Fumar cigarrillo y exponerse como fumador pasivo aumenta el riesgo y la severidad de los fogajes

Menopausia al Día

Cigarette smoking, estrogen levels, and hot flashes in midlife women. Maturitas 2006; 53: 133-143.

Gallicchio L, Miller Sr, Visvanathan V, Et Al.

Fumar cigarrillo aumenta las posibilidades de que la mujer tenga fogajes y de tenerlos más severos diariamente. El riesgo y la severidad de los fogajes aumenta con la cantidad de cigarrillos, y el aumento del riesgo de fogajes es independiente de los niveles de estrógenos, fue lo que encontró este estudio de casos y controles. Éste examinó la asociación de fumar con la ocurrencia, frecuencia y severidad de los fogajes y si el riesgo de fogajes fue reflejado en la disminución de los niveles de estradiol o estrona. Las mujeres ingresadas en este estudio estaban entre 45 y 54 años de edad. Los casos fueron mujeres que reportaron fogajes (n 353); los controles fueron mujeres que nunca los tuvieron. El estudio fue hecho cuando las participantes completaron un cuestionario y proveyeron muestra de sangre para medir los niveles de estradiol y estrona aleatorizados.

Los casos fueron significativamente mayores que los controles, más tendencia en afroamericanas, y significativamente con más bajos niveles de estradiol. En el estudio el 64% de los casos reportaron que sus fogajes eran moderados a severos; 23% tenían fogajes diarios. Las mujeres que eran fumadoras actuales o fumadoras de siempre tenían un RR más alto que aquellas que nunca fumaron, de tener uno o más fogajes severos. El aumento del número de paquetes de cigarrillos por día se asoció con aumento del RR de tener fogajes. Las mujeres que fumaban más de un paquete/día fueron cinco veces más propensas a tener fogajes comparadas con las que nunca fumaban; las mujeres que fumaban menos de un paquete diario fueron 2.5 veces más propensas a tener fogajes que las que nunca habían fumado. Adicionalmente el aumento de fumar fue asociado con más RR de tener fogajes moderados y severos. Las no fumadoras que vivían con un fumador tenían significativamente más fogajes que las no fumadoras que vivían con un no fumador (RR 4.24).

El fumar no se asoció con concentraciones de estradiol y estrona sugiriendo que los fogajes no fueron debidos a cambios en los niveles de estrógenos. Los autores recomendaron estudios posteriores para determinar el mecanismo por el cual el fumar aumenta el riesgo y la severidad de los fogajes.

Comentario. Como en muchos estudios epidemiológicos, las bases fisiológicas de los hallazgos se le escapan a los autores. Los fogajes son causados por pequeñas elevaciones de la temperatura corporal central actuando dentro una reducida zona termoneutral en mujeres posmenopáusicas sintomáticas. Esta deducción es debida a la suspensión de los estrógenos y la activación central simpática, entre otros factores. Los estudios en animales y en humanos han mostrado que la nicotina aumenta significantemente la temperatura corporal central y la activación simpática central. Por lo tanto, su papel en la producción de los fogajes es obvia. Los andrógenos son irrelevantes aquí.

Referencias

1. Jessen AB, Toubro S, Astrup A. Am J Clin Nutr 2003; 7: 1442-1447.
2. Robert R. Freedman, PhD, Professor, Departments of Psychiatry and Obstetrics and Gynecology Wayne State University School of Medicine, Detroit, MI Member, Board of Trustees, The North American Menopause Society

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