Estudio de las Malformaciones Craneofaciales: Discusión

DISCUSIÓN

A pesar de la gran importancia y actualidad que tiene hoy por hoy el tema de las malformaciones craneofaciales, por las repercusiones biosicosociales que tienen para el paciente y su familia, el alto costo en salud que ellas representan y el posible riesgo que ocasiona el evidente daño ecológico que afecta a nuestro planeta, en el suelo, el aire y el agua, como también el posible riesgo a producirse por el uso acelerado de sustancias transgénicas y aplicación de la biotecnología para el cultivo y preservación de los alimentos, sin suficiente evidencia científica sobre las

posibles repercusiones en la especie humana (Paoletti M.G., Pimentel D. 1996) (32) , persiste aun la carencia de registros significativos globales sobre malformaciones craneofaciales, encontrándose evidencias nacionales aisladas y fragmentadas (Yunis, 1971), (33); (Berrocal 1989), (34); (Silva y Cols 1994), (35); (Lacera 1995), (36); (Pedraza y Cols. 1996), (37); y datos de algunas poblaciones colombianas registrados en los informes de ECLAMC 1989, (38); que no representan la realidad nacional, hecho este similar observado en las publicaciones latinoamericanas (Landazuri 1980), (39); (Morales E., y Cols, 1992), (40), lo cual dificulta la planificación y el desarrollo de estrategias de prevención y promoción de salud, la toma de medidas de saneamiento ambiental y campañas de educación en bioseguridad, para lograr una mejor calidad de vida de nuestros pueblos.

posibles repercusiones en la especie humana (Paoletti M.G., Pimentel D. 1996) (32) , persiste aun la carencia de registros significativos globales sobre malformaciones craneofaciales, encontrándose evidencias nacionales aisladas y fragmentadas (Yunis, 1971), (33); (Berrocal 1989), (34); (Silva y Cols 1994), (35); (Lacera 1995), (36); (Pedraza y Cols. 1996), (37); y datos de algunas poblaciones colombianas registrados en los informes de ECLAMC 1989, (38); que no representan la realidad nacional, hecho este similar observado en las publicaciones latinoamericanas (Landazuri 1980), (39); (Morales E., y Cols, 1992), (40), lo cual dificulta la planificación y el desarrollo de estrategias de prevención y promoción de salud, la toma de medidas de saneamiento ambiental y campañas de educación en bioseguridad, para lograr una mejor calidad de vida de nuestros pueblos.

GRÁFICO No. 3
Distribución de pacientes con malformación craneofacial según el diagnostico en la e.s.e.
Hospital Universitario de Cartagena período 1990 – 1997

Distribución de pacientes con malformación craneofacial-gráfico

Paciente femenina de 16 años de edad con fisura No. 14.Figura No. 7 Paciente femenina de 16 años de edad con fisura No. 14.

Paciente masculino de 4 años de edad con hiperteleorbitismoFigura No. 8 Paciente masculino de 4 años de edad con hiperteleorbitismo

Los resultados encontrados en el presente estudio, confirman la observación empírica del aumento progresivo del número de pacientes con malformaciones craneofaciales en la consulta de Cirugía Plástica de laE.S. E. Hospital Universitario de Cartagena, no obstante la aparente disminución del número de consultas por año a partir de 1996, a causa de una severa crisis administrativa intrahospitalaria, y a una crisis nacional en el sector de la salud, que aún hoy persiste.

Los hallazgos en relación con el grupo A correspondiente a fisuras faciales ocupó el primer lugar de frecuencia con 275, (84.3%) pacientes, datos similares a los registrados por otros autores (Pinto R.A. 1990),(19), quien considera a las fisuras faciales como las segundas en frecuencia, de todas las malformaciones congénitas y (Collares y Cols. 1995), (41), quienes consideran que las fisuras labiopalatinas están entre las malformaciones más comunes.

En relación con algunos síndromes craneofaciales, nuestros resultados son tan escasos como los registrados por otros autores (Mc Carthy), (42), y no nos fue posible establecer correlación con otros autores que han identificado la asociación de mutación en algunos receptores (FGFR2), como posible causa de la craneosinostosis en la enfermedad de Crowzon, Jackson-Weiss y Pfeiffer (Meyers GA y Cols 1996), (43). Los resultados de pacientes con microtias, reflejan situaciones similares a los encontradas por otros autores, ya que estas pueden presentarse aisladas o asociadas a otras malformaciones, lo cual ocasiona dificultades en los registros epidemiológicos (Coiffman 1994), (44). Sin embargo nuestro registro de microtias aisladas fue de nueve casos.

GRÁFICO No. 4
Distribuición de pacientes con malformación craneofacial según el sexo en la e.s.s.-Hospital Universitario de Cartagena período 1990-1997.

Distribuición de pacientes con malformación craneofacial según el sexo - gráfico

GRÁFICO No. 5
Distribución de pacientes con malformación craneofacial segun la procedencia en la e.s.e. – Hospital Universitario de Cartagena período 1990 – 1997

Distribución de pacientes con malformación craneofacial según la procedencia-gráfico

Paciente femenina de 6 años de edad, con sindrome de Apert.Figura No. 9 Paciente femenina de 6 años de edad, con sindrome de Apert.

Paciente femenina de 2 años de edad, con enfermedad de Crouzon.Figura No. 10 Paciente femenina de 2 años de edad, con enfermedad de Crouzon.

Los hallazgos en relación con el sexo, tienen un ligero predominio del sexo masculino, con una proporción de 1.5 : 1 similar a lo descrito por (Pedraza y Cols 1996),(37) y (Robert E. y Cols 1996), (45). El componente racial nofue analizado por no encontrarse registrado en los datos consignados en las historias clínicas.

Es muy importante resaltar el hecho de que el mayor número de pacientes 202, (62%) con diagnóstico de malformaciones craneofaciales que acuden a consulta de Cirugía Plástica en el Hospital Universitario de Cartagena, provienen del área rural del departamento de Bolívar y de otros departamentos del área del caribe colombiano, habiendo sido excluidos estos últimos, para no sesgar los resultados del estudio que pretende analizar el fenómeno en la población de Bolívar.

Un grupo de 124, (38%) proviene del perímetro urbano de la ciudad de Cartagena de Indias. Cabe señalar, que el distrito de Cartagena podría estar aumentando su registro de pacientes con malformaciones durante la última década, por ser el asentamiento de las comunidades pobres desplazadas del área rural, por el conflicto generado entre guerrilla y paramilitares (Pedraza y Cols 1996),(37).

Las áreas geográficas analizadas en el departamento de Bolívar con mayor registro de pacientes con malformaciones craneofaciales son : Turbaco, Arjona, El Carmen de Bolívar, San Juan Nepomuceno, Magangué, Achí, Mompós, El Salao, San Martín de Loba, Barranco de Loba, Simití y San Pablo.

Lo anteriormente expuesto permite concluir que, la población del área rural ó campesina, es la más expuesta a los posibles factores de riesgo de origen ambiental y genético o multifactorial, por razones socioculturales, desnutrición, bajo nivel de educación y extrema pobreza y ausencia normas elementales de bioseguridad. Son innumerables y valiosas las evidencias experimentales encontradas sobre las posibles repercusiones que tiene el desarrollo tecnológico y las sustancias utilizadas para tal fin, sobre el ecosistema y sobre la especie humana. Importantes estudios han sido realizados por autores relacionando malformaciones congénitas con diversas sustancias, tales como, herbicidas, pesticidas e insecticidas (Newmark A. 1997), (46 y 47), exposición ocupacional a pesticidas (García AM, 1998), (27) contaminación con mercurio en los cuerpos de agua de la zona minera del sur del departamento de Bolívar y en la bahía de Cartagena (Durán A. 1994),(48); efectos de la marihuana y el glifosfato en la Sierra Nevada de Santa Marta, Colombia, (Lacera A. 1995), (36); riesgos ocasionados por la proximidad de la vivienda a sitios altamente contaminados (Croen L.A. y Cols. 1997),(49), solventes orgánicos de polución industrial ( Saavedra-Ontiveros D. Y Cols. 1996) (26), teratogenicidad de la acrotoxina A usada como preservante de granos y cereales, (Wei X. 1993),(25).

Paciente femenina de 12 años de edad, con sindrome de Treacher-Collins

Figura No. 11 Paciente femenina de 12 años de edad, con sindrome de Treacher-Collins.

Paciente masculino, 13 años con diagnóstico de microtia izquierda, reconstruidaFigura No. 12 Paciente masculino, 13 años con diagnóstico de microtia izquierda, reconstruida.

Paciente masculino, 13 años con diagnóstico de microtia derecha, reconstruida.

Figura No. 13 Vista comparativa del paciente con el lado derecho.

Otros autores han resaltado la importancia de los factores nutricionales, tales como desnutrición e hipoproteinemia, (Bracho J. 1994 )(50), la deficienciamaterna de biotina como teratógeno (Watanabe T. Y Cols 1995) (51), e igualmente se ha demostrado que el bajo nivel de ácido fólico en la embarazadas es causa de fisura labio platino. Existen evidencias de el ácido retinoico como inductor de defectos craneofaciales (Iulianella A. 97),(52). El efecto de la vitamina B6, como factor de prevención de malformaciones craneofaciales, inducidas con Etretinato y Beta amino proprionitrilo. (Jacobsson C. 1996) (53)(54). Consecuencias nocivas de la cafeína y el café (Nehlig A. y Cols. 1994)(55). Los peligros del uso de la ingeniería genética en la agricultura para mejorar el rendimiento de los cultivos, podría conllevar al mismo tiempo el riesgo de acumulación de residuos en las cosechas destinadas al consumo humano con los consiguientes daños para la salud (Steinbrecher R. 1996) (56) y los problemas de adaptación de los niños y adolescentes con malformaciones craneofaciales. (Sauceda-garcía JM 1997) (57).

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