos factores que están fuera del aspecto puramente académico o de la afinidad que se tenga por la especialidad. Muchos toman su decisión en las oportunidades de trabajo futuras y en la posible remuneración económica que obtendrán de dicho especialidad. Es por estas y por muchas otras razones que la urología sigue siendo una especialidad altamente apetecida por el aspirante americano; sobra observar la cartelera de oportunidades de trabajo en los congresos de la AUA, del Journal of Urology o del Urology Times entre otros.
En nuestro país, es muy poca la información que tenemos de estos factores, y mucho menos cuando se trata del ejercicio urológico en ciudades intermedias, ya que las ofertas de trabajo son bastante escasas al momento de nuestra graduación.
Para comenzar, revisemos la estadística urológica en nuestro país y como están distribuidos en todo el territorio nacional. Esta información es basada en el último manual de la Sociedad Colombiana de Urología. Actualmente hay 330 urólogos miembros de la Sociedad Colombiana de Urología ejerciendo en nuestro país (Cuadro 1); a su vez hay aproximadamente un número indeterminado ejerciendo, que no son miembros de la sociedad, para un total aproximado de 400 profesionales de la urología.
Existen actualmente en el país diez programas de postgrado y un programa de subespecialidad en Oncología Urológica, que gradúan aproximadamente 18 urólogos al año (Cuadro 2). De estos 18 urólogos, diez (55%) son egresados de programas radicados en la ciudad de Bogotá, quienes en su mayoría intentarán laborar en la capital, creando una situación de saturación en el mercado laboral.
El número de instituciones prestadoras de Salud no aumenta, pero sí la demanda de trabajo por parte de los urólogos recién egresados (Caudro3).
En total hay aproximadamente 24 instituciones de tercer nivel con plazas de trabajo para urólogos en la ciudad de Bogotá, las cuales en su gran mayoría ya están copadas por las mismas personas desde hace varios años. Durante el primer año de ejercicio profesional, los especialistas jóvenes intentan buscar una alternativa salarial básica mensual, pero encuentran grandes dificultades para su ubicación profesional, optando así por empleos con salarios no acordes a su entrenamiento y que demandan gran cantidad de tiempo, responsabilidad y ejercicio en municipios cercanos, disminuyendo su calidad de vida y poniendo en riesgo su seguridad y prestigio profesional.
Cuadro 1
Distribución a nivel nacional
Ciudad | No. de Urólogos |
Arauca | 1 |
Armenia | 5 |
Barracabermeja | 2 |
Barranquilla | 25 |
Bogotá | 165 |
Bucarasmanga | 1 3 |
Buga | 2 |
Cali | 30 |
Cartagena | 18 |
Chía | 1 |
Cucuta | 7 |
Duitama | 2 |
Envigado | 2 |
Girardot | 2 |
Ibagué | 9 |
Manizales | 12 |
Medellín | 32 |
Montería | 7 |
Neiva | 6 |
Palmira | 1 |
Pasto | 4 |
Pereira | 7 |
Riohacha | 3 |
Rionegro | 1 |
San Andrés | 1 |
San Juan del Cesár | 1 |
Sincelejo | 4 |
Sogamoso | 2 |
Tunja | 2 |
Valledupar | 4 |
Villavicencio | 5 |
Yopal | 1 |
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Fuente: Sociedad Colombiana de Urología
Cuadro 2
Universidad |
Egresados por año |
Javeriana-Bogotá | 2 |
Rosario-Bogotá | 1 |
Nacional-Bogotá | 2 |
Militar-Bogotá |
2 |
FUCS-Bogotá | 1 ó 2 |
EL Bosque | 1 |
Instituto Nacional | |
Cancerología-Bogotá | 1 |
Universidad de Cartagena | 1 |
Universidad de Antioquia | 2 |
C.E.S.-Medellín | 1 |
Universidad del Valle | 1 |
Total Anual 15 ó 16 |
.
