Una Aproximación a la Ciencia y el Arte: El Pensamiento Cuántico
Quantum Thought
Guillermo Sánchez Medina*
Introducción
El proceso por el cual el cerebro humano procesa y almacena información aún no se comprende en su totalidad.
El complejo mecanismo de la psiquis, pensamiento, conocimiento y consciencia, se está abordando desde diferentes campos científicos de las neurociencias, como el neuropsicoanálisis y la psicología cognitiva, la biología molecular, la bioquímica en especial con la señalización, la farmacología, la neuro-anatomofisiología, la físico-química y más recientemente la física cuántica.
Así, se establece una íntima relación entre la mente y el cerebro, analizándolo dentro del contexto de los sistemas complejos psicofísico dinámicos.
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Funciones Cerebrales, Pensamiento Cuántico
Es bien conocida la forma como el pensamiento involucra una serie de procesos cognitivos que se llevan en el cerebro, el cual abarca un amplio espectro de funciones de la sensopercepción, del pensar, del conocimiento y del ser consciente que se conoce a la vez de psicodinamismos que se desarrollan a través de etapas con sus procesos específicos; todas estas funciones y procesos se realizan en las interacciones biomoleculares, en las cuales se contemplan los potenciales eléctricos cuyas actividades y organizaciones se distribuyen en los diferentes procesos moleculares con los neurotransmisores y con codificaciones que todavía son un misterio en su operatividad.
Sin embargo, por inferencia, podemos deducir cómo están representadas aquellas codificaciones por procesos químicos y electroquímicos, que se caracterizan por estar relacionados con las funciones del pensamiento humano, y con procesos físicos de carácter atómico y molecular.
Los cambios físico-químicos se originan por una actividad eléctrica que ordena y desordena las estructuras moleculares; esa actividad y esa reordenación progresiva crean una conformación unitaria independiente, que conforma al ser viviente. En la práctica las estructuras moleculares genéticas trabajan con potenciales electroquímicos y eléctricos, que permiten la construcción de las moléculas de la vida, que se auto-organizan constantemente, hasta el producto final, el ser humano.
Pensamos que la nanobiotecnología en conjunto con la nanomedicina, podrá llegar a construir, no solamente terapias génicas, sino tener las herramientas y recursos para la investigación y desarrollo de sistemas moleculares artificiales que permitan comprender “cómo la información fluye desde los genes hasta las estructuras moleculares naturales”.
Es así como se ha podido llegar a detectar la capacidad de aislar, identificar y recombinar genes.
He aquí la manipulación del ADN con la llamada tecnología atómica o nanotecnología.
La cual trabaja a una escala del orden de una milésima de millonésima de metro (10-9 m.). “… y está enfocada a diseñar, controlar, y modificar materiales orgánicos e inorgánicos, a través de la miniaturización de componentes a rangos del nivel de un submicrón hasta niveles de átomos individuales o moléculas (0,1nm y 100 nm).
Dentro de este campo pasamos a la nanoelectrónica, la nanorrobótica, a los biomateriales nanoestructurados, a la computación molecular y cuántica, la química computacional, nanosensórica, nanodispositivos estructurados y otras tantas disciplinas en que se enlazan la física, la química, la electrónica, la informática, la matemática y la biología”.
Es en este campo donde necesitamos sumergirnos para comprender el funcionamiento del cerebro, en sus procesos fisiológicos como psicofísicos, entendiendo a la vez que el cerebro es el lugar en el cual se presentan las funciones de flujo de electrones, la despolarización en interfases neuronales, micro y nanocorrientes, flujos magnéticos, entre otras.
Es decir, los puntos de control entre las capas y las interfases producidas por las polarizaciones de los “espines”, todo lo cual produce efectos cuánticos que modifican las estructuras de los niveles electrónicos, y por ende, las respuestas magnéticas según la dinámica cuántica, manifiesta en los nanotúbulos (microtúbulos) del citoesqueleto, con su intrincada matriz que inerva y sostiene el núcleo de la neurona; a la vez que presenta interacciones directas con el retículo endoplasmático rugoso y liso.
Es allí también donde las proteínas sintetizadas en el aparato de Golgi procesan la información a nivel atómico y molecular, en la que deben producirse superposiciones cuánticas constantemente, al igual que el traspaso de barreras físicas, mediante el efecto túnel (el cual se presenta cuando una partícula atraviesa una barrera de potencial mayor que la energía que porta dicha partícula).
Proceso de Pensamiento
Así también se establecen patrones de funcionamiento en los que, en nuestro discurso, podemos comprender de la misma forma como lo hacemos con los postulados que hacen parte de todo el engranaje de codificación y decodificación en su funcionamiento para originar el proceso de pensamiento.
La codificación y/o señalización y sus opuestos (decodificación y deseñalización) se realizan gracias a los distintos rangos de potenciales eléctricos y electromagnéticos, y de energía cuántica.
En este punto se hace evidente que las neurociencias, la nanobiotecnología, la nanotecnología y todo el conocimiento cognitivo y psicodinámico son necesarios y evidentes para la comprensión de la interrelación cerebro-mente y sus productos o hechos psíquicos.
Sin embargo, todavía no se ha podido llegar a discriminar en qué estructuras moleculares se realizan las codificaciones así como los potenciales energéticos con que se llega a construir el pensamiento, al igual que los signos, fonemas con que se expresa, las representaciones ideativas concretas y abstractas.
Por lo tanto, se infiere que aunque hemos avanzado en el conocimiento en especial sobre el concepto de función y de éstas (las funciones moleculares) en la biología molecular; todavía existe un camino largo por investigar; sin embargo, la ventana y la puerta al concepto de mente y al pensamiento cuántico están abiertas.
En el trabajo sobre “Mente cuántica” se enuncia el teorema de Gödel, el cual implica la indemostrabilidad formal de una cierta proposición matemática; en este caso el pensamiento cuántico, que puede representarse como una señal que es o puede ser verdadera, donde el nivel de incertidumbre es crítico.
Roger Penrose, habla de una función de “onda mental” en la que afirma cómo:
“La función física apropiada del cerebro provoca conocimiento, pero esta acción física nunca puede ser simulada adecuadamente de forma computacional”, lo cual por ahora es muy cierto; además asevera que dentro de las ciencias y las matemáticas se encontrará la solución para explicar el funcionamiento cerebro-mente.
Conocemos cómo la actividad neuronal en el cerebro se manifiesta con una propiedad que, puede ser aplicada a fenómenos de computación y criptografía cuánticas.
El lugar más prometedor al parecer son los “microtúbulos” a los que les llamamos nanotúbulos, por su factor de escala nanométrica, y que forman parte del “citoesqueleto celular”.
Así, los nanotúbulos se encuentran en células eucarióticas que carecen de membranas limitantes, y están en constante reorganización, creciendo en uno de sus extremos debido a la polimerización de dímeros de tubulina, a la vez que disminuyen en el otro extremo por la despolimerización local; es así como se conforma un proceso de polarización positiva y negativa de tipo dieléctrico; es decir, el microtúbulo actúa como un nanocable, con la característica de presentar propiedades balísticas, únicas a nivel cuántico.
Se conoce cómo las neuronas presentan un comportamiento altamente dinámico y complejo, con un poder de “computación en tandem”, en un factor de 10¹³, en la que presumiblemente en su interior, en los nanotúbulos y núcleo celular, se efectúen constantemente millones de procesos de orden y desorden (coherencia y decoherencia) cuánticos, asociados a la señalización, por los cuales la psiquis se mueve y encuentra en un continum cuadrimensional, regido por sendas funciones de onda que almacenan ingentes hamiltonianos, los que actúan sobre el espacio de estados y describen la energía total del sistema.
Reacciones Electroquímicas y Eléctricas
Es decir, la red neuronal activa mediante incontables reacciones electroquímicas y eléctricas que se llevan a cabo en el cerebro, y que están asociadas a todos los procesos de memoria y pensamiento.
La decoherencia implica que la realidad no puede estar localizada en el espacio y en el tiempo.
Este hecho ha sido confirmado experimentalmente en laboratorios con átomos individuales, donde los estados coherentes cuánticos no son locales sino que funcionan globalmente por y con las dferentes interfunciones e interacciones cerebrales, por lo que no pueden ser observados a través de las imágenes por resonancia magnética en forma limitada sino zonal.
Para el caso del citoesqueleto, éste depende de elementos generadores de energía (fuerzas) para efectuar los cambios de posición que determinan el movimiento de la célula y, por ende, hace parte en el cinetismo biológico, donde está presente la energía necesaria natural proveniente de los llamados AMP (adenosín monofosfato), y ATP (adenosín trifosfato) como mensajeros extra e intracelulares, portadores y transportadores de iones.
He aquí en el fondo el concepto de energía que específicamente se produce por acciones en el cambio de posición de átomos y de electrones.
Estas reacciones tienen múltiples funciones , entre otras las de acoplar, hacer o deshacer enlaces, transportar, recibir, almacenar, degradar, reciclar, reproducir, modular, diferenciar, activar, controlar, evaluar, entregar y traducir señales e interpretarlas.
Ahora, si bien todas las funciones se encuentran en la biología molecular, debemos pensar que con esta última es también con la que el cerebro funciona; de tal manera que la diferencia entre la inteligencia cerebral y la molecular reside en que en la primera se producen más integraciones, funciones globales del pensar y de la conciencia.
Según investigaciones, los nanotúbulos contienen una serie de pistas que permiten la migración de los “motores moleculares”.
Tal es el caso del transporte axoplásmico, que tiene lugar en el interior de las prolongaciones cilíndricas o axones de las células nerviosas o neuronas.
Estas prolongaciones o fibras nerviosas, permiten la transmisión y/o recepción de señales eléctricas y químicas a través del axoplasma (proteínas, gránulos, mitocondrias, y vesículas) de diversos tamaños que emplean este sistema de transporte colectivo para viajar de un extremo a otro de las células nerviosas.
El proceso ocurre de manera continua en ambos sentidos de la fibra, simultáneamente, con velocidades de aproximadamente 5 μm/s, entre puntos específicos del sistema nervioso sin importar su longitud; entonces, el soporte para mantener estable esta vasta red de prolongaciones es el citoesqueleto como un canal o vía de soporte y conducción.
1 Apartes del libro “Cerebro-mente” (El pensamiento cuántico), 2009 publicado en colaboración con la Academia Nacional de Medicina de Colombia y el Instituto Colombiano del Sistema Nervioso.
* Médico, psiquiatra, psicoanalista, Miembro de Número de la Academia Nacional de Medicina de Colombia
Correspondencia: guillermosanchezmedina@yahoo.es
Recibido: febrero de 2010
Aceptado para publicación: febrero de 2010
Actual. Enferm. 2010;13(1):34-40
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