Preocupación por el Aumento incontrolado de la Resistencia de los Gérmenes Gram-Negativos a casi todos los Antibióticos

Pero algo especialmente preocupante es el aumento casi incontrolado de la resistencia de los gérmenes Gram negativos a casi todos los anti­bióticos; esto ha llevado a la voz de alarma de la Organización Mundial de la Salud para convocar a todas las autoridades científicas a un esfuerzo mancomunado para buscar medidas de contención. Algunas cifras como las de la National Nosocomial Infections Surveillance (2003) muestran la incidencia de infecciones por Gram Negativos en Unidades de Cuidado Intensivo con 65.2% en neumonías,71% en infecciones urinarias, 33.8% en infecciones quirúrgicas, 23.8% en bacteriemias, con aumentos de resistencia de 3 a 5% en E. coli, en Klebsiella neumoniae del 5 al 20%, en Pseudomona aeruginosa del 10 al 25%, a Acinetobacter baumannii del 25 al 70%; esto significó el aumento incontrolado de carbepenemasas responsables de la resistencia a prácticamente la totalidad de los antibióticos beta­lactámicos, inclusive a las cefalosporinas de tercera generación que en un momento dado ofrecían la única tabla de salvación (23).

Pero no se trata de llevar los datos negativos hasta la fase de pesimismo y desesperación… Hay que regresar a las medidas de prudencia, análisis científico, a la prevención de la infección comenzando por el elemental lavado de manos, a la aplicación minuciosa de estrategias de control: evitar el abuso incontrolado del consumo de antibióticos: no todos los cuadros febriles o de amago de infección requieren del uso automático de los antibióticos.

Para la vigilancia de la resistencia bacteriana, la OMS en su “estrategia mundial para la contención de la resistencia bacteriana” recomendó el programa WHONET, desarrollado desde 1986 por Thomas O’Brien y John Stelling de la Universidad de Harvard. Este es un programa para el manejo de las bases de datos para la administración de los resultados del laboratorio de microbiología. Promueve aumentar el uso local de los datos de laboratorio y estimula para la colaboración entre los diferentes centros mediante el intercambio de información.

Ya para 1995 la American Society for Micro­biology promovió la necesidad de hacer reportes periódicos sobre resistencia bacteriana para llevar información oportuna a los profesionales y orien­tarlos para la selección de los antimicrobianos más apropiados. Surgieron numerosas redes y proyec­tos de vigilancia incluyendo los financiados por la misma industria farmacéutica, como el proyecto ALEXANDER y las redes SENTRY y MYSTIC. Estos esfuerzos sumados a los muy activos ac­tualmente de la European Antimicrobial Resistance Surveillance System y de los CDC de los Estados Unidos, prometen esperanzadores avances para la contención o al menos la disminución notable del fenómeno (24-26).

A toda esa importante labor de los equipos científicos empeñados en la búsqueda de solucio­nes, caben elementales pero definitivos esfuerzos de la comunidad y los organismos locales con los cuales pueden hacerse notables aportes en esta cruzada para beneficio de todos: Atender más al profesional experimentado que a la recomendación callejera o del empírico distribuidor de productos farmacéuticos. Promover la educación continuada sobre la materia en el personal de salud. En los hospitales conformar equipos multidisciplinarios competentes para el manejo de las infecciones. Así mismo velar por la calidad de los laboratorios de investigación y control.

Mientras tanto, los programas de biogenética, bioquímica, microbiología y bioingeniería en gene­ral, adelantan tareas muy serias y juiciosas con el estímulo de la Organización Mundial de la Salud y las grandes organizaciones internacionales que están enfrentadas a este fenómeno creciente de la resistencia bacteriana y a los problemas de salud pública representados en el desbordamiento de las infecciones con notable pérdida de vidas, aumento de las incapacidades laborales y costos crecientes para atención de la salud.

El 30 de abril de 2014, la Organización Mundial de la Salud afirmó que muchos de los avances médi­cos del siglo pasado podrían perderse a través de la propagación de la resistencia a los antimicrobianos. Algunas enfermedades infecciosas, curables ante­riormente, pueden resultar intratables y propagarse por todo el mundo. Esto ya no es una predicción futura, sino algo que ha comenzado a suceder.

El documento “La resistencia a los antimicro­bianos: informe mundial sobre la vigilancia de 2014” muestra que la resistencia a los antibióticos está en todas partes y tiene el potencial de afectar a cualquier persona, de cualquier edad, en cualquier país (27).

Los programas de vigilancia y control de los procesos infecciosos varían mucho de país a país, y en algunos hay brechas o simplemente los pro­gramas no existen. Para la prevención se necesitan medidas higiénicas como disponer del agua potable, controlar las infecciones en los centros de salud y vacunar ampliamente para reducir la necesidad de antibióticos. Es necesario que la industria desa­rrolle nuevos métodos diagnósticos, y sobre todo, nuevos antibióticos. Se debe detectar la farmaco­rresistencia y desarrollar programas específicos para cada país con el fin de evitarla o controlarla. Los antibióticos solo deben prescribirse en casos realmente necesarios y deben ser los adecuados para el tratamiento de la enfermedad. El informe también incluye información sobre la resistencia a los medicamentos para el tratamiento de otras infecciones como el VIH, la malaria, la tuberculosis y la gripe; además proporciona la imagen más com­pleta de la resistencia a los medicamentos hasta la fecha pues incorpora datos de 114 países (27).

A finales de 2013 y durante 2014, han apareci­do numerosas actualizaciones sobre el tema, cuya lista incluyo aquí para referencia de los lectores interesados (28-32).

Referencias

1. Jácome A. El Salvarsán y las Sulfas. En Historia de los Medicamentos, Ed. Acad. Nal. Med. (A. Jácome). 2003 pp.174-183
2. Sir Alexander Fleming Banquet Speech at Nobel Prize reception. 1945. https://www.nobelprize.org/nobel_pri­zes/medicine/laureates/1945/fleming-speech.html
3. Alpuche-Aranda CM, Romano-Mazzotti L. Resisten­cia bacteriana, epidemiología, impacto clínico. En: Malagón-Londoño G, Álvarez Moreno C. Infecciones Hospitalarias, tercera edición 2010; Editorial Medica Panamericana, Buenos Aires, Bogotá.
4. Berger-Bachi B. Resistance mechanisms of Gram positive bacteria. Int J Med Microbiol, 2012; 292:27-35.
5. Powers JH. Antimicrobial drug development—the past, the present and the future. Clin Microbiol Infect. 2004; 10 (suppl 4): 23-31.
6. Nikaido H. Multidrug efflux pumps of Gram negative bacteria. J Bacteriol 1996; 178:5853-9.
7. Appelbaum PC. MRSA- The tip of the iceberg. Clin Microbiol Infect.2006; 12(suppl.2); 3-10.
8. Gould IM. The epidemiology of antibiotic resistance. Int J Antimicrob Agents. 2008; 32 (Suppl.1); S2-9.
9. Stefani S, Agodi A. Molecular epidemiology of the antibiotics resistance. Int J Antimicrobial Agents.2000; 13: 143.53
10. Tenover FC. Mechanisms of antimicrobial resistance in bacteria. Am J Infect Control; 2006; 34:S310
11. Donlan RM, Costerton JW. Biofilms: Survival Me­chanisms of Clinically Relevant Microorganisms. Clin Microbiol Rev. 2002; 15(2): 167–193.
12. Gander S. Bacterial biofilms: resistance to antimicro­bial agents. Antimicrobial chemother.1996; 37:1047-50
13.Davies D. Understanding biofilm resistance to anti­bacterial agents. Nat Rev Drug Discov.2003; 2:114-22
14. Hall-Stoodley L, Hu F, Gieseke A et al. Direct Detec­tion of Bacterial Biofilms on the Middle-Ear Mucosa of Children with Chronic Otitis Media. JAMA 2006; 296:202-211
15. Hall-Stoodley L, Costerton JW, Stoodley P. Bacterial biofilms: from the natural environment to infectious diseases. Nature Rev Microbiol 2004; 2: 95–108.
16. McCaskill ML, Mason EO, Kaplan SL, Hammerman W, Lamberth LB, Hulten KG. Increase of the USA 300-clone among community acquired methicillin-susceptible staphylococcus aureus causing invasive infections. Pediat Infect Dis J. 2007; 26:1122-25
17. O`Connor JR, Johnson S, Gerding DN. Clostridium difficile infection caused by the epidemic BI/NAP 1/ O27 strain. Gastroenterology 2009; 136:1913-24
18. Yano H, Kuga A, Okamoto R, Kitasato H, Kobayashi T, Inoue M. Plasmid- encoded metallo-beta-lactamase (IMP 6) confering resistance to carbapenems, espe­cially meropenem. Antimicrob. Agents Chemotherapy 2001; 45:1343-8
19. Courvalin P. Vancomycin resistance in Gram positive cocci. Clin Infect.Dis. 2006; 42 (Suppl.1) S25-34
20. Rice LB. Antimicrobial resistance in Gram positive bacteria. Am J Med.2006; 119; S11-9
21. Tsiodras S, Gold HS, Sakoulas G, et al. Linezolid resistance in a clinical isolate of Staphylococcus aureus. Lancet 2001; 358:207-8
22. Alpuche-Aranda CM, Mazzotti LR. Uso de métodos de epidemiología molecular en el estudio de infec­ciones hospitalarias y resistencia antimicrobiana. En: Malagón-Londoño, Alvarez Moreno; Infecciones Hospitalarias. Editorial Médica Panamericana, Bo­gotá, Buenos Aires.2010
23. CDC NNIS System. National Nosocomial Infections Surveillance (NNIS) system report, data summary from January 1992 to June 2003, issued August 2003. Am J Infect Control 2003; 31: 481-98
24. Buitrago-Gutiérrez G, Castillo JS, Cortés JA. Vigi­lancia de la resistencia bacteriana y del consumo de antibióticos. En: Malagón-Londoño, Álvarez-Moreno, Infecciones Hospitalarias. Editorial Médica Paname­ricana, Bogotá, Buenos Aires. 2010.
25. Scott DR. The direct medical costs of health-care-associated infections in US hospitals and the benefits of prevention. Atlanta: Centers for Disease Control; 2009.
26. Gould IM. The epidemiology of antibiotic resistance. Int J Antimicrob Agents.2008; 32 (Suppl. 1):S2-9.
27. OMS. La resistencia a los antimicrobianos: informe mundial sobre la vigilancia de 2014. https://www.who.int/mediacentre/news/releases/2014/amr-report/en/
28. González L, Cortés JA. [Systematic review of anti­microbial resistance in Enterobacteriaceae isolates from Colombian hospitals]. Biomedica. 2014 Jun; 34(2):180-97.
29. Balsalobre LC, Dropa M, Matté MH. An overview of antimicrobial resistance and its public health signi­ficance. Braz J Microbiol. 2014 Apr 18; 45(1):1-5. eCollection 2014.
30. Baharoglu Z, Mazel D. SOS, the formidable strategy of bacteria against aggressions. FEMS Microbiol Rev. 2014 Jun 13.
31. John JF Jr, Steed LL. Antibiotic resistance: a clinical danger beyond 2013. JSC Med. Assoc. 2013 Jun; 109(2):54-8.
32. Woappi Y, Gabani P, Singh A, Singh OV. Antibiotrophs: The complexity of antibiotic-subsisting and antibiotic-resistant microorganisms. Crit. Rev. Microbiol. 2014 Feb 4. [Epub ahead of print]. Correspondencia: HY­PERLINK “mailto:publicaciones@anmdecolombia. org.co” publicaciones@anmdecolombia.org.co

Recibido: Enero 14, 2014
Aceptado: Junio 2, 2014
Correspondencia:
Gustavo Malagón Londoño
gustavo.m@etb.net.co

Resistencia Bacteriana Revolución Francesa

 

CLIC AQUÍ Y DÉJANOS TU COMENTARIO

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *