Donantes de Órganos en Muerte Cerebral por Herida por Proyectil de Arma de Fuego en Cráneo

ARTÍCULO ORIGINAL

Una trágica realidad que beneficia receptores de órganos en Colombia

Fire arm wounded cerebral death organ donors: a tragic reality that benefits organ receptors in Colombia

Ana M. Aristizábal1,2, Catalina Gómez-Duarte1,2, Víctor H. García1,2, Eliana Manzi3,
Carlos Escobar4, Juan David Jaramillo4, Karen Torres5, Mauricio Millán6, Luis A. Caicedo6, Gabriel J. Echeverri7

1 Médico general, investigador, Centro de Investigaciones Clínicas, Fundación Valle del Lili, Cali, Colombia
2 Médico general, investigador, Centro para la Investigación en Cirugía Avanzada y Trasplantes (CICAT), Universidad ICESI, Cali, Colombia
3 Especialista en Estadística, Centro de Investigaciones Clínicas, Fundación Valle del Lili, Cali, Colombia
4 Estudiante de Medicina, Facultad de Ciencias de la Salud, Universidad ICESI, Cali, Colombia
5 Coordinador operativo de trasplantes, Departamento de Trasplantes, Centro de Investigaciones Clínicas, Fundación Valle del Lili; Centro para la Investigación en Cirugía Avanzada y Trasplantes (CICAT), Universidad ICESI, Cali, Colombia
6 Especialista en Cirugía de Trasplante de Órganos Abdominales, Departamento de Trasplantes, Centro de Investigaciones Clínicas, Fundación Valle del Lili; Centro para la Investigación en Cirugía Avanzada y Trasplantes (CICAT), Universidad ICESI, Cali, Colombia
7 Especialista en cirugía de trasplante de órganos abdominales, Colombiana de Trasplantes, Barranquilla, Colombia

Resumen

Antecedentes y objetivo. Los pacientes con muerte encefálica por trauma craneoencefálico secundario a herida por proyectil de arma de fuego ayudan a mitigar la necesidad de donantes de órganos y tejidos. En Colombia, el 78 % de los homicidios son por arma de fuego. Se buscaba describir la experiencia con donantes de órganos y tejidos con muerte encefálica secundaria a trauma craneoencefálico por herida por proyectil de arma de fuego en un centro colombiano de trasplantes.

Materiales y métodos. Se trató de un estudio de cohorte histórica retrospectiva. Se caracterizaron 169 donantes con diagnóstico de muerte encefálica secundaria a trauma craneoencefálico por herida con proyectil de arma de fuego en la institución, entre 2010 y 2016. Las variables cualitativas se evaluaron mediante proporciones, las variables cuantitativas continuas, con medidas de tendencia central, y la supervivencia, con el método de Kaplan-Meier.

Resultados. La mayoría de los pacientes eran de sexo masculino (93 %), con una mediana de edad de 21 años (rango intercuartílico, RIQ=17-27) y el 32 % tenía antecedentes de consumo de sustancias psicoactivas. El 12 % de los pacientes necesitó manejo con hemoderivados y el 62 % requirió dosis altas de vasopresores. Se trasplantaron 338 órganos sólidos. La supervivencia del injerto renal y hepático a un año fue de 90 % y 85 %, respectivamente, y a 5 años, de 87 % y 76 %.

Conclusiones. Según este estudio, la mayoría de estos pacientes eran hombres jóvenes con órganos potencialmente trasplantables que mostraron excelentes resultados en la supervivencia de los injertos. Consideramos que estos donantes son una buena alternativa para aumentar el número de donantes de órganos y tejidos.

Palabras clave: trasplante de órganos; selección de donante; muerte encefálica; traumatismos cerebrovasculares; lesiones traumáticas del encéfalo; traumatismos penetrantes de la cabeza.

Abstract

Background and objectives: Patients with brain death (BD) due to traumatic brain injury (TBI) secondary to a gunshot (GS) wound in the skull contribute to mitigate the demand for organ and tissue donors. In Colombia, 78% of the homicides are by GS. We describe our experience with BD secondary to TBI by GS organ and tissue donors at a transplant center in Cali, Colombia.

Materials and methods: This is a retrospective historical cohort study for characterization of donors diagnosed with BD secondary to TBI by GS at our institution in the period 2010-2016 (n=169). Qualitative variables were assessed by proportions, continuous quantitative variables with measures of central tendency, and survival with Kaplan Meier.

Results: The majority of the patients were male (93%), with a median age of 21 years (RIQ 17-27), 32% had history of psychoactive substance use. 12% of the patient’s required management with blood products and 62% with high doses of vasopressors. 338 solid organs were transplanted. Survival of the renal and hepatic graft at one year was 90% and 85% respectively and at five years of 87% and 76%.

Conclusions: According to our study, the majority of these patients are young men with potentially transplantable organs, showing excellent results in the survival of the grafts. We consider these donors to be a good alternative to increase the number of organ and tissue donors.

Keywords: organ transplantation; donor selection; brain death; cerebrovascular trauma; brain injuries, traumatic; head injuries, penetrating.

Introducción

El trasplante de órganos puede constituir el úni­co tratamiento curativo para pacientes con enfer­medades crónicas avanzadas. No obstante, a nivel mundial el número de pacientes en lista de espera para trasplante aumenta exponencialmente, por lo cual se aumenta la brecha entre la demanda y el total de donantes de órganos y tejidos 1-4.

En el Reino Unido, en los años 2014 y 2015, hubo un total de 1.364 donantes efectivos de ór­ganos, que permitieron hacer 3.519 trasplantes 5. En Estados Unidos, según la United Network for Organ Sharing (UNOS) y la Organ Procurement and Transplantation Network (OPTN), hubo 24.986 trasplantes en el 2015 2,3. En Europa, según el Glo­bal Observatory on Donation and Transplantation (GODT), en el 2015 hubo un total de 31.812 do­nantes efectivos, con un incremento de 5,58 % con respecto al 2014 6.

En Colombia, según las cifras del Instituto Nacional de Salud, en el año 2015 hubo un total de 405 donantes reales de órganos, con una tasa nacional de 8,4 donantes por millón de habitante, quienes fueron en su mayoría donantes cadavéri­cos 7. La lista de espera del Instituto a finales del 2015, reportaba 2.029 pacientes que necesitaban órganos sólidos para trasplante, y se trasplanta­ron 1.204 7.

Entre las estrategias para mitigar este déficit de donantes, se ha decidido caracterizar pobla­ciones emergentes de posibles donantes que pre­viamente no se habían considerado como buenos candidatos para la donación al momento de fa­llecer. De estos, los casos de muerte encefálica por trauma craneoencefálico secundario a herida por proyectil de arma de fuego, pueden ser una alternativa viable.

En Colombia, durante el año 2015 se cometie­ron 11.585 homicidios (24,03 por cada 100.000 ha­bitantes), de los cuales el 23 % fueron por trauma craneoencefálico 8. Según el análisis de situación de salud (ASIS), en el año 2014, en el Valle del Cauca, la mortalidad por causa externa ocupó el cuarto lugar en general, de la cual, el 52,24 % de los casos correspondieron a homicidios (90,27 por cada 100.000 habitantes) 9.

Existen pocos estudios que caractericen la po­blación de donantes fallecidos por trauma cra­neoencefálico 10-13. En Colombia, no existen datos recientes sobre la supervivencia de los injertos en los trasplantes de órganos y tejidos de donantes fallecidos por trauma craneoencefálico.

En este estudio, se buscó describir la expe­riencia con donantes con muerte encefálica se­cundaria a trauma craneoencefálico por herida por proyectil de arma de fuego, en un centro la­tinoamericano de trasplantes.

Materiales y métodos

Se llevó a cabo un estudio de cohorte históri­ca retrospectiva, con las historias clínicas de los donantes cadavéricos de órganos y tejidos de la institución. Se incluyeron aquellos donantes efectivos con diagnóstico de muerte encefálica secundaria a trauma craneoencefálico por herida por proyectil de arma de fuego, en los que tanto la obtención de órganos como el trasplante de órganos sólidos abdominales se llevaron a cabo entre los años 2010 y 2016 en la Clínica Fundación Valle de Lili en Cali, Colombia. Se excluyeron aquellos donantes con diagnóstico de muerte encefálica secundaria a otras causas diferentes a trauma craneoencefálico, muerte circulatoria o muerte encefálica secundaria a tumores del sistema nervioso central.

Se incluyeron las variables sociodemográficas de edad, sexo, raza y escolaridad. Se consideró la gravedad del trauma: resultado de escala de Glasgow al ingreso, presión arterial sistólica, es­tado toxicológico, necesidad de vasopresores o hemoderivados, y el número de días transcurri­dos entre el ingreso del paciente a la institución y el diagnóstico de muerte encefálica. Asimismo, se recolectó información de los exámenes para­clínicos del donante. Además, se incluyeron las variables relevantes de la adquisición de órga­nos, tales como el tipo de líquido de preservación utilizado, el tiempo de la isquemia en frío y los órganos conseguidos. Finalmente, se analizaron la supervivencia del injerto y la del receptor.

Las variables categóricas se presentaron en proporciones y se analizaron para cada resul­tado de interés (pérdida del injerto, muerte o presencia de rechazo del injerto) con la prueba de ji al cuadrado. Se consideraron diferencias estadísticamente significativas aquellas con un valor de p menor de 0,05. Las variables continuas se expresaron como mediana con rango inter­cuartílico (RIQ) o promedios con desviación es­tándar (DE), dependiendo de la distribución de los datos, la cual fue evaluada con la prueba de Shapiro-Wilk. Se utilizaron pruebas no paramé­tricas (Mann-Withney o Wilcoxon) o paramétri­cas (t de Student o ANOVA) según la necesidad. La supervivencia del paciente y la del injerto se analizaron con el método de Kaplan-Meier. To­dos los análisis se realizaron con Stata 12™.


Fecha de recibido: 1/12/2017 – Fecha de aceptación: 24/01/2018
Correspondencia: Gabriel J. Echeverri, Cirugía de Trasplantes, Colombiana de Trasplantes, Barranquilla, Colombia. Teléfono: (318) 287-9637 / Correo electrónico: gjecheverri@hotmail.com
Citar como: Aristizábal AM, Gómez-Duarte C, García VH, Manzi E, Escobar C, Jaramillo JD, Torres K, Millán M, Caicedo LA, Echeverri GJ. Rev Colomb Cir. 2018;33:189-97. https://doi.org/10.30944/20117582.61

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *