Semblaza: El Médico Atleta Dr. Armando Rojas Sánchez

Aunque se Prepara y Corre Maratones por el Mundo Entero, no se Considera Atleta sino un Médico al que le Gusta hacer Cosas Diferentes.

Por María Margarita Herrera
redacción@cimefltda.com

Dr. Armando Rojas Sánchez

Lo primero que nos aclara el cirujano pediátrico Dr. Armando Rojas Sánchez, cuando llegamos a su oficina de la Fundación Santa Fe, donde labora como jefe de cirugía pediátrica, es que no estamos entrevistando a un atleta sino a un médico al que le gusta correr maratones. Lo hace de manera libre y no competitiva.

Pero después que nos puso al tanto de su ritmo de entrenamientos que cumple actualmente para poder participar en agosto en una maratón en Europa, no nos cabe duda que sí es un médico atleta.

Para estar a tono en este evento internacional, todos los días se levanta a las cuatro y media de la mañana y corre en promedio entre 10 y 12 kilómetros.

Este hobby que comenzó con su afición al deporte inculcada desde su época del colegio en Sogamoso, Boyacá, lo ha llevado a estar presente en infinidad de maratones por todo el mundo, entre ellas obviamente la media maratón de Bogotá, la de San Francisco y la popularísima maratón de Nueva York, en las que su ambición no es otra que llegar. “Soy un médico al que le gusta hacer cosas diferentes.

Si me pregunta cómo me fue en una competencia donde éramos seis mil, yo llegué de cuatro mil. Mi récord es saber llegar y saber manejarlo, para mi es un logro importantísimo haber corrido esas maratones y espero en la vida hacer muchas más”, explica.

Como lo pueden observar, maneja con modestia esta afición que además de servirle para mantenerse en forma lo obligó a dejar el cigarrillo para evitar ahogarse en plena competencia.

Armando Rojas es casado con la bacterióloga Claudia Beatriz Rodríguez Gutiérrez.

El gran amor de su vida son sus cinco hijos: Juan Camilo, David, Juliana, Santiago y Gabriela, con los cuáles comparte su pasatiempo deportivo y la observación de aves, otra de sus pasiones.

Perfil Dr. Armando Rojas Sánchez

Dr. Armando Rojas Sánchez nació en Bogotá hace 48 años. Su padre, el médico otorrino Abdón Rojas Castaño, oriundo del viejo Caldas, ejerció su especialidad como pionero en el Departamento de Boyacá.

Estudió bachillerato en el colegio Sugamuxi en Sogamoso y en 1974 comenzó su preparación profesional en la Escuela de Medicina Juan N Corpas, donde recibió el título de médico en 1980.

Realizó el año rural en Viotá, Cundinamarca, y en el Hospital La Victoria en Bogotá. Posteriormente ingresó al programa de Cirugía pediátrica en el Hospital Militar Central durante cinco años.

Durante su especialidad estuvo vinculado al Hospital de La Misericordia, donde al lado de sus maestros Mizrahinn Méndez y Efraín Bonilla adquirió gran parte del conocimiento de la patología quirúrgica pediátrica.

Desde el año 1989 trabaja en este campo en la Fundación Santa Fe de Bogotá, donde además es jefe de cirugía pediátrica.

Además ha sido cirujano pediatra de la clínica Infantil Colsubsidio, Hospital Infantil, Hospital Central de la Policía y de la Clínica del Niño.

Mucho entrenamiento

La disciplina de entrenamientos se programa según los compromisos venideros. “Para correr una maratón de 42 kilómetros no se puede hacer de la noche a la mañana, sobre todo en el atletismo debe haber algunos antecedentes”.

Cuenta que la rutina “varía porque hay un programa específico que cumplir y en determinadas semanas la sumatoria de los kilómetros tiene que ser un número determinado, por ejemplo ésta semana tengo que hacer 80 kilómetros, la que continúa tengo que hacer 60 y se lleva un ritmo para lograr correr los 42 kilómetros que tiene una maratón y mínimo se requiere de cuatro a seis meses de preparación para correr una maratón”.

Tiene varios circuitos de entrenamiento en Bogotá, destinados a la preparación física, que realiza junto con colegas y amigos, gomosos como él de las maratones.

Ahí es donde está la disciplina, pues como ser humano que es también le da pereza levantarse tan temprano y más si está lloviendo, sin embargo no deja de asistir al entrenamiento y menos ahora que se aproxima su próxima maratón.

Las aves, su otra pasión

Armando Rojas se considera un “ornitófilo”, palabra que no se encuentra en el diccionario, pero ha llamado así a su gusto por las aves porque sale de la fusión entre neófito y ornitólogo. “Durante mi infancia y la juventud fui un gran cazador de palomas y patos.

Actualmente creo que es una reivindicación con la naturaleza por todo lo que hice en esa época, hoy soy ciento por ciento naturalista y ecologista, protejo la naturaleza y todo lo que tenga que ver con ella me fascina”.

Conoció el pasatiempo de observar aves por un colega y le pareció tan interesante que empezó a buscar literatura sobre el tema. “No tenía nadie quien me explicara el hobbie de observar aves.

Hace siete años me metí a buscar en Internet y tampoco había mucha información. Me enteré que existían asociaciones de observadores de aves, luego llegué hasta la parte universitaria donde los biólogos y ornitólogos, una especialidad de la biología”.

Cuando el médico Rojas empieza a hablar de aves no hay quien lo detenga, se nota que le apasiona el tema y que ha indagado tanto al respecto que lo maneja como ave en el viento.

Así que nos contó que Colombia es el país más rico de aves en el mundo, reconocido a nivel internacional, pues la ubicación nos hace un terreno privilegiado que además permite las migraciones de aves de Estados Unidos y Argentina.

“Tenemos aves por todos lados, Bogotá cuenta con unas 160 especies. Nada más en este terreno de este edificio de la Fundación Santa Fe tengo identificadas 13 especies diferentes”.

Para mostrarnos y explicarnos más a fondo su gusto por las aves, sacó un libro muy abultado, escrito por un canadiense y un inglés, en inglés “Birds of Colombia” (Pájaros de Colombia), una guía donde se puede consultar más de 1.400 especies de pájaros que tiene el país, con ilustraciones, mapas y textos que permiten identificar cada ave. “Este libro es como la Biblia de nosotros” dice el médico Rojas, quien como es casi obvio hace parte de la asociación bogotana de ornitología.

Fotos: Camilo Álvarez