Novedad Bibliográfica: Endoscopia y Patología Biliodigestiva

Jaime Alvarado Bestene1 

Endoscopia y Patología BiliodigestivaEditor
Gustavo Adolfo Landazábal Bernal, MD

Coeditores
Luis Ignacio Londoño, MD
Julián Morales Echeverry, MD
Raúl Pinilla Morales, MD

ISBN 978-958-98692-1-5
540 páginas, 39 capítulos

Editorial
Asociación Colombiana de Cirugía
1ª. Edición, 2011

El doctor Gustavo Landazábal ha tocado en la presentación de su libro aspectos gremiales muy importantes, en los cuales he participado activamente dada mi condición de ex Presidente de la Asociación Colombiana de Gastroenterología y de la Asociación Colombiana de Endoscopia Digestiva y como Jefe de un Servicio Clínico que forma gastroenterólogos. Pero también el doctor Landazábal ha sido partícipe de mi decisión de ayudar a entrenar cirujanos como gastroenterólogos. De hecho un buen número de los gastroenterólogos que actualmente hacen endoscopia digestiva hicieron sus primeros pinos de endoscopia digestiva en mi servicio, porque creo que esa es una discusión arcaica que no tiene sentido y que Gustavo ha planteado en forma muy académica.

Decía Ortega y Gasset, posiblemente el pensador más importante de la lengua española, que los libros son como los hijos, uno se los imagina, uno los engendra, uno los tiene y después lo que vaya a pasar no lo puede predecir. Pero yo puedo decirle a Gustavo, que este libro forma parte muy importante de la bibliografía colombiana sobre el tema de la endoscopia digestiva y lo va a seguir formando parte de aquí en adelante, posiblemente con otros dos textos que son, el texto de Técnicas en Endoscopia Digestiva y del Texto de Gastroenterología que tuve la fortuna de que fuera la obra de presentación para mi ingreso en la Academia Nacional de Medicina.

Samuel Flight, profesor de lenguaje en la Universidad de California, dice que el 80% de la población mundial tiene el deseo de escribir un libro y que no más del 2% de la población mundial tiene la posibilidad de ver que eso se vuelve una realidad. Lo felicito por estar en ese 2%. Pero ade­más porque presenta su libro en el mejor escenario posible donde estoy seguro que va a ser, como ya lo fue, muy bien evaluado.

El Comité Editorial es de lujo, que se dio el gusto de reunir a 28 autores que escribieron 39 artículos en el cual hay un número muy importante de cirujanos, de internistas, de gastroenterólogos clínicos lo cual demuestra que el texto es influyente, por encima de esa aparente confrontación y la que no debe seguir. Usted me ha oído decir aquí en múltiples reuniones que endoscopia digestiva debe hacerla quien la sepa hacer y esa sigue siendo mi postura y creo que es también la suya.

Dejemos atrás el conflicto gremial que no tiene importancia.

Este texto debe formar parte obligatoria de todas las bibliotecas de los servicios de gastroenterología y endoscopia digestiva del país. También, de las lecturas de los residentes de cirugía general, de cirugía gastrointestinal, de endoscopia digestiva y de gastroenterología clínica. Está lleno de fundamentos, está lleno de capítulos que describen lo elemental, que es lo más difícil de explicar en un texto médico. Es impresionante la calidad del atlas de endoscopia digestiva que acompaña a este texto. De una calidad iconográfica difícil de lograr en nuestro medio y va mi felicitación muy sentida por esa calidad.

Llama la atención en este texto, la presencia de capítulos tan puntuales y de actualidad. Quisiera resaltar la presencia de capítulos sobre endoscopia y obesidad siendo la obesidad la epidemia de este principio de siglo sobre video-cápsula y enteroscopia digestiva, sobre ultrasonografía, con la posibilidad de colocación de prótesis en todos los orificios naturales, las fístulas, las cirugías mínimamente invasivas, capítulos novedosos de mucha actualidad y con una referenciación bibliográfica a pesar de ser un libro muy actual y muy vigente.

Quisiera retomar al mismo autor Samuel Flight quien tiene un artículo publicado en la revista de educación que denominó Cómo escribir un libro y no morir en el intento. Él plantea que hay tres cosas claves que el que se imagina el libro tiene que cumplir, una es, saber cuál es el propósito para el cual se escribe el libro; la otra, saber cuál es el mercado potencial, es decir, quiénes van a leer ese libro; y la última, que quien escriba el libro o quien lo edite sepa del tema.

El mundo está lleno de libros escritos por perso­nas que no tienen ni idea de lo que están escribiendo.

Uno de los peligros de la masificación de la información es justamente la posibilidad de adquirir la información en un computador. Una noche de abu­rrimiento en casa le permite a uno volverse experto en cirugía a través de orificios naturales, con todo el peligro que eso conlleva. Pero ni uno solo de los autores carece de la experiencia y del conocimiento para escribir de lo que escribió. Y ni uno solo de los autores desconoció que quienes iban a leer el texto eran sus colegas y que el texto tenía enton­ces que estar escrito con sapiencia pero también de una forma agradable que lo hiciera fácilmente leíble y entendible. Ustedes lograron, sabiendo el propósito de escribirlo y sabiendo quiénes iban a leer el libro y teniendo la sabiduría para hacerlo que este texto se convierta además de fundamental en fácilmente leíble, que es otra dificultad a la cual nos enfrentamos los que cometemos el atrevimiento de tratar de escribir. Pero hay una cosa que quisiera resaltar y es que sin proponérselo o proponiéndo­selo se volvió un instrumento de educación como corresponde a un texto hecho por una asociación médica tan importante y por profesores universitarios la mayoría de ustedes.


1 Comentario de Orden del Académico Jaime Alvarado Bestene, en la posesión del Doctor Gustavo Landazábal Bernal como Miembro Correspondiente de la Academia Nacional de Medicina, Jueves 13 de febrero de 2014

Vol 105, Academia de Medicina Germán Peña Quiñones

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *