Los Primeros Diez Libros Médicos Escritos por Colombianos entre 1820-1920

1. Epítome de higiene, (1828). Esteban Tourtelle / José Felix Merizalde
2. Estudio sobre La Quina, (1874). Nicolás Osorio
3. Estudio sobre el cultivo de la quina, (1880). Nicolás Osorio
4. Guía de parturientes y parteras, (1881). Gabriel D. Ujueta
5. Memorias para la historia de la medicina en Santafé de Bogotá, (1884). Pedro María Ibáñez
6. Manual de Medicina Doméstica. (1887), Antonio Vargas Reyes
7. Tratado de terapéutica general y aplicada, (1888). Manuel Plata Azuero
8. Manual de Higiene y Medicina Infantil, (1905). José Ignacio Barberi
9. Contribución al estudio de la lepra en Colombia. (1910), J.B. Montoya y Flórez
10. Geografía Médica y patológica de Colombia: contribución al estudio de las enfermedades intertropicales, (1915). Luis Cuervo MárquezEpítome de higiene o de la influencia de las cosas físicas y morales sobre el hombre y de los modos de conservar la salud

Doscientos años después de haberse publicado en Sevilla el primer libro escrito por un cirujano, residenciado y ejerciendo en Cartagena de Indias, en este caso Pedro López de León, salió publicado en Bogotá en 1828, en la imprenta de Pedro Cubides el libro Epítome de higiene o de la influencia de las cosas físicas y morales sobre el hombre y de los modos de conservar la salud, como resultado de una operación de hibridación curiosa que hiciera el muy bogotano José Félix Merizalde (1787-1868), médico de la primera promoción del Colegio de Nuestra Señora del Rosario en 1808, con sus añadidos a la obra de Estevan Tourtelle.

Epitome de los elementos de higieneEn este curioso libro, típico de lo que se llamó higiene privada, su autor informa ampliamente sobre la situación sanitaria e ideas y prácticas médicas en lo que hoy es Colombia, en especial sobre las imperantes en la Sabana de Bogotá, y describe lo que por esos años en el altiplano de cundinamarqués se llamó el chichismo y la piel de guayabo.

Por el aspecto y textura de la piel de los sujetos afectados del chichismo, que le recordaba a los observadores la corteza de los árboles de esa fruta, y que a finales del siglo XIX y principios del siglo XX se estableció como pelagra, derivado esta de la alimentación casi exclusiva del maíz, en especial su bebida fermentada, la chicha de maíz, pobre en el aminoácido Niacinamida.

chicha de maíz, pobre en el aminoácido NiacinamidaEstudio de la quina (1874) y Estudio sobre el cultivo de la quina (1880)

Nicolás Osorio y Ricaurte (1838-1905) nació en Bogotá en 1831. Fue médico de la Universidad de París en 1865, formó parte de los seis fundadores de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá y asumió la presidencia de la Academia Nacional de Medicina entre 1893 y 1895. Publicó en 1874 el Estudio de la quina y en 1880 el Estudio sobre el cultivo de la quina.

Desde cuando los europeos, en especial Francesco Torti y Thomas Sydenham, contribuyeron, alrededor de 1676, a definir el paludismo como una entidad separada del resto de las enfermedades febriles con base en la respuesta favorable a la llamada “corteza del Cardenal”, “polvo de los padres” o “polvos jesuíticos”, conocida por los españoles desde 1616 y famosa desde 1638 por curado al corregidor de Loja (al sur de Ecuador) y a la esposa del Conde de Chinchón, en el Perú, de la que Linneo tomó su nombre para denominarla y que los indígenas de Perú y Ecuador solo usaban por su carácter amargo como un febrífugo inespecífico; comenzó un enorme esfuerzo por convertir en un negocio rentable para la corona española la explotación de los bosques silvestres de quina.

Cultivo de las QuinasEl árbol de la quina crece en la región andino-amazónica, que va de los 10° de latitud norte a los 20° de latitud sur, entre los 1.600 y los 2.400 m de altitud. En Colombia esto corresponde a parte del macizo colombiano y en especial, a los bosques del piedemonte amazónico de los actuales departamentos de Putumayo y Caquetá, y la región del río Duda, afluente del río Guayabero, uno de los formadores del río Guaviare, que separa las cuencas del Amazonas de la Orinoquia.

En la Nueva Granada, Miguel de Santisteban descubrió quina en 1753, llamada cascarilla en el camino a Popayán, cerca al páramo de Guanacas. Tras enviarle un bello dibujo a José Celestino Mutis, este lo remitió a Linneo en 1764, quien aclaró que era una variedad de quina diferente a la que La Condamine había descrito años en 1738 en la Academia de París.

