Duplicaciones de las Vías Digestivas, Diagnóstico
Ultrasonografía. La ecografía prenatal, reportada por primera vez en la década de 1980, ha ido ganando popularidad y, junto con la posnatal, puede utilizarse para diagnosticar quistes de duplicación torácicos y abdominales. En ella, se encuentra una masa con un borde hiperecoico interior que corresponde a la mucosa y la submucosa, rodeado por una capa hipoecoica que representa la muscular propia, hallazgo conocido como el signo de la ‘doble pared’ 36.
Ultrasonografía endoscópica. Se puede utilizar para diagnosticar quistes de duplicación del intestino anterior y del tórax. La pared del intestino y las capas murales se pueden ver como una capa mucosa ecogénica y una capa de músculo hipoecogénica, lo cual permite distinguir los quistes de duplicación de otras lesiones quísticas 37.
Radiografía simple. En la radiografía simple de tórax y la de abdomen, indicadas por síntomas de dolor u obstrucción, se pueden observar invaginación o vólvulo, así como grandes quistes torácicos 5.
Tomografía computadorizada. La de tórax y la de abdomen, preferiblemente con contraste oral y endovenoso, son útiles para establecer un diagnóstico de duplicación del tubo digestivo. Permiten entender mejor la anatomía antes de la cirugía y pueden evidenciar lesiones sincrónicas. Los quistes de duplicación suelen verse bien delimitados, redondos, llenos de líquido y uniloculares con una pared delgada. La nodularidad mural debe hacer sospechar malignidad 16,28,38.
Resonancia magnética. Puede ser necesaria si se presentan síntomas neurológicos (compresión de la médula espinal) o ante la evidencia de anomalías espinales óseas en la radiografía simple o en la tomografía. Los hallazgos son similares a los descritos en la tomografía computarizada. El componente quístico suele ser hipointenso en T1 e hiperintenso en T2. La presencia de hemorragia puede elevar la señal de la lesión en T1 15,28.
Otros estudios. La colangiopancreatografía endoscópica retrógrada o la colangioresonancia pueden requerirse para evaluar mejor el páncreas y la vía biliar, si los quistes de duplicación comprometen el duodeno y el páncreas. Aunque rara vez se necesita, la gammagrafía con tecnecio puede ayudar a detectar mucosa gástrica ectópica en los casos complicados con sangrado 16. Los estudios con bario pueden demostrar el efecto de masa y el desplazamiento de las estructuras 39,40.
Tratamiento
Se han descrito casos tratados mediante técnicas endoscópicas, pero la resección quirúrgica es el método preferido en la mayoría de las duplicaciones gastrointestinales. Sin embargo, en las duplicaciones duodenales, la resección quirúrgica aún genera controversia debido a la cercanía del árbol biliopancreático; en estos casos, puede ser suficiente el drenaje del quiste, previa determinación de la ausencia de mucosa gástrica ectópica mediante gammagrafía con tecnecio. En caso de encontrarse mucosa gástrica ectópica, el quiste debe resecarse para evitar el riesgo de futuro sangrado.
Los pacientes que presenten duplicaciones tubulares complejas del colon, pueden no requerir un abordaje quirúrgico si la comunicación interna de la duplicación es amplia; en estos casos, pueden ser útiles los laxantes y los enemas. También, existe controversia en los pacientes con duplicaciones y asintomáticos; algunos autores mencionan el riesgo de desarrollar cambios neoplásicos y otras complicaciones cuando no se tratan 1,13,40-42.
Seguimiento
La resección quirúrgica de las duplicaciones es curativa generalmente, pero se debe hacer seguimiento, especialmente en los pacientes con duplicaciones duodenales, dado el riesgo de que se produzca pancreatitis por la proximidad de la vía biliar y de la pancreática. Puede presentarse sangrado recurrente después de la resección incompleta de la mucosa. En los pacientes tratados por duplicaciones rectales, se deben practicar estudios de continencia, como la manometría rectal.
Aunque la incidencia de malignidad en la duplicación es rara y hasta la fecha no se ha informado en la infancia, en casos de duplicación duodenal que no sean intervenidos quirúrgicamente, se debe vigilar la aparición de lesiones neoplásicas, las cuales han sido descritas en adultos. Se cree que el mecanismo del cambio maligno es una estasis parcial o completa de las secreciones de la mucosa dentro de la duplicación 1,6,7.
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