Accidentes Biológicos en Médicos Residentes

Bucaramanga, Colombia

LUIS FELIPE TAPIAS-VARGAS1 , SERGIO ANDRÉS TORRES1,
LEONIDAS TAPIAS-VARGAS2 , CLAUDIA MARCELA SANTAMARÍA3 ,
LAURA ISABEL VALENCIA-ÁNGEL4 , LUIS CARLOS OROZCO-VARGAS5

Palabras clave: educación de posgrado en Medicina; salud laboral; exposición profesional; lesiones por pinchazo de aguja; patógenos transmitidos por la sangre.

Resumen

Introducción. El riesgo biológico es el más frecuente en el ambiente laboral de los trabajadores del área de la salud. Los médicos residentes son particularmente vulnerables debido a su relativa inexperiencia y a que se encuentran expuestos a muchos pacientes y jornadas laborales largas.

Objetivos. Determinar la prevalencia, caracterización y factores asociados a los accidentes biológicos en los médicos residentes.

Materiales y métodos. Se realizó un estudio de corte transversal con los médicos residentes de las especializaciones médicas y quirúrgicas en la Universidad Industrial de Santander.

Resultados. De 79 médicos residentes, respondieron la encuesta 73 (92,4%). De éstos, 49,3% utilizaban rutinariamente protección completa (guantes, tapabocas y gafas); 35 (48%) reportaron haber sufrido al menos un accidente biológico en su vida y 29 (39,8%) reportaron haber sufrido al menos uno durante la residencia. El 31% no reportó el último accidente.

Como factores asociados, se encontró que cursar un programa de residencia quirúrgico comparado con un médico ofrece una razón de prevalencia de 3,17 (IC95% 1,27-7,94; p=0,014); por otra parte, el hecho de haber sufrido un accidente biológico como estudiante de medicina en pregrado da una razón de prevalencia de 2,55 (IC95% 1,53-4,27; p<0,001).

Conclusiones. Los accidentes biológicos, especialmente los quirúrgicos y dentro de las salas de cirugía, son frecuentes en los médicos residentes. Se necesitan estrategias que reduzcan el número de accidentes biológicos de manera sistemática y que faciliten su reporte.

Introducción

La actividad laboral influye en la vida de las personas y, por lo tanto, en su salud. El riesgo biológico es el más frecuente en el ambiente laboral de los trabajadores del área de la salud, y los profesionales de la salud son los más expuestos a enfermedades infectocontagiosas debido al contacto frecuente con fluidos corporales de los pacientes. Estas enfermedades pueden transmitirse por pinchazos o salpicaduras de fluidos sobre mucosas o piel no intacta.

Aproximadamente, cada año ocurren de 500.000 a 600.000 accidentes con riesgo biológico en Estados Unidos, Canadá y Alemania, individualmente (1). La frecuencia de su presentación no se ha calculado en nuestro país. En estudiantes de medicina en nivel de pregrado, se ha estimado una prevalencia que varía dentro un rango muy amplio (4%-69%) (1), mientras que, en médicos residentes, estas cifras varían según la naturaleza de la especialización en curso, si es médica o quirúrgica.

Los procedimientos más frecuentemente asociados a los accidentes biológicos son la venopunción y las suturas (1). Por medio de un accidente biológico, pueden adquirirse enfermedades causadas por virus, micobacterias (2) y, teóricamente, por priones. Sin embargo, en el caso de las infecciones virales, las tasas de seroconversión luego de un accidente biológico son bajas: para virus de inmunodeficiencia humana (VIH) es de 0,3%, para virus de hepatitis C (HCV) es de 2% a 3% y para virus de hepatitis B (HBV) es cercana a 30%; aunque para esta última existe vacunación (3). La probabilidad de seroconversión depende del volumen de fluido corporal inoculado, de la carga viral, de la vía de inoculación y de la administración de profilaxis antiviral luego de la exposición (4).

Los médicos residentes son un grupo particularmente propenso a sufrir accidentes biológicos, debido a la relativa inexperiencia inherente a su periodo de entrenamiento y a que se encuentran expuestos a grandes volúmenes de pacientes y largas jornadas laborales. Dentro del contexto quirúrgico, además de lo anterior se ha encontrado que la prevalencia de infección por VIH, HCV y HBV entre los pacientes hospitalizados es bastante alta, sin que existan grandes diferencias con los pacientes ingresados por trauma (5).

Para prevenir este tipo de accidentes se han creado múltiples estrategias de prevención como las “precauciones universales”, propuestas inicialmente en 1987 por los Centers for Disease Control and Prevention (CDC) (3), con posteriores actualizaciones, así como campañas educativas con la presunción de que al aumentar el conocimiento sobre el tema se disminuye la incidencia de lesiones. En años recientes se ha intentado reducir la carga laboral de los médicos residentes, pero se ha considerado que esto podría ser contraproducente en la curva de aprendizaje, en la continuidad de la relación médico-paciente y, además, elevaría los costos de la prestación del servicio de salud (6).

El conocimiento de los mecanismos de exposición, los riesgos de transmisión y los métodos de prevención, puede ayudar a los trabajadores de la salud y al personal que labore en ambientes hospitalarios, a crear un entorno laboral seguro. A pesar de lo anterior, en muchas instituciones de salud no se estudian las condiciones de trabajo del personal, no se conocen los riesgos a los que se exponen y no se induce a la toma de decisiones para prevenir los accidentes biológicos. Nuestra institución, y, en general, Colombia, no es la excepción, ya que no hay información disponible sobre la prevalencia de accidentes biológicos en los médicos residentes, ni los factores y comportamientos asociados.

El objetivo de nuestro trabajo fue dar respuesta a estos interrogantes y servir como punto de partida de intervenciones en la población de médicos residentes en especialidades médicas y quirúrgicas, en nuestra institución y en el país.

Materiales y Métodos

Diseño y Población

Se trató de un estudio de corte transversal. Nuestro objetivo fue encuestar a todos los estudiantes de especializaciones en medicina (médicos residentes) de la Universidad Industrial de Santander. Se incluyeron los residentes de anestesiología, cirugía general, ginecología y obstetricia, medicina interna, ortopedia, patología y pediatría, durante el segundo periodo académico de 2008.

El número de médicos residentes objeto de estudio fue de 79. Los participantes en el estudio contestaron la encuesta durante noviembre de 2008, al finalizar alguna reunión de su departamento. Las encuestas fueron entregadas a cada participante y recogidas en conjunto.

Se obtuvo consentimiento informado verbal sobre la participación en el estudio; asimismo, se consideró el hecho de contestar la encuesta como consentimiento implícito.

El presente estudio se derivó de otro realizado a los estudiantes de pregrado de medicina (datos no publicados), el cual obtuvo la aprobación para su realización por parte del Comité de Ética para la Investigación Científica de la Facultad de Salud de la Universidad Industrial de Santander.

Instrumento de Encuesta

El instrumento de encuesta fue desarrollado a partir de otro elaborado para encuestar a los estudiantes de pregrado de la Universidad Industrial de Santander. El instrumento original fue creado durante la segunda mitad de 2007 por parte de los autores, con asesoría de especialistas en infectología y epidemiología. Se realizó una prueba piloto del instrumento en noviembre de 2007 en 60 estudiantes de pregrado, para evaluar la validez facial y de contenido de las preguntas, y se hicieron modificaciones menores para ajustar las preguntas a los médicos residentes de especializaciones en medicina, llegando así al instrumento final.

El instrumento de encuesta constaba de 23 preguntas distribuidas en dos páginas. Se preguntó el sexo del encuestado, edad, nivel académico (año de residencia), los elementos de protección utilizados rutinariamente al realizar procedimientos invasivos y con contacto con fluidos corporales, el uso de doble guante, si había sufrido algún accidente biológico, el número de accidentes biológicos sufridos durante pregrado y durante la residencia, si algún accidente se presentó con un paciente definido como de alto riesgo (con historia de infección por VIH, HBV, HCV o uso de drogas intravenosas), si conocía el protocolo que se debe seguir luego de sufrir algún accidente biológico, el microorganismo al cual le teme más como causa de probable infección luego de un accidente y si considera que ha recibido suficiente capacitación en bioseguridad.

También, se formularon preguntas sobre el último accidente biológico sufrido por el encuestado, que incluían el elemento causal del accidente, el procedimiento durante el cual sucedió, el nivel académico en ese momento, el causante del accidente, el lugar donde ocurrió, la causa percibida del accidente, si el paciente fuente era definido como de alto riesgo, si recibió profilaxis antiviral por tratarse de alto riesgo si correspondía, si reportó el accidente, la atención recibida al reportarlo si correspondía, las razones para no reportarlo si correspondía y si alguien más tuvo conocimiento del accidente.

Para las preguntas sobre el uso de elementos de protección, la causa percibida del accidente, las razones de falta de reporte y el conocimiento del accidente por otra persona, se ofrecía la opción de seleccionar todas las respuestas que correspondieran.

Análisis Estadístico

Los datos recolectados mediante el instrumento de medición fueron digitados por duplicado en una base de datos diseñada en EpiInfo 6.04d (CDC, USA). Se utilizó la herramienta validate para comparar las dos bases de datos digitadas, hasta que no se obtuvieron diferencias. El análisis de los datos se realizó con el software Stata/SE® 10.0 (StataCorp LP, USA).

La información obtenida mediante la encuesta fue analizada como porcentajes, promedios o medianas, según el tipo de variable. Las diferencias entre las proporciones de acuerdo con el tipo de programa en curso y el año de residencia, fueron analizadas mediante c2. El número de accidentes biológicos de acuerdo con el tipo de programa fueron analizados mediante la prueba t de Student. Para evaluar la relación entre el sufrir un accidente biológico y algunas variables de interés (sociodemográficas, uso de elementos de protección y el conocimiento del protocolo a seguir luego de accidentes), se analizaron mediante regresión logarítmica binomial, con la cual se obtienen riesgos relativos en la forma de razones de prevalencia (RP) (7).


1 Médico general, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia.
2 Residente de Cirugía General, The Stanley J. Dudrick Department of Surgery, St. Mary’s Hospital, Waterbury, CT, USA.
3 Estudiante, Facultad de Medicina, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia.
4 Médica, magíster en Epidemiología, Departamento de Salud Pública, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia.
5 Médico, magíster en Epidemiología; profesor asociado, Escuela de Enfermería, Universidad Industrial de Santander, Bucaramanga, Colombia.
* Presentado en el XXXV Congreso Nacional “Avances en Cirugía”, Medellín, agosto de 2009.

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