Fuente: Sociedad Colombiana de Urología
Cuadro 3
IPS |
Urólogos |
Hospital Simón Bolivar |
3 |
Clínica El Bosque |
8 |
Clínica Reina Sofía | 6 |
Centros médicos E.P.S. | 1 |
Clínica Shaio | 4 |
Clínica del Country | 6 |
Clínica Marly | 8 |
Clínica Palermo | 8 |
Clínica Nueva | 6 |
Hospital Militar | 8 |
Hospital San Ignacio | 5 |
Hospital San Juan de Dios | 6 |
Clínicas Intermedias | 30 |
Hospital San José | 7 |
Profamilia | 4 |
Hospital La Samaritana | 4 |
Hospital de Kennedy | 3 |
Hospital El Tunal | 1 |
I.N.C. | 5 |
Clínica San Rafael | 3 |
Colsubsidio | 4 |
Hospital La Misericordia | 2 |
Fundación SantaFé | 10 |
Clínica Carlos Lleras | 4 |
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Aproximación de los datos de la Secretaría Distrital de Salud – Bogotá
Otra opción de trabajo, es intentar ingresar a los cuadros médicos de las diferentes empresas de medicinas prepagadas, pero se encuentran con la sorpresa que la mayoría de estos están cerrados desde hace dos o tres años y la posibilidad de ingreso se encuentra muy remota. Mucho menos existe la posibilidad de ingresar a cuadros médicos con un buen número de usuarios y con buenas tarifas como Bavaria, ECOPETROL, British Petroleum, Banco de la República, etc.
Es por esta razón que el ejercicio en ciudades intermedias se convierte actualmente a mi juicio, en la mejor alternativa laboral para el urólogo recién graduado, que aspira a lograr un ejercicio profesional y una remuneración acorde a sus expectativas y a su entrenamiento.
Al tomar la decisión de ejercer en una ciudad intermedia (ciudades diferentes a Bogotá, Medellín y Cali), el especialista recién graduado se encuentra con múltiples circunstancias que desconocía hasta el momento de la llegada a dicha ciudad.
La gran mayoría de veces desconocen a los especialistas que trabajan en esas ciudades, aún siendo oriundos de esta. La primera lección es presentarse a los diferentes especialistas laboralmente activos (Listado de SCU) y expresarles las habilidades propias adquiridas durante el entrenamiento y ofrecerles la posibilidad de organizar grupos de trabajo interdisciplinario, situación que es clave para el adecuado ejercicio profesional. Este acercamiento se debe hacer previo a la graduación, para así tener un panorama más claro y no perder tiempo experimentando. Existen varios ejemplos de profesionales que se aventuran, a ejercer en ciudades intermedias, sin un adecuado conocimiento del ambiente laboral local y se encuentran con situaciones desfavorables que los obligan a regresar a la ciudad donde recibieron su entrenamiento, encontrándose con las dificultades que esto implica. Una oportunidad ideal para realizar dicho acercamiento, es el Congreso Colombiano de Urología o simplemente por vía telefónica y presentación personal.
Entre las expectativas del joven especialista no debe estar, el esperar deslumbrar a sus futuros colegas con sus pergaminos. Darse a conocer a través de “entrevistas” con los especialistas locales, laboralmente activos es la mejor manera de presentarse.
Una vez hecho el contacto laboral, se establecen las reglas de juego y las posibilidades laborales que se tengan con el grupo contactado. La elección de unirse a uno u otro grupo no debe depender solamente de las condiciones económicas que se ofrezcan, sino también de las condiciones científicas y humanas de dichas personas. Una mala influencia puede cambiar completamente el rumbo de la vida de un talentoso joven especialista.
Las reglas de juego se refieren a las condiciones económicas aproximadas con las cuales se va a trabajar. Principalmente en lo referente a los ingresos que se esperan obtener. Por otra parte, a los aportes económicos que deban hacerse para ingresar a una sociedad de profesionales ya establecida, la compra de instrumental urológico para el uso personal o de la sociedad o la compra de paquetes accionarios de una IPS para poder ejercer en esta. Estas inversiones pueden variar desde cinco a 25 millones de pesos, dependiendo de la ciudad donde se vaya a trabajar y del tipo de práctica que se vaya a ejercer. La gran mayoría de las IPS en ciudades intermedias, no poseen infraestructura tecnológica urológica; por esto es necesario comprar el equipo básico de cisto-resectoscopio que puede llegar a tener costos entre 4,000 a 10,000 dólares.
Existen varias alternativas para solucionar el problema económico. Para comenzar se puede llegar a un acuerdo con el grupo de trabajo para un arrendamiento de los equipos. El ingreso a grupos que poseen una tecnología urológica adecuada, se puede ir costeando con trabajo, o con aportes mensuales posteriores una vez se comiencen a devengar ingresos. Finalmente existen muchas entidades financieras a las cuales se puede acudir para hacer esa inversión, que será la base del ejercicio profesional en ciudades intermedias.
