Síndrome de Desgaste Profesional en Cirujanos Colombianos, Resultados
Se entrevistaron 309 participantes del congreso, de los cuales, 282 cirujanos cumplieron los criterios de inclusión y 259 fueron finalmente incluidos en el análisis (tasa de respuesta del 83%).
Las variables demográficas y familiares se presentan en la tabla 1.
TABLA 1 Variables demográficas y familiares (*)
Existió un predominio del sexo masculino y la edad promedio fue de 44 años; un tercio de los profesionales eran menores de 40 años y la gran mayoría (81%) refirieron tener una relación de pareja estable. El tiempo de ejercicio de la actividad quirúrgica osciló entre 1 y 40 años, y el 89% de los cirujanos tenía 20 o menos años de experiencia profesional, lo cual evidencia una población quirúrgica “adolescente”.
El 47% de los cirujanos poseía una subespecialización, con predominio de la cirugía mínimamente invasiva (27.6%?), cirugía gastrointestinal (10.5%) y oncología (10.5%), entre todas ellas. Asimismo, llama la atención que existía un entrenamiento formal en otros campos diferentes a la cirugía en 119 de los 282 cirujanos (42%) y, únicamente, 12% tenía formación de maestría en un área del conocimiento –aunque la especialización quirúrgica es homologable a una maestría y, lastimosamente, no hubo individuos con formación doctoral en la muestra evaluada.
El ejercicio clínico se concentra en las tres principales ciudades del país; la mayor concentración correspondió a Bogotá (37% de los asistentes), lo que podría explicarse en parte por ser la ciudad sede del congreso, seguida de Medellín (10,9%) y Cali (7,09%), lo cual indica una mayor distribución en las grandes zonas urbanas del país.
Respecto a las variables familiares, se encontró que una proporción importante de los individuos (75%) tenía vivienda propia y que el 68% de los cirujanos en las ciudades de más de un millón de habitantes correspondían al estrato socioeconómico 5 y 6, lo cual evidencia una situación de “relativo bienestar” en la sociedad colombiana.
El 72% de las parejas de los médicos también trabajaba en el área de la salud y cerca del 60% tenía educación de posgrado, lo cual evidencia un alto nivel educativo en los hogares de los profesionales encuestados.
Las variables laborales mostraron una práctica clínica en hospitales públicos en 165/282 individuos (58%) y 16% de los encuestados manifestaron una práctica mixta (privada y pública). La mayoría de los profesionales trabajaba en el régimen contributivo (45%) y 7% practicaba únicamente medicina con pacientes “particulares”.
Según el nivel de complejidad hospitalaria, el 78% de la población encuestada trabajaba en hospitales públicos de nivel 3 y 4, frente al 77% de la población que lo hacía en hospitales privados de la misma complejidad. El promedio de horas laboradas por semana fue de 34,7±20,4 en los cirujanos activos en los hospitales públicos, frente a 33,9±21,2 en aquéllos que trabajan en centros privados.
En conclusión, tanto el nivel de complejidad hospitalaria como el número de horas laboradas por semana evidencian cifras similares entre los cirujanos del sector público y el privado; tampoco existe diferencia con la práctica mixta (33,3±21,2 horas por semana). Además, el tiempo promedio empleado por los encuestados para los desplazamientos de la casa al trabajo y entre los lugares de trabajo al día, fue de 1 hora 11 minutos ± 1 hora 5 minutos.
El 84% de los cirujanos encuestados manifestó satisfacción personal con su trabajo, 72% no deseaba cambiar su sitio de trabajo y 91,4% estaba conforme con el tipo de entidades quirúrgicas que manejan diariamente.
El 30% de los encuestados realizaba actividades docente-asistenciales, 10% ejercía actividad administrativa, y 60% de los participantes estaban dedicados exclusivamente a la práctica clínica. Con respecto a esta última, 37% del tiempo de las actividades asistenciales estaba dedicado a las salas de cirugía, 23% a la consulta externa y 26% a la atención de urgencias.
El número promedio de pacientes atendidos por horaen consulta externa fue de 3,97±2,90; el número de pacientes atendidos en urgencias por jornada de seis horas fue de 7,13±6,21; el número de procedimientos quirúrgicos efectuados en una jornada de seis horas fue de 3,2±1,47, y el número de turnos nocturnos de doce horas por semana fue de 1,7±1,30. Asimismo, los cirujanos encuestados trabajaban en promedio 1,74±1,06 fines de semana por mes y realizaban un número máximo de horas continuas de actividad médica de 28,1±17,7 horas.
El 18,6% no dedicaba tiempo a actividades culturales, deportivas ni recreativas, 25% había tenido accidentes biológicos durante el último año y 18% manifestaron problemas médico-legales en los dos últimos años.
La evaluación de las variables económicas se presenta en la tabla 2.
TABLA 2 Variables económicas de los profesionales
Para efectuar el análisis del síndrome de desgaste profesional mediante el MBI, se analizaron 259 cuestionarios completa y adecuadamente diligenciados.
El síndrome de desgaste profesional se presenta en 26,1% de los cirujanos encuestados y la evaluación global de los dominios de la escala evidencia que 24% de los cirujanos presenta gran cansancio emocional, 5,8%, una elevada despersonalización, y 10%, una baja realización personal. En la tabla 3 se presentan los resultados del análisis bivariado.
TABLA 3 Factores asociados al síndrome de desgaste profesional
La presencia del síndrome de desgaste profesional se asoció significativamente con el deseo cambiar el sitio de trabajo (riesgo tres veces mayor de padecer la entidad) lo cual se constituye en un posible indicador del estrés laboral de la actividad de los cirujanos.
Asimismo, al evaluar el número de años de práctica como cirujano, se encontró que los médicos con menos de 20 años de ejercicio clínico presentaban 2,16 veces más probabilidades de desarrollar la entidad y, aunque esta asociación no fue estadísticamente significativa (IC95% 0,93-4,98), es posible que con un mayor tamaño de muestra se pudiera considerar como válida, dada la cercanía del valor inferior a la unidad. Este hallazgo concuerda con los hallazgos de otros autores sobre la elevada prevalencia de la entidad en los médicos jóvenes y en los años iniciales de su actividad (10-13).
Como hallazgo interesante, se observó que existe una asociación significativa entre los accidentes biológicos y los cirujanos con estrés laboral, y su probabilidad de presentación fue dos veces mayor, que entre los no afectados.
No se encontraron asociaciones significativas con factores que inicialmente se consideraron relevantes en la aparición del síndrome de desgaste profesional, como la edad, el tener una pareja estable o no tenerla, la subespecialidad u otro entrenamiento formal, el área de práctica clínica (urbana o rural), el carácter público o privado de la actividad médica, el devengar menos de 10 salarios mínimos legales vigentes mensuales, el recibir un salario fijo, la periodicidad del pago al profesional, los ingresos exclusivos del ejercicio médico o el número de demandas médico-legales en los últimos dos años, todos ellos con el riesgo de padecer síndrome de desgaste profesional.
Por otra parte, hay una serie de factores “protectores” para el desarrollo del síndrome de desgaste profesional, que incide positivamente en los cirujanos y constituye un hallazgo valioso del presente trabajo.
Son ellos: el ser propietario de una vivienda y vehículo (menor deuda mensual), la satisfacción personal con el sitio de trabajo y con el tipo de enfermedades quirúrgicas manejadas diariamente (concepciones y actitudes quirúrgicas personales), el poseer un contrato laboral a término indefinido mal llamado “de planta” (estabilidad laboral y prerrogativas), la adecuada correspondencia entre el ingreso y las expectativas económicas (ambiciones personales y profesionales), la captación de ingresos provenientes de actividades no relacionadas con la medicina (menor estrés económico mensual) y la presencia de vacaciones una vez al año (mecanismo compensador) (14).
La ausencia de estos “factores protectores” no implica que el cirujano sea afectado por el estrés laboral; no obstante, representan elementos de reflexión individual en el cirujano en torno a su bienestar personal y laboral, y un área importante de futuras investigaciones en este campo (15).
En relación con el análisis de las características numéricas de las personas afectadas por el síndrome de desgaste profesional respecto a los no afectados, enumeradas en la tabla 4, se encuentran diferencias significativas que tienen que ver con la edad (mayor en jóvenes), con la actividad administrativa dentro de su ejercicio clínico (sobrecarga laboral y, por ende, estrés), y con el número de turnos nocturnos por semana y de fines de semana trabajados al mes (disminución de mecanismos compensadores, sobrecarga laboral). Todos estos factores han sido encontrados por otros autores en poblaciones médicas similares (10,11,15,16).
TABLA 4 Características de los cirujanos encuestados
Además, estas variables constituyen fuentes de análisis e intervención por parte de las Entidades Promotoras de Salud (EPS), las Instituciones Prestadoras de Servicios (IPS), las asociaciones gremiales, los entes reguladores y el Estado, como parte de una política de mejoramiento del ambiente de la organización, de la búsqueda de la calidad y de la consecución de resultados seguros para el paciente quirúrgico.
No hubo diferencias significativas entre los grupos analizados en cuanto al número de hijos o personas a cargo, a la actividad docente asociada al ejercicio clínico (protección ante el estrés laboral médico), al tipo de régimen de salud (contributivo, subsidiado o vinculado), a la actividad asistencial exclusiva (factor de riesgo), al número de pacientes atendidos en consulta externa, en urgencias y en hospitalización, así como al número de procedimientos quirúrgicos realizados en una jornada laboral de seis horas (sobrecarga laboral).
Estos hallazgos repercuten y se relacionan con las cifras encontradas al evaluar globalmente los participantes (prevalencia del síndrome de desgaste profesional), que difieren de las encontradas en la literatura (3) y no corresponderían a una actividad laboral en condiciones desfavorables, como es el sentir generalizado en el medio quirúrgico nacional.
Se consideró importante evaluar el comportamiento de los cirujanos respecto a los tres dominios que constituyen el MBI, el cual efectúa el diagnóstico del síndrome de desgaste profesional, dados los conceptos empleados (17) (síndrome de desgaste profesional = cansancio emocional elevado + despersonalización elevado o también cansancio emocional elevado + satisfacción personal baja) y el papel de cada uno de ellos en la conformación del síndrome (tabla 5).
TABLA 5 Características del síndrome de desgaste profesional en cirujanos colombianos*
Se identificó, al igual que en otras series (11,18), que existe un predominio del cansancio emocional elevado y la alta despersonalización con respecto a la satisfacción personal, como los componentes principales del síndrome de desgaste profesional, y no hubo diferencias entre los afectados y los no afectados por el síndrome, en relación con los niveles de satisfacción personal en su trabajo.
Finalmente, se establecieron las medidas de impacto potencial por medio de estimadores que cuantificaron el porcentaje en que se disminuiría la enfermedad si se lograra controlar el factor de riesgo (riesgo atribuible de la población o fracción etiológica) teniendo en cuenta las asociaciones mayores a uno y con significancia estadística (9). El impacto de la entidad en la actividad profesional se documenta al existir una reducción de 66% del riesgo de presentar síndrome de desgaste profesional si se trabaja en un solo sitio. Asimismo, hay una reducción de 50% del riesgo de accidentes biológicos si no se padece la entidad.
El análisis multivariado de los datos evidenció únicamente como variable protectora del síndrome de desgaste profesional, la satisfacción con el sitio de trabajo (OR=0,27) (IC 95% 0,12-0,60); sin embargo, consideramos que ésta es una variable que mide simultáneamente los mismos elementos que mide el MBI.
CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO