Anatomía del oído interno y del nervio facial
Introducción
José Alberto Prieto, MD.
Manteniendo el propósito de llevar información científica útil y práctica a cada uno de ustedes, hemos continuado con el diseño de manuales de disección que permitan la familiarización con las técnicas quirúrgicas tradicionales y el fortalecimiento del conocimiento de la anatomía quirúrgica.
El suplemento de este trimestre busca mostrar detalladamente la anatomía del oído interno y del nervio facial, utilizando diagramas esquemáticos que permiten afianzar nuestros conceptos, en los que con alguna frecuencia podemos tener dudas, no por ignorancia sino por falta de una adecuada comprensión. Considero que en nuestra práctica diaria es vital la claridad de éstos.
Nuestro interés y misión es poder contribuir en el enriquecimiento científico de cada uno de ustedes con temas que generen interés y que nos permitan mejorar nuestro ejercicio profesional. Es por esta razón que los suplementos restantes estarán orientados a este propósito e incluirán temas en las diferentes áreas de la especialidad.
Recuerde que sus comentarios son valiosos.
Laberintectomía
Una vez identificado el nervio facial en su porción des-cendente, la fosa incudis y el cuerpo del yunque, se procede a la búsqueda de los canales semicirculares, iniciando por el canal semicircular lateral o externo. Recuerde que el extremo ampular de este canal se encuentra íntimamente relacionado con la porción horizontal y la segunda rodilla del nervio facial. Así mismo, el extremo no ampular del canal se encuentra en dirección oblicua, formando un ángulo con la porción descendente del nervio que puede oscilar entre 15 y 20 grados. Después se procede a la identificación del canal semicircular posterior, recordando que su ampolla está relacionada con la porción descendente del facial. Por último, se debe ubicar el canal superior no olvidando que es el de localización más profunda. La ampolla está muy en contacto con la del canal lateral o externo. Así mismo, su relación con la porción horizontal del nervio facial es muy cercana (Figura 1).
Figura 1
Después de haber visualizado cada uno de los canales se procede a su apertura iniciando en igual forma por el canal semicircular lateral y terminando por el superior. Durante la disección y posterior apertura del canal superior se visualiza la arteria subarcuata, estructura anatómica importante durante la realización de un abordaje trans-laberíntico (Figura 2).
Figura 2
El fresado del laberinto óseo debe ser cuidadoso incluyendo cada una de las estructuras del laberinto membranoso. La ampolla del canal superior debe ser conservada como reparo anatómico para la identificación del conducto auditivo interno en su porción superior. Durante la disección de la cruz común se debe tener en cuenta el trayecto del acueducto endolinfático, el cual cruza posterior a ésta y se dirige en forma oblicua hacia el saco endolinfático (Figuras 3, 4 y 5).
Figuras 3
Figuras 4
Figuras 5
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