Vivir en ciudades intermedias trae muchas cosas favorables para el ejercicio profesional urológico. En la gran mayoría existen plazas de trabajo libres y existen procedimientos urológicos que no habían sido ofrecidos masivamente hasta el momento. Ejemplos de ello son la Prostatectomía Radical, la endourología y la andrología, procedimientos para los cuales un urólogo del siglo XXI debe sentirse completamente confiado en su práctica. En cuanto a la logística, dichas ciudades permiten un rápido desplazamiento entre los sitios de trabajo y la vivienda, lo que facilita el ejercicio profesional.
En el momento de comenzar a laborar, se quisiera tener un ambiente utópico, es decir realizar toda la actividad profesional en una sola institución. Hoy en día, esto es prácticamente imposible, ya que las distintas empresas a las cuales se tiene acceso, estipulan la atención de sus usuarios en diversas IPS, en diferentes sitios de la ciudad. Intentar ejercer de esta manera en una ciudad de gran tamaño puede llegar a convertirse en un gran problema personal y laboral, mientras que las distancias cortas y el trabajo en grupo de las ciudades intermedias, le permiten realizar cobertura simultánea en varias instituciones de salud.
“El primer año de ejercicio es perdido desde el punto de vista económico.” Esta fue la frase que me lanzó uno de los especialistas de Barranquilla a mi llegada. Tenía toda la razón. El primer año es el de los ajustes laborales que servirán de base para los años venideros. Intentar ingresar a las diferentes empresas (EPS, Prepagadas y empresas privadas) es una larga y dura tarea, que requiere de bastante tiempo y paciencia. Sin embargo en las ciudades intermedias es más accesible el ingreso a las diferentes empresas, ya sea como persona natural o a través de las sociedades creadas con los especialistas reconocidos. Este primer año es también el periodo para relacionarse con los otros urólogos y especialistas de otras áreas, que en últimas le ofrecerán las diferentes oportunidades de trabajo.
Este primer año se le ha bautizado como el año de R5 y me atrevería a hablar de R6 y R7 del segundo y tercer año de ejercicio profesional respectivamente. Si miramos la historia de la medicina, esta situación se viene presentando desde muchos años atrás. Podemos remontarnos a la antigua Persia del siglo XI, que fue realmente el sitio en donde comenzaron las escuelas de Medicina y los Hospitales Universitarios conocidos como “maristanes” en la ilustre ciudad de Ispahán. Posterior a la graduación como “hakim” (Médico erudito), los médicos en los dos o tres primeros años trabajaban con sus profesores en grupos, asesorándose en la gran mayoría de decisiones médicas y a su vez compartiendo los ingresos. Estos jóvenes “hakimes” nunca se sentían explotados ya que obtenían gran sabiduría complementaría de sus profesores y simultáneamente conocían las reglas de trabajo y los aspectos económicos del ejercicio profesional. Muchos de ellos pasado un tiempo, se separaban de sus superiores y ejercían en poblaciones aledañas siempre manteniendo un contacto permanente con sus antiguos jefes o a su vez otros se quedaban laborando en Ispahán, esperando una vacante en los diferentes “maristanes“.
Esta situación se sigue presentando cientos de años después. Aún se ingresa a una escala de crecimiento profesional y económico, y con el tiempo se logra el ascenso dentro de ella conformando también nuevos grupos de trabajo. En las ciudades intermedias, esta escala de crecimiento tal vez es más rápida y nunca se interrumpe.
Trabajar en grupos profesionales permite reunir la fortaleza y presencia suficiente para lograr la mejor contratación tanto en las EPS como en las IPS y así obtener el mejor beneficio del trabajo y tener una adecuada calidad de vida. En las ciudades intermedias conformar dichos grupos es mas mucho más factible y con una operatividad relativamente sencilla.
Muchas veces se considera que el ejercer en una ciudad intermedia implica mantenerse alejado de toda actividad académica con la consiguiente desactualización. Esto depende completamente del especialista, ya que se tienen las mismas herramientas académicas que en las grandes ciudades y es responsabilidad de los urólogos jóvenes promover la actividad académica en reuniones locales.
El inicio en una ciudad intermedia no brindará frutos inmediatos, pero si presentará un futuro claro y con proyecciones de crecimiento anual permanente.
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