Adenomiomatosis de la Vía Biliar

Incidencia de 10 Años y Revisión de la Bibliografía Actual

Alejandro J. Pérez-Alonso1, Ángela X. Argote-Camacho2, José Rubio-López2, Carlos Del Olmo-Rivas3, Patrizio Petrone4

Palabras clave: conductos biliares; vesícula biliar; adenomioma; colecistitis; diagnóstico; terapéutica.

Resumen

Introducción. La adenomiomatosis es una entidad anatomo-clínica de difícil diagnóstico. Se puede clasificar en generalizada, segmentaria y localizada. Suele presentarse con síntomas de colelitiasis, aunque puede variar desde ser completamente asintomática hasta sugerir una lesión maligna. El objetivo de este estudio fue revisar la afectación adenomiomatosa de la vesícula biliar y los conductos biliares intrahepáticos y extrahepáticos, así como su diagnóstico y tratamiento.

Materiales y métodos. Se llevó a cabo un estudio retrospectivo de 10 años de duración en los servicios de Cirugía Digestiva y Anatomía Patológica del Hospital Universitario San Cecilio en Granada, España. Se incluyeron todos los pacientes que presentaban afectación adenomiomatosa de la vesícula biliar y del sistema biliar intrahepático y extrahepático.

Resultados, Entre los años 2000 y 2010, se identificaron 24 pacientes, 19 mujeres y 5 hombres, con adenomiomatosis de un total de 5.141 piezas quirúrgicas. Las manifestaciones clínicas fueron de colelitiasis en 20 (83,3 %) pacientes, de colecistitis en 2 (8,35 %) y de obstrucción (ictericia) en 2 (8,35 %), y correspondieron con los hallazgos histopatológicos: se encontraron 20 lesiones localizadas en el fondo de la vesícula, dos en el conducto cístico y dos en el colédoco distal. En la mayoría de los casos se practicó colecistectomía laparoscópica simple; los últimos dos se sometieron a duodenopancreatectomía cefálica u operación de Whipple, por sospecharse afectación maligna.

Conclusión. Esta enfermedad puede presentarse con ausencia completa de síntomas, o con manifestaciones de colelitiasis, colecistitis o de síndrome colestásico. En los casos en que se sospeche una afectación maligna, lo adecuado es hacer un examen histopatológico intraoperatorio, antes de practicar cirugías complejas.

Introducción

La adenomiomatosis es una entidad anatomo-clínica cuyo correcto diagnóstico es muy difícil. Los adenomiomas de la vesícula biliar y de la vía biliar extrahepática son neoformaciones benignas leimiomatosas poco frecuentes, caracterizadas por proliferación del epitelio superficial, con invaginaciones en el espesor de la capa muscular 1. Debe tenerse especial cuidado en no utilizar el mismo término ante los hallazgos aislados de formaciones de Rokitansky-Aschoff, aunque en ocasiones esta diferenciación puede resultar difícil, sobre todo en estudios de biopsias o piezas muy pequeñas 1,2.

Se localiza habitualmente en la vesícula biliar, con mayor frecuencia en su fondo, aunque también puede hacerlo en distintas partes de la vía biliar extrahepática. La adenomiomatosis puede clasificarse, según la afectación epitelial de la vesícula biliar, en: generalizada o difusa (colecistitis glandularis proliferans), segmentaria y localizada (adenomioma, adenoleiomioma, cistoadenoleiomioma) 3. Puede presentarse como verdaderos pólipos, con tumores benignos dentro de ellos 4.

Con frecuencia, estas lesiones suelen pasar desapercibidas debido a su presentación completamente asintomática 5. Cuando se presentan síntomas, suelen simular colelitiasis por dolor de tipo cólico e indigestión o derivarse de la obstrucción de la vía biliar principal; en casos excepcionales, simulan una pancreatitis aguda, si se localizan en la confluencia del colédoco y el conducto de Wirsung en la ampolla de Vater 6,7. Durante los estudios clínicos por posible colecistitis o colelitiasis, las lesiones localizadas pueden hacer sospechar una neoplasia maligna: su diagnóstico diferencial es difícil, aun mediante imaginología (colecistografía o ecografía, tomografía computadorizada o colangiopancreatografía retrógrada endoscópica), pues no presentan rasgos radiológicos específicos que permitan caracterizarlas 8,9. Otro factor importante que influye en el diagnóstico, es la frecuente ubicación en el fondo de la vesícula de las lesiones localizadas. A pesar del conocimiento y técnicas actuales, es la anatomía patológica la que proporciona la confirmación diagnóstica.
El presente estudio consta de una revisión de la afectación adenomiomatosa de la vesícula biliar y de los conductos biliares intrahepáticos y extrahepáticos, incluyendo su clasificación y tratamiento.

Materiales y Métodos

Se trata de un estudio retrospectivo de pacientes con afectación adenomiomatosa del sistema biliar, intrahepático y extrahepático, y de la vesícula biliar. Los pacientes fueron individualizados en la base de datos del Servicio de Anatomía Patológica del Hospital Universitario San Cecilio de Granada, España.

El período de estudio fue de 10 años (2000-2010). Se hizo un análisis sistemático, prestando especial atención a los antecedentes personales, la sintomatología, el diagnóstico, los síntomas de obstrucción de la vía biliar, las técnicas imaginológicas previas y, finalmente, todos aquellos aspectos reflejados en el acto quirúrgico (tipo de intervención, localización del tumor, asociación con otras lesiones de la vía biliar) y la anatomía patológica.

Resultados

Del total de 5.141 piezas quirúrgicas, 24 pacientes fueron identificados, 19 mujeres y 5 hombres, con edades comprendidas entre los 47 y los 72 años (media de 53 años) (tabla 1).

Adenomiomatosis de la Vía Biliar, Descripción de los casos clínicos

De estos pacientes, 20 (83,3 %) presentaban sintomatología indicativa de colelitiasis, 2 (8,35 %), de colecistitis por afectación del conducto cístico, y 2 (8,35 %), de ictericia obstructiva por afectación del colédoco distal. Para el diagnóstico preoperatorio, se practicaron ecografías en 22 pacientes y, en aquellos con clínica de ictericia obstructiva, se practicaron tomografía abdominal y colangiopancreatografía retrógrada endoscópica.

La enfermedad se localizó en el fondo de la vesícula en 20 pacientes, en el conducto cístico en 2 y en el colédoco distal en los 2 restantes. Todos se intervinieron quirúrgicamente. Se practicó colecistectomía laparoscópica simple en 22, de los cuales 20 presentaban sintomatología y pruebas complementarias indicativas de colelitiasis (afectación vesícula biliar y conducto cístico) y 2, de colecistitis. En aquellos casos en los que se apreciaba tumoración del colédoco distal, se practicó la operación de Whipple o duodenopancreatectomía cefálica, ya que no podía descartarse neoplasia maligna. En quienes el compromiso del conducto cístico no indicaba afectación maligna, se practicó colecistectomía laparoscópica simple y el descubrimiento del adenomioma fue un hallazgo fortuito de anatomía patológica.

En algunos casos, los adenomiomas se asociaban con compromiso biliopancreático. En todos los 20 pacientes con compromiso de la vesícula biliar, el adenomioma tenía esa localización, y en 17 hubo colelitiasis asociada; en 76 % de ellos, se observó colesterolosis en el estudio histopatológico. El compromiso de la vesícula biliar por los adenomiomas, era difuso. En la presente serie, no se presentó sintomatología de coledocolitiasis, ni de compromiso hepático o pancreático.

En las lesiones localizadas en el conducto cístico, la colecistitis podría explicarse por obstrucción del drenaje de la vesícula biliar al colédoco, con estasis biliar y proliferación bacteriana. Del mismo modo, las tumoraciones que afectaban el colédoco producían clínica de ictericia obstructiva por oclusión de su luz. Se trataba de excrecencias localizadas en la pared del colédoco, dentro de su luz, no pediculadas y bien delimitadas; estas características fueron similares en los casos con compromiso del conducto cístico.

En los casos de adenomioma en el conducto colédoco, se encontró dilatación de la vesícula biliar y de la vía biliar extrahepática, sin cálculos. Se palpaba una tumoración en la cabeza pancreática y, ante la dificultad para tomar biopsias y demostrar neoplasia maligna, se practicó duodenopancreatectomía cefálica. La anatomía patológica demostró proliferación adenomiomatosa en uno de los casos y cistoadenoleiomioma en otro, ambos localizados en el colédoco distal y con cambios inflamatorios crónicos en el páncreas.

En todas las intervenciones el posoperatorio cursó sin complicaciones, a excepción de una de las duodenopancreatectomías cefálicas, en la que se registró retardo en el vaciamiento gástrico, sin ninguna otra alteración intraabdominal asociada. En la histopatología se ob-servaron procesos fibroinflamatorios de localización variable, con hallazgos indicativos de adenomiomatosis (hiperplasia adenomiomatosa), sin signos de neoplasia maligna. Solamente los casos con afectación del conducto cístico, presentaban edema de la vesícula biliar.


1 Médico, PhD, FEA Hospital FAC Dr. Pascual, Servicio de Cirugía General y del Aparato Digestivo, Málaga, España; profesor invitado, Departamento de Cirugía y sus Especialidades, Universidad de Granada, Granada, España
2 Médico, Hospital Universitario Clínico San Cecilio, Granada, España
3 Médico, Hospital Universitario de Jaén, Jaén, España
4 Médico, MPH, MHA, FACS, Director of Research, Department of Surgery, Assistant Professor of Surgery; New York Medical College, Westchester Medical Center University Hospital, Valhalla, New York, USA

Fecha de recibido: 16 de septiembre de 2014
Fecha de aprobación: 9 de febrero de 2015

Citar como: Pérez-Alonso AJ, Argote-Camacho ÁX, Rubio-López J, Del Olmo-Rivas C, Petrone P. Adenomiomatosis de la vía biliar, incidencia de 10 años y revisión de la bibliografía actual. Rev Colomb Cir. 2015;30:112-18.

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