Posteriormente, Mutis reconoció en 1772 la quina, cerca de Tena, Cundinamarca, y también en el camino que iba de Santafé de Bogotá a Honda. A Mutis en su Arcano de la quina que se publicó en 1793 y 1794 se le atribuye la descripción más juiciosa y detallada desde el punto de vista botánico de las variedades de quina:

la quina anaranjada o primitiva (la de Loja) correspondía a la Cinchona lancifolia, la de la corteza amarilla pertenecía a la C. cordifolia; la de corteza roja, a la C. oblongifolia; la blanca a la C. ovalifolia,

Se describieron 17 especies, 10 de las cuales se encontraban sólo en la provincia de Loja. Así comenzó la dificultad y esfuerzo para aclarar mejor las variedades de la Cinchona spp, como lo hizo en sus libros el doctor Nicolás Osorio interesado en que el negocio de la quina favoreciera a los colombianos.

El que sería general y presidente de la república, Rafael Reyes, descubrió en los últimos años del siglo XIX una importante variedad de quinas en la llamada Bota Caucana y en las partes altas de los ríos Caquetá y Putumayo, descubrimientos estos que le permitieron a muchos aventureros quedarse para explotar los bosques silvestres de quina.

En 1820 los franceses Joseph Pelletier y Joseph-Biennaimé Caventou aislaron la quinina de la quina, lo que facilitó saber el porcentaje de quina de cada uno de los diversos árboles. Se sabe que en Colombia el potecario alemán Hugo Biester alcanzó, en 1874, en San Gil (Santander) a montar un laboratorio para aislar la quinina de la quina. (Vea también: Museo de Historia de la Medicina: Exposición Temporal, Primeros Libros Médicos)

Guía de parturientes y parteras (1881)

Todos los cronistas que se ocupan de lo que hoy es Colombia son taxativos en afirmar que los indígenas no tenían parteras; las comadronas fueron introducidas por los españoles. El parto en casa fue una práctica generalizada hasta bien entrado el siglo XX en todo el territorio colombiano.

El libro del doctor Gabriel D. Ujueta, médico de la Universidad de Cartagena, Guía de parturientes y parteras publicado en 1881, buscaba que la parturienta estuviera más tranquila y mejor atendida en su casa.

Guía de Parturientes y ParterasMemorias para la historia de la medicina en Santafé de Bogotá (1884)

Pedro María Ibáñez nació en la hacienda de Tunjuelo, en el municipio de Usme en 1854. Obtuvo su grado de médico en la Universidad Nacional en 1876. En 1882 ingresó a la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá con su importante Memorias para la historia de la medicina en Santafé de Bogotá, que vio la luz en 1884. Murió en Bogotá en 1919. Sin discusión alguna, es el pionero y padre de los estudios de Historia de la Medicina en Colombia.

Cerámica Sinú, trabajo de partoManual de Medicina Doméstica (1887)

Manual de Medicina DomésticaAntonio Vargas Vega nació en Charalá, Santander, en 1828 y murió en Bogotá en 1902. Obtuvo su grado de médico en la Universidad Central en 1849, y en 1865 fue uno de los fundadores de la Escuela de Medicina Privada; fue profesor y cola borador de fi siología e higiene y colaborador de las revistas Gaceta médica, La Lanceta y Gaceta Médica de Colombia. Su obra Manual de Medicina Doméstica (1887) es un texto de higiene privada.Tratado de terapéutica general y aplicada (1888).

Manuel Plata Azuero nació en Oiba, San tander, en 1823 y murió en Villeta, Cundinamarca en 1899. Graduado en 1845 de la Universidad Central (Bogotá), fue gestor de la creación de la Universidad Nacional, miembro fundador y primer presidente de la Sociedad de Medicina y Ciencias Naturales de Bogotá.

Fue el autor del primer libro sistemático sobre terapéutica en el país, Tratado de terapéutica general y aplicada (1888). En el escribió con espíritu galénico que: “[…] desde ahora rechazamos el empleo exclusivo de los alcaloides, y la proscripción de los vegetales que los suministran; porque no creemos que la quinina, por ejemplo pueda siempre reemplazar a la quina; ni la morfi na al opio; ni la digitalina a la digital; ni la atropina al extracto de belladona”.

Manual de Higiene y Medicina Infantil (1905)Manual de Higiene Terapéutica

José Ignacio Barberi nació en 1885 y murió en 1940 en Bogotá. Médico de la Universidad Nacional en 1876, aprovechó su permanencia en Liverpool, como Cónsul de Colombia, para especializarse en pediatría; fundó en Bogotá el hospital de La Misericordia y tuvo su cátedra de pediatría. Publicó el libro Manual de Higiene y Medicina Infantil (1905). Basado en la disciplina del médico francés Alfred Pierre Caron en 1865, definió el título de su manual con el título de Puericultura o la ciencia de educar higiénicamente a los niños.

Manual de Higiene y Medicina InfantilContribución al estudio de la lepra en Colombia (1910)

Juan Bautista Montoya Flórez, que pretendió vanamente aristocratizar su nombre haciéndose llamar J. B. Montoya y Flórez, nació en Titiribí, Antioquia, en 1867 y murió en Medellín en 1937. Se graduó de médico en la Universidad Nacional en 1892, con la tesis Electrología Médica, posteriormente se volvió a graduar en la Facultad de medicina de París en 1898, con una tesis muy elogiada, Les carates en Colombie. Después de haber sido director de lazaretos nacionales, publicó el libro Contribución al estudio de la lepra en Colombia (1910), sin lugar a dudas un texto de obligada lectura para todos aquellos interesados en la historia de la lepra en Colombia.

Lepra en ColombiaGeografía Médica y patológica de Colombia: contribución al estudio de las enfermedades intertropicales (1915)

Luis Cuervo Márquez nació en Bogotá en 1863 y murió ahogado en el rio Zulia cerca de Cúcuta en 1941. Médico de la Universidad Nacional en 1884. Ministro de Estado en tres ocasiones y embajador de Colombia en Gran Bretaña.

Presidió la Academia Nacional de Medicina de 1912 a 1914; rector (decano) de la facultad de medicina de la Universidad Nacional entre 1931 y 1933; fundador de la Academia de Ciencias exactas, físicas y naturales en 1936.

Escribió documentos como La fiebre amarilla en el interior de Colombia y el libro Geografía Médica y patológica de Colombia: contribución al estudio de las enfermedades intertropicales (1915), interesantísima obra que afirma la importancia del estudio de la geografía física, económica y política en la medicina.

La geografía médica es mucho más que la mirada simplista y exclusivamente biológica y técnica de la mal llamada medicina tropical; ella se preocupa por tener una mirada social, antropológica e histórica de los eventos médicos y sanitarios dentro de los contextos de pobreza, explotación laboral, mal saneamiento ambiental, calor y humedad, etc.

Geografía Médica y Patología, ColombiaAunque los dos siguientes libros no fueron exhibidos, presentamos una breve reseña de sus autores:

Instrucción popular de partos. Dispuesta para el hogar

Juan de Dios Tavera Barriga, hombre ilustrado, laborioso, polifacético y poco monotemático, nacido en Oiba cerca de 1800. Obtuvo su título de médico en el Colegio de San Bartolomé, en Bogotá, y en 1831 se licenció como farmaceuta en la Universidad Central.

Ejerció en Tunja los variados oficios de médico, cirujano, farmaceuta, inventor, divulgador científico, promotor de la Salud Pública y miembro de la primera sociedad científica colombiana; músico, artista, poeta, periodista.

Además de desempeñarse como constructor de carreteras, buscador de oro, fabricante de fósforos, catedrático universitario; Rector del Colegio de Boyacá, Representante al Congreso, Diputado a la Asamblea Legislativa del Estado de Boyacá y Concejal de Tunja. Publicó en 1882 su libro Instrucción popular de partos. Dispuesta para el hogar en la imprenta Torres Hermanos y Cía. en Tunja.

Juan de Dios Tavera BarrigaEstudio sobre Elefantiasis (1868)

Ricardo de la Parra nació en Iza, Boyacá en 1815, y murió en Envigado en 1873. Ingresó al Colegio Nuestra Señora del Rosario, en donde hizo el curso llamado filosofía, luego entró a tareas de Facultad Mayor, como se decía en ese tiempo y estudió medicina y derecho patrio, obteniendo sus grados en ambas materias entre los años 1837 y 1838.

La atribución de rasgos animales a los enfermos de lepra con el término de facies leonina sería característica del saber médico, aún en el siglo XX. En un tono patético el médico Ricardo de la Parra publicó en 1868 un complicado estudio sobre Elefantiasis, escrito en un lenguaje bíblico lleno de execrables imágenes literarias, donde evocaba a la enfermedad como “el mal hercúleo”, “primogénito de la muerte” y “rey de los espantos”.

Parra mostraba alguna familiaridad con la obra clásica del médico noruego Daniel C. Danielssen sobre la lepra, y describía la elefantiasis como la enfermedad constitucional por excelencia.

Referencias

1. Cáceres, Humberto, CuéllarMontoya, Zoilo: Academia Nacional de Medicina de Colombia. Sus miembros 1873-1997. Academia Nacional de Medicina de Colombia, 1998
2. Sotomayor Tribín, Hugo: El morbo gálico en la obra de Pedro López de León en los siglos XVI y XVII. En Temas Médicos de la Academia Nacional de Medicina de Colombia. Tomo XVI.
3. Sotomayor Tribín, Hugo: Primera iconografía de instrumentos quirúrgicos en América y extractos de algunas de las primeras notas de urología y odontología elaboradas y escritas en Cartagena de Indias, por el licenciado Pedro López de León, Cirujano de la Ciudad de Cartagena de Indias en su libro: Práctica y teórica de las apostemas (finales del siglo XVI, principios del siglo XVII). En Historia social y cultural de la salud y la medicina en Colombia, siglos XVI-XX. Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia. La Carreta Editores, Medellín, 2010, pp 33-48
4. Sotomayor Tribín, Hugo: Cirujano Pedro López de León y su libro Práctica y teórica de las apostemas (siglo XVII). Repertorio de Medicina y Cirugía, Volumen 18, N° 1, 2009, pp 53-64.

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