Perfil Psiquiátrico de Niños, Niñas y Adolescentes Maltratados (De la Calle)

Dr. Adalberto Campo Arias
Médico Psiquiatra. Centro Amor y Vida
Docente del diplomado de salud mental y psiquiatría
Universidad de Cartagena
Dra. Candelaria Rambal Pastor
Médico Psiquiatra, Universidad de Cartagena
Dr. Julio de la Rosa
Médico General, Centro Amor y Vida
Cartagena de Indias

Resumen

En los niños, niñas y adolescentes maltratados, en situación de abandono, que viven en instituciones como medida de protección tienen un riesgo elevado de presentar un transtorno mental.

Objetivo: Determinar el perfil psiquiátrico de los niños, niñas y adolescentes de una institución de protección de la ciudad de Cartagena de Indias y definir la utilidad de Reporting Questionnaire for Childern (RQC) como instrumento de tamizaje en esta población.

Método: Una entrevista clínica fue realizada para definir un diagnóstico psiquiátrico (DSM-IV) y en forma independiente se aplicó el RQC para establecer quienes necesitaban una evaluación especializada.

Resultados: un grupo de 53 niños, niñas y adolescentes con una edad media de 13.3 años (DE=2.3); 60.4% de sexo masculino; con una escolaridad promedio de 2.7 años(DE=2.0) y el 33.7% con historia de consumo de sustancias.

El RQC mostró que el 96.2% necesitaba una evaluación psiquiátrica especializada, La entrevista psiquiátrica mostró que el 79.2% de los evaluados presentaban al menos un diagnóstico de eje 1, el13.2% retardo mental (eje II) y 5.7% epilepsia (eje III). En síntesis, el 84.9% de los entrevistados reunía criterios para un diagnóstico de eje I, II o III.

Conclusiones: Todos los niños, niñas y adolescentes en situación de abandono, maltratados, necesitan una evaluación psiquiátrica especializada. La prevalencia de trastornos mentales es considerablemente mayor a la informada en la población general de referencia. El RQC es un instrumento con una alta sensibilidad para identificar los niños y adolescentes que necesitan una consulta psiquiátrica.

Palabras clave: Trastorno mental, prevalencia, niños, adolescentes, maltrato.

Summary

Treated badly children and adolescents, runaway, who live in institutions for protection, have high risk for a mental disorder.

Objective: Determine psychiatric profile of children and adolescents (RQC) as screening instrument in this population.

Method: A clinical interview was employed to establish diagnosis (DSM-IV) and independently we applied the RQC to define which children needed psychiatric evaluation.

Results: Fortythree children and adolescents, with an average age of 13.3 years old (SD=2.3) 60.4% male, average school years of 2.7 years (SD=2.0 ) and 33.7 % had history of drug use RQC showed that 96.2% needed psychiatric evaluation. Clinical interview reported that 79.2% of. Evaluated children and adolescents suffered from at least one diagnosis of axial I 13.2% mental retardation ( axis II), and 5.7% convulsions ( axis III) In summary 84.9% met criteria for one axis I, II or III diagnosis.

Conclusions: All children and adolescent runaway, with mistreatment history, need a psychiatric evaluation. Mental disorder prevalence is higher than in the general population. RQC is an instrument with high sensibility to identify children and adolescents who need psychiatric evaluation.

Key words: Mental disorders, prevalence, children, adolescents, mistreatment, runaway.

Introducción

Los datos disponibles muestran que aproximadamente el 20% de la población menor de 18 años presenta un trastorno mental1-7. Estos problemas están asociados a una serie de factores biológicos, sociales y culturales8.

Los factores de riesgo para la presentación de un transtorno mental en niños, niñas y adolescentes son, entre otros: un pobre estado de salud, una deficiente socialización con personas de las misma edad, situaciones de vida con un alto nivel de estrés, bajo nivel socioeconómico, conflictos familiares y personalidad antisocial o consumo de alcohol u otras sustancias por parte de los padres9-14.

En los niños, niñas y adolescentes que han vivido en la calle o viven en institucciones como medida de protección son niños maltratados y tienen un riesgo elevado de presentar un trastorno mental15,16.

El objetivo del presente estudio fue determinar el perfil psiquiátrico de los niños, niñas y adolescentes de una institución de protección de la ciudad de Cartagena de Indias.

Materiales y Métodos

El presente trabajo es un estudio descriptivo, prospectivo de corte transversal en el cual se determinó el perfil psiquiátrico de los niños, niñas y adolescentes del Centro Amor y Vida en la ciudad de Cartagena de Indias. Además se estableció la correlación entre la entrevista clínica y el cuestionario para informe de síntomas para niños ( Reporting Questionnaire for Children, RQC).

Los niños, niñas y adolecentes instituciona-lizados en el Centro Amor y Vida han vivido en la calle en situación de abandono, peligro físico o psicológico. Son remitidos a la institución por una autoridad competente y permanecen en la misma por voluntad propia . Para este estudio se entrevistaron los individuos menores de 18 años con una estancia en la institución de al menos un mes. Este período mínimo permitía una evaluación completa que incluye historia psiquiátrica, psicológica, médica, nutricional, educacional y social.

Los diagnósticos fueron realizados siguiendo los criterios diagnósticos de la Asociación Psiquiátrica Americana17. Además, de manera simultánea se diligenció el RQC. Este instrumento fue utilizado para definir la población de niños y adolescentes que ameritaban una consulta especializada en el Estudio Nacional de Salud Mental y Consumo de Sustancias Psicoactivas18.

El RQC es un instrumento de tamizaje que debe llenar la persona adulta responsable del niño, niña o adolescente y consta de nueve preguntas que responden si o no. No requiere ningún entrenamiento especial para diligenciarse. Investiga síntomas actuales o historia de problemas relacionados con el lenguaje, el sueño las fugas del hogar, los robos, el parecer retardado, la inhibición social, los hábitos de eliminación, la ansiedad y con convulsiones. Está diseñado para niños entre 5 y 15 años, no obstante, en este estudio se aplicó incluso hasta los 17 años por considerar que conservaba su utilidad y sólo se determinaron síntomas actuales. Una o más respuestas afirmativas indican que el evaluado amerita una consulta psiquiátrica especializada18.

A todos los estudios se les realizó una entrevista semiestruturada para establecer el diagnóstico psiquiátrico y en forma independiente se completó el RQC por parte de una de las personas que más conocía o había estado en contacto con el evaluado.

Los datos fueron almacenados y procesados en el programa EPI- INFO 6.03 ( CDC & OMS; 1996). Se aceptaron como diferencias significativas valores de probabilidad menores del 5 % (p<0.05).

Resultados

Fue evaluado un grupo formado por 53 niñas, niños y adolescentes en edades que oscilaban entre 9 y 17 años, con una medía de 13.3 años (DE=2.3); 24 sujetos (45.3%) del grupo tenían 12 años o menos de edad. En relación con el género, 32 (60.4%) eran de sexo masculino y 21 ( 39.6%) del femenino. La escolaridad de los estudiados osciló entre 0 y 8 años, con un promedio de 2.7 años (DE=2.0). Un total de 20 individuos (37.7%) tenía historia de consumo de sustancias psicoactivas, en la mayoría de los casos inhalantes y marihuana. La prevalencia fue significativamente mayor en el grupo masculino que en el femenino 50% frente a 23.5% (test exacto de Fisher a dos colas p<0.05).

El RQC mostró que 51 evaluados (96.2%) ameritaban una evaluación psiquiátrica especializada. En forma independiente, la evaluación psiquiátrica mostró que 42 entrevistados (79.2%) presentaban por lo menos un diagnóstico de eje I. 7 (13.2%) de eje II, retardo mental y 3(5.7%) de eje III, específicamente epilepsia.

Los diagnósticos de eje I aparecen en la tabla 1.

Tabla No. 1 Población del Centro Amor y Vida según el diagnóstico de eje I.

Población del Centro Amor y Vida según el diagnóstico de eje I

* El total suma más del 100%

Cuatro de los siete casos de retardo mental estaban asociados a un diagnóstico de eje I ( trastorno psicótico en tres individuos, trastorno por déficit de atención e hiperactividad en un caso, y adicio-nalmente un caso de psicosis se asociaba con trastorno de la eliminación). Los tres casos de epilepsia presentaban, además, un transtorno psicótico. En general, 45 sujetos (84.9%) de los evaluados presentaban algún diagnósticos de eje I , eje II o eje III.

Los diagnósticos de eje I fueron iguales de frecuentes en hombres que en mujeres ( 81.3% frente a 76.2%). Los trastornos de conducta disruptiva fueron más frecuentes en hombres que en mujeres (40.6% frente a 19.0%). Los trastornos psicóticos fueron más frecuentes en mujeres (38.1% frente a 15.6). Ninguna de las diferencias alcanzó un valor estadísticamente significativo.

En lo concerniente a la correlación entre la entrevista clínica y el RQC, la concordancia absoluta fue de 89%, la sensibilidad del 100% y la especificidad del 25%.

Se observó que los transtornos del lenguaje fueron predictores de trastorno psicótico en comparación con diagnósticos (61.5% frente a 12.5%, test exacto de Fisher a dos colas, p<0.002). Los robos en la casa se correlacionaron significativamente con los trastornos de conducta a diferencia de los trastornos psicóticos y los otros diagnósticos (70.6% frente a 38.5% y 26.1%, respectivamente; X2= 8.05, gl=2, p<0.02). El parecer retardado estuvo más relacionado con el diagnóstico de un trastorno psicótico que con otros diagnósticos de eje I (69.2% frente a 12.5%, test exacto de Fisher a dos colas, p<0.0003). Asimismo, el parecer retardado estuvo más correlacionado con el diagnóstico clínico de eje II de retardo mental que con las inteligencias que se consideraron clínicamente como promedios (100% frente a 15.2%, test exacto de Fisher a dos colas, p<0.00003). En la tabla 2 aparece la frecuencia de síntomas discriminadas por género.

Discusión

Los resultados de este estudio muestran que todos los niños, niñas y adolescentes maltratados con historia reciente de vivir en la calle necesitan una consulta psiquiátrica especializada. La prevalencia de trastornos mentales es alta en esta población alcanzando el 85% de los entrevistados. Los resultados de este trabajo coinciden con los de Campo & Rambal , quienes utilizando el cuestionario de síntomas pediátricos de Jellinek, informan que el 92% de los muchachos en situación de abandono de una institución de protección ameritaba una evaluación psiquiátrica especializada16.

Tabla No. 2 Frecuencia de síntomas del RQC según género

Frecuencia de síntomas del RQC según género

*Diferencia significativa, p<0.002
** Diferencia significativa, p<0.001

La prevalencia de trastornos mentales en la población general es cercana al 20%1-7. La prevalencia de un trastorno mental está relacionada con factores hereditarios y medioambientales, biológicos y psicosociales8,10,19. McClellan & Trupin sostienen que el abuso y la negligencia, formas de maltrato, son factores de riesgo para trastornos emocionales en niños y adolescentes20. En un grupo de adolescentes de la población general entre los 14 y 16 años, Kashani & col observaron que el abuso físico estuvo positivamente relacionado con trastornos psiquiátricos, a saber trastornos por conducta disruptiva, trastornos depresivos y de ansiedad2.

De la misma forma, la experiencia sugiere que los niños y adolescentes con trastornos mentales son con mayor frecuencia víctimas de todo tipo de maltrato, sin considerar edad, sexo ni estado socioeco-nómico21. Torres & Posada en el estudio nacional de salud mental muestran cifras significativa-mente menores a las halladas en este estudio, aún después de considerar el nivel socioeconómico. Además, observan que en niños y adolescentes colombianos el síntoma más prevalente fue “se asustan o se ponen nerviosos sin razón” en un 13.4% y sugieren que puede ser un indicador de maltrato infantil. Este fue el síntoma más informado en el RQC en el grupo estudiado, lo cual parece corroborar esa apreciación. Por otra parte, sus hallazgos difieren de los nuestros cuando señalan que la prevalencia de síntomas es mayor en el grupo masculino que en el femenino18. Esta diferencia invita a pensar que los trastornos mentales pueden ser causa de maltrato y abandono, sin considerar el género de la víctima21.

Yates & col, en una población con características similares a la de este estudio, observan que el 83.6% consume algún tipo de sustancia el 83.6% está deprimido y el 18 2% presenta otros problemas de salud mental15. Posteriormente, Rotheram-Borus, en niños y adolescentes entre 12 y 17 años de un programa para jóvenes callejeros, informa que el 54% está deprimido, siendo esto más frecuente en muchachas que en muchachos; y el 37% tiene problemas de conducta, y comparable con nuestros hallazgos esto fue más frecuente en los varones22.

Sin duda, todos los niños, niñas y adolescentes que llegan a esta institución han sufrido algún tipo de maltrato, incluyendo el abuso sexual, o psicológico. Posada informa que es alto el riesgo de maltrato en jóvenes estudiantes colombianos23. Asimismo, Yates & col encontraron que el 21.8% de los jóvenes que han vivido en la calle tiene historia de abuso sexual y el 16.4% de abuso físico15.

Es difícil definir si la alta prevalencia de trastornos mentales encontrada es causa o efecto de la situación de maltrato en las que han vivido estos jóvenes. El fenómeno de maltrato infantil es un fenómeno bidireccional. Los niños con trastorno mental son maltratados con mayor frecuencia por lo cual huyen de la casa o son enviados a instituciones. A su vez, el maltrato favorece la presentación de algunos trastornos mentales24.

Se concluye que todos los niños, niñas y jóvenes maltratados que han vivido en la calle necesitan una consulta psiquiátrica especializada. La prevalencia de trastornos mentales es altísima en esta población. Se necesita realizar mayor investigación en esta población en alto riesgo. De la misma forma, el estudio muestra que el RQC es un instrumento con una alta sensibilidad para identificar los niños y adolescentes maltratados que necesitan una consulta especializada.

Nuestros agradecimientos a los educadores del centro Amor y Vida Hermes Becerra, Javier Gómez y Yaneth Marrugo y a la enfermera Virginia Pimienta por su valiosa colaboración para la realización de este trabajo.

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