Los estrógenos mejoran algunas funciones cognitivas en mujeres con enfermedad de Alzheimer

Menopausia al Día

High-dose estradiol improves cognition for women with AD. Results of a randomized study. Neurology 2001 (Aug 28); 57: 605-12

Asthana S, Baker LD, Craft S, et al.

Dosis altas de estradiol transdérmico mejoran significativamente la memoria y destrezas de atención en mujeres postmenopáusicas con enfermedad de Alzheimer (EA) de acuerdo con este trabajo aleatorizado, paralelo, controlado con placebo. Un total de 20 mujeres con diagnóstico de EA fueron aleatorizadas para recibir un parche con 0.1 mg/día de 17 beta estradiol o placebo. La función cognitiva fue evaluada a través de test neurosicológicos de base y luego controles a las 3,5 y 8 semanas de tratamiento y 8 semanas después de terminar el tratamiento. Comparadas con las que reciben placebo, las mujeres que recibieron estradiol tenían una mejoría significativa en dos aspectos: una medida específica de atención (tiempo para completar la condición de interferencia a través del Stroop Color-Word Interference Test) y una medida específica de memoria verbal (demora en repetición inmediata sobre un test modificado de Buschke Selective Reminding Test). Sin embargo, la ganancia observada se detuvo al suspender la medicación y la mujeres retornaron a niveles pretratamiento.

Comentario: Hay un pensamiento racional fuerte acerca de que los estrógenos pueden mejoran los síntomas de mujeres con EA. Apoyando esta hipótesis este pequeño ensayo demostró un beneficio significativo del estradiol transdérmico sobre la atención y la memoria verbal, dos funciones sicométricas que escogieron los autores previas al inicio del estudio. Aunque el efecto de los estrógenos en esas dos funciones específicas fue impresionante, los resultados se atemperan por la falla de demostrar diferencias entre los grupos de otras funciones en la batería de test de comprensión. Los resultados también deben ser considerados a la luz de hallazgos negativos en otros tres estudios aleatorios recientes de estrógenos en EA, cada uno con un número mayor de pacientes y de más larga duración de tratamiento. Los autores se cuestionan si la dosis de estrógenos, la fórmula estrogénica, o los criterios de selección de los pacientes podrían haber sido esenciales en sus hallazgos positivos. Hasta ahora se puede concluir solamente, desde el punto de vista clínico, que el papel de los estrógenos a largo plazo en la mejoría de los síntomas de EA todavía no ha sido probada.

Víctor W Henderson MD, MS
Professor of Neurology and Geriatrics
Donald W Reynolds Center of Aging
University of Arkansas for Medical Sciences
Little Rock